Grecia – ¿Cómo afectará el incremento de la temperatura del mar como consecuencia del cambio climático, a la susceptibilidad a las enfermedades en la dorada, lubina europea y meagre?
Los investigadores del Institute of Marine Biology, Biotechnology and Aquaculture, University of Crete, Institute of Parasitology (República Checa) y del Moredun Research Institute (Reino Unido) publicaron una revisión científica con el objetivo de describir los efectos de la temperatura sobre la fisiología de los peces y los patógenos; además de listar y discutir las principales enfermedades de tres especies de peces que se cultivan en el Mediterráneo, dorada (Sparus aurata), lubina europea (Dicentrarchus labrax), y meagre (Argyrosomus regius).
Ellos ensayan una vinculación de la patología de cada enfermedad a un rango específico de temperatura, mientras que se discute el potencial futuro de las amenazas de enfermedades con las tendencias disponibles del cambio climático para el mar Mediterráneo.
La amenaza del cambio climático a la acuicultura
Las proyecciones indican que el cambio climático tendrá un efecto drástico sobre la acuicultura mundial, y en particular para la piscicultura en el Mediterráneo.
Los científicos han proyectado cambios en el mar Mediterráneo con respecto a los regímenes de temperaturas, además de cambios en la acidificación del océano, corrientes y circulación del agua, oxígeno disuelto, salinidad y las frecuencias de las floraciones de algas peligrosas.
Aún cuando todos los cambios tendrán considerables efectos en la vida marina, los aumentos de las temperaturas tendrán un impacto progresivamente relevante sobre la acuicultura de peces.
La temperatura afecta la fisiología de los peces y los patógenos, y tienen el potencial de conducir a incremento significativos en los brotes de enfermedades dentro de los sistemas acuícolas, lo que resultará en severos impactos financieros.
Proyecciones de las temperatura en el mar Mediterráneo
Se espera que el cambio climático antropogénico cause un cambio significativo en los rangos de temperatura.
La temperatura promedio superficial del mar ya se incrementó en 0.85 oC desde los tiempos preindustriales, y las evaluaciones más pesimistas predicen un incremento de 3.5 oC para fines del presente siglo, acompañado con un aumento de la frecuencia de las olas de calor en Europa y Asia.
De acuerdo con los investigadores el mar Mediterráneo parece ser particularmente susceptible al calentamiento global debido a que es una cuenca semicerrada con un bajo intercambio de agua. En la última década, el calentamiento del Mediterráneo fue de 0.61 oC, mucho más alto que el promedio de 0.11 oC.
Interrelación huésped-patógeno en el contexto de una variación de la temperatura
“Es importante considerar que los peces huésped y los patógenos están afectados por cambios en la temperatura del agua”, destacan los investigadores.
Ellos examinaron los incrementos de la temperatura en relación a cómo afectan la fisiología de los peces y los patógenos potenciales que consecuentemente conducen a brotes de enfermedades.
Perspectiva del huésped
La fisiología de los peces está directamente vinculada a diferentes factores ambientales como la salinidad, luz y temperatura. De estos factores, la temperatura tiene el efecto más prominente, al punto de que las variaciones en la temperatura debido al cambio climático predicen cambios en la distribución geográfica de las poblaciones naturales.
Los cambios estacionales de las temperaturas durante el año tienen una influencia en el desarrollo embriológico, tasas de crecimiento, ciclos reproductivos e inmunidad. Este parámetro también está vinculado a los procesos celulares bioquímicos como la actividad de las enzimas y las características estructurales de las membranas.
Perspectiva del patógeno
Los patógenos de los peces han sido propuestos como bioindicadores potenciales para monitorear la actividad antropogénica sobre el ambiente y el cambio climático.
Muchos diferentes patógenos han sido reportados como agentes causales de las enfermedades de los peces y mariscos en el Mediterráneo. Algunos de estos patógenos son huésped específicos estrictos, mientras que otros tienen un amplio rango.
De acuerdo con los investigadores, el incremento de la temperatura causado por el cambio climático puede favorecer la migración de los patógenos. Los parásitos nativos de los peces del Mar Rojo están bien adaptados a las temperaturas más elevadas y representan una potencial amenaza para los peces nativos y criados en el Mediterráneo.
Evaluación del riesgo
“En el escenario de un rápido incremento en la temperatura del agua de mar, los patógenos, especialmente virus y bacterias, tienen una significativa ventaja competitiva sobre sus huésped vertebrados, y su plasticidad genómica y metabólica permitirá su rápida adaptación a las nuevas condiciones ambientales”, reportan los investigadores.
Ellos indican, por ejemplo, que enfermedades bacterianas, causadas por patógenos, como Aeromonas veronii, ya representan una amenaza significativa para la industria de la lubina europea en Grecia y Turquía.
“De las enfermedades virales conocidas que serán positivamente afectadas por los incrementos de la temperatura, la encefalopatía y retinopatía viral (VER) son las más significativas.
Perspectivas en el futuro
Según los investigadores, se anticipa que el incremento en la temperatura promedio del mar Mediterráneo se incrementará en el orden de 2-5 oC, con temperaturas en verano que alcanzarán los 29-31 oC para el año 2100, excediendo los 33 oC en áreas vulnerables en particular.
“Estas temperaturas probablemente serán toleradas por la mayoría de los patógenos descritos en esta revisión, pero no por los peces de cultivo”, describen.
Los investigadores indican que el aumento de las temperaturas es especialmente preocupante para la dorada, que tiene la más baja tolerancia termal, en comparación con la lubina europea y el meagre.
“La industria acuícola debe prepararse para desarrollar nuevas herramientas y prácticas de gestión para mitigar el impacto del cambio climático y, más específicamente, el incremento de la temperatura del mar”, detallan.
Desde la perspectiva del huésped, la solución más fácil es diversificar la producción de especies de peces tolerantes al calor o gradualmente incrementar la producción de especies de peces como meagre, que son más resistentes a las temperaturas más altas.
El estudio fue financiado por el proyecto ClimeFish de EU Horizon 2020.
Referencia (acceso libre):
Cascarano, Maria C., Orestis Stavrakidis-Zachou, Ivona Mladineo, Kim D. Thompson, Nikos Papandroulakis, and Pantelis Katharios. 2021. «Mediterranean Aquaculture in a Changing Climate: Temperature Effects on Pathogens and Diseases of Three Farmed Fish Species» Pathogens 10, no. 9: 1205. https://doi.org/10.3390/pathogens10091205