Oslo, Noruega.- Los mejillones pueden causar un serio envenenamiento. Las actuales pruebas de toxicidad cuestan US$ 2000 y requieren de una semana. Un nuevo método desarrollado por la University of Oslo puede proveer una respuesta en pocas horas y puede costar poco más de US$35.00.
Los mejillones contaminados pueden contener saxitoxin una neurotoxina extremadamente peligrosas y paralizante. Esta neurotoxina es causante del envenamiento paralitico por mariscos (PSP, por sus siglas en inglés).
La toxina es 1000 veces más potente que el gas sarin. Cada año, 2 500 personas en todo el mundo son afectados por el PSP. Las tasas de mortalidad van de 2 a 14%. Las mayor parte de los casos son leves y pasan sin incidentes en tres a cuatro días.
La toxina se deriva de ciertas algas peligrosas en el grupo de los dinoflagelados, que incluye el subgrupo Alexandrium. La toxina se acumula en los moluscos, debido a que ellos se alimentan mediante la filtración del agua de mar que ocasionalmente contiene algas venenosas.
Desafortunadamente para nosotros los humanos, la mayor parte de los moluscos son resistentes a esta toxina. Si el número de algas supera un cierto nivel, los mejillones se definen como peligrosos, aunque pueden permanecer venenosos durante varias semanas después que las algas venenosas han desaparecido. Algunos afirman que los mejillones pueden almacenar la toxina hasta por dos semanas, la explicación es que se requiere tiempo para que se descomponga.
“El problema es que la toxina no va a desaparecer aun cuando se cocina el mejillón. La toxina no tiene sabor. Como se requiere de una semana para obtener una respuesta, comer mejillones frescos es como un juego” advierte Russell Orr, científico en el Department of Biosciences de la University of Oslo. Después de cinco años de investigación, en la que estuvo acompañado por el profesor Kjetill S. Jakobsen y el investigador post-doctoral Anke Stüken, ellos desarrollaron un método rápido que puede determinar dentro de pocas horas si los mejillones son venenosos.
Más peligroso en el extranjero
En los climas cálidos se encuentran dos especies extremadamente peligrosas de Alexandrium. “El problema es especialmente grande en las zonas tropicales como Indonesia, Filipinas, Tailandia y Malasia”.
Por otro lado, ellos no tienen sistemas para evaluar si los mejillones son peligrosos para consumir. Además, las muertes se han registrado en Alaska, Nueva Zelanda, Guatemala, Sudáfrica, Japón y EEUU. En España se utilizan ratones para evaluar si los mejillones son venenosos. Este es el método aprobado por la UE.
“Pero incluso si se detecta Alexandrium en las muestras de agua, esto no tiene que significar que la toxina esta presente. No todas las especies de Alexandrium producen toxina, pero es extremadamente difícil distinguirlas de las especies venenosas”.
Los científicos de la UiO también han detectado la correlación evolutiva entre todas las especies de Alexandrium.
Utilizando el análisis de ADN, ellos pueden distinguir entre las especies venenosas y las inocuas.
“Las venenosas son las más comunes. Algunos de ellas son menos tóxicos, mientras que otros son extremadamente tóxicos. También hemos descubierto un grupo de especies que son tóxicas, pero con los métodos actuales son definidas como no tóxicas. En otras palabras, los métodos actuales no son completamente seguros. Sin embargo, la cantidad de toxina producidos por estas algas es tan pequeña que aun no pueden ser considerados como peligrosos para los humanos”.
Cinco de las especies son similares que no se puede distinguir morfológicamente
“Por lo tanto, podría ser que algunos de ellas no son venenosas, a pesar de que el método morfológico indique que si lo son. Es importante ser capaz de determinar esto, a fin de evitar la emisión de alertas innecesarias” dijo Russell.
Encontraron el gen del veneno
En cooperación con la University of New South Wales en Sydney, UiO ha identificado el gen responsable de la producción de la toxina.
“El análisis de las muestras de agua del fiordo de Oslo, España y Australia muestra que nuestro método tiene una mayor sensibilidad de los métodos que se vienen siendo usado en la actualidad. En nuevo método permite una reducción en los costos, junto con exámenes más frecuentes en un alto número de estaciones de prueba a lo largo de las costas noruegas para prevenir las intoxicaciones los riesgos de comer pescados y mariscos” destacó Kjetill S. Jakobsen.
Y la prueba ADN no deja ninguna duda en cuanto a la fuente de la toxina: proviene de las algas, no de las bacterias dentro del mejillón.
“Anteriormente, había muchas teorías sobre el origen de la toxina. Muchos creían que la toxina era producida por pequeñas bacterias en el interior del mejillón, pero esto no es cierto. Hemos descubierto cuales genes producen la toxina de una especie eucariota” dijo Russell.
El genoma de Alexandrium es aproximadamente 30 veces más grande que de los humanos, pero el número de genes activos es menor que el del genoma humano.
El punto es que ellos han descubierto un gen en particular que sólo se encuentra en las algas Alexandrium venenosas. O para ser más específico: el código para la toxina se encuentra sólo en una pequeña parte de gen determinado.