Santiago de Compostela, España.- El trabajo desarrollado por la bióloga Rita García Seoane contribuye a mejorar las técnicas de monitoreo de la contaminación por metales pesados, metaloides y nitrógeno empleando macroalgas.
El análisis de algas es una técnica que se ha utilizado durante más de medio siglo para proporcionar una estimación realista del impacto de ciertos contaminantes en el medio ambiente acuático. Sin embargo, todavía faltan protocolos estandarizados que describan cómo deben aplicarse estas técnicas. En este campo de acción, se ubica la investigación realizada por la bióloga Rita García Seoane, quien acaba de estudiar el potencial de las macroalgas para monitorear y controlar la contaminación, así como profundizar en la mejora y definición de nuevos métodos para su aplicabilidad.
“Debido a que la contaminación por metales, metaloides y nutrientes provoca una degradación constante de los ecosistemas costeros y marinos, la vigilancia y la evaluación de la calidad ambiental se están convirtiendo en una prioridad mundial, con medidas legislativas y estrategias para mitigar el impacto de la contaminación, así como proteger y conservar los ecosistemas” dijo la investigadora que pertenece al Instituto Cretus de USC, centrado en el estudio de las tecnologías ambientales. “El análisis de algas proporciona una estimación realista del impacto de estos contaminantes en el medio acuático, debido a que muchos de ellos son persistentes y pueden ser tóxicos y son susceptibles de biomagnificarse en las cadenas tróficas” resaltó.
Una de las principales razones por las cuales las algas aún no se incluyen en los programas de monitoreo ambiental es la falta de protocolos estandarizados que describan cómo deben aplicarse estas técnicas.
“Diferentes autores han utilizado una amplia variedad de métodos, la gran mayoría de los cuales no están ampliamente acordados y sin criterios científicos” explica García. En este sentido, el objetivo principal del estudio fue llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los aspectos básicos de la metodología utilizada en el monitoreo de contaminantes que utilizan macroalgas, con el fin de alentar el uso de estos extensivos regulados por la legislación ambiental vigente.
Protocolo estandarizado
Los aspectos metodológicos fundamentales para el buen desarrollo de esta práctica se trataron mediante la realización de estudios experimentales con el alga parda Fucus vesiculosus, considerara una especie modelo en el biomonitoreo ampliamente extendida en las costas del Atlántico Norte. Así, a partir de los resultados obtenidos, se proporciona un protocolo estandarizado y se proporcionan pautas para garantizar la calidad de los resultados logrados en este tipo de estudio.
Las contribuciones de la investigadora del Instituto Cretus permitieron estandarizar algunos aspectos metodológicos importantes para facilitar la aplicabilidad de esta técnica, como por ejemplo, aquellas relacionadas con la recolección y procesamiento de las muestras.
Los resultados de esta investigación, fruto de la tesis doctoral de Rita García Seoane, se han publicado en varias revistas científicas de alto impacto como Science of the Total Environment, Environmental Pollution y Ecological Indicators. Como parte de la investigación, García también ha colaborado con otros centros de investigación internacionales como University of South Florida (EEUU) y el Okinawa Institute of Science and Technology Graduate University (Japón), donde realizó sus prácticas de investigación en 2017 y 2018, respectivamente.