Australia.- Científicos publican revisión de la tecnología de fotobioreactores para la mitigación del CO2 y la producción de biocombustibles a través del cultivo de microalgas.
La creciente preocupación por el calentamiento global y las emisiones de gases invernaderos están promoviendo el desarrollo de tecnologías de mitigación efectivas y limpias.
Uno de los métodos poco estudiados para la mitigación del CO2 es el uso de procesos biológicos (vía microalgas) a través de la conversión de biomasa en fotobioreactores. La fijación microalgal del dióxido de carbono en fotobioreactores recién ha ganado interés como una prometedora estrategia para mitigar el CO2.
El uso de los fotobioreactores para el secuestro de CO2 por medio de las microalgas ofrece la principal ventaja de incrementar la productividad de las microalgas, a través de condiciones ambientales controladas, y la optimización del espacio/volumen utilizado y, un más eficiente uso del terreno.
En este sentido, los científicos de la Curtin University acaban de publicar una revisión de la tecnología de fotobioreactores para la mitigación del CO2 y la producción de biocombustibles. Ellos se concentraron en varios problemas esenciales, como una efectiva y eficiente provisión de luz; abastecimiento de dióxido de carbono mientras se minimiza las pérdidas; remoción del oxígeno generado por la fotosíntesis; escalabilidad sensible de la tecnología de fotobioreactores; cosecha de la biomasa de microalgas y producción de biocombustibles.
Los científicos indican que muchos estudios publicados se han realizado a pequeña escala y bajo estrictas condiciones controladas, como resultado, poco se conoce sobre la factibilidad de incrementar la escala de los fotobioreactores. Ellos indican que factores como el abastecimiento de la cantidad adecuada de CO2, los nutrientes y la luz para las células de microalgas, aun deben ser investigadas y optimizadas a gran escala.
La fijación del CO2 y la producción de biocombustibles en base a microalgas puede ser más sustentable mediante el acoplamiento de la producción de biomasa microalgal con las plantas de generación de energía y las infraestructuras de tratamiento de aguas servidas. Las microalgas pueden utilizar el agua de menor calidad, así como los efluentes municipales, industriales o agrícolas, como una fuente de agua para el medio de cultivo, además de ser una fuente de nitrógeno, fósforo y nutrientes menores.
Por otro lado, los científicos indican que la cosecha, secado y extracción de lípidos de la biomasa microalgal aun permanecen como un desafío principal debido a que ellos consumen grandes cantidades de energía. Por lo tanto, se deben desarrollar tecnologías de cosecha más eficientes y económicas para incrementar la viabilidad comercial de la industria de biocombustibles en base a microalgas.
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Finalmente, los científicos indican que se carece de información fundamental necesaria para optimizar racionalmente la performance de los bioreactores existentes. Nuevas configuraciones y diseños de bioreactores se necesitan para promover el crecimiento microalgal y la biofijación de CO2.

Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.