Cádiz, España.- Investigadores de la Universidad de Cádiz, adscritos al Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI.Mar), y liderados por el profesor Andrés Cózar, del Departamento de Biología de la UCA, han vuelto a poner de manifiesto, a través de un artículo publicado en la prestigiosa revista Plos One, la alta cantidad de desechos de plásticos existentes en nuestros mares y océanos.
Hace algunos meses este grupo de investigación proporcionó el primer mapa global de la abundancia de desechos plásticos en el océano abierto que mostró la existencia de cinco regiones de acumulación de desechos plásticos flotantes a gran escala en los centros de los océanos Pacífico Norte, Pacífico Sur, Atlántico Norte, Atlántico Sur e Índico. Las corrientes oceánicas transportan plásticos flotantes vertidos por el hombre a zonas centrales de convergencia en el océano abierto donde estos materiales se acumulan. Sin embargo, extensas áreas del océano susceptibles de acumulación de plásticos que siguen sin ser muestreadas o incluso no-catalogadas.
Éste era el caso del Mar Mediterráneo, un mar semicerrado situado en una región con un uso intensivo de plásticos. No obstante, a través de este trabajo titulado «Plastic accumulation in the Mediterranean Sea», el doctor Cózar y su equipo han demostrado que las concentraciones de plásticos a lo largo de la cuenca mediterránea, desde el Estrecho de Gibraltar a Chipre, posee cantidades de desechos plásticos flotantes comparables con aquellas descritas para los cinco giros oceánicos subtropicales. Es más, «encontramos plásticos en el 100% de los sitios muestreados, con una densidad media de plásticos de un artículo de plástico por cuatro metros cuadrados», como explica el profesor Cózar. La carga de plásticos en aguas superficiales se estima entre 1.000 y 3.000 toneladas, «apareciendo principalmente minúsculas trozos de objetos plásticos rotos como botellas, bolsas y envoltorios». Así, la distribución espacial de plásticos en el Mediterráneo es irregular, con acumulaciones de residuos esparcidos a lo largo de la cuenca, impulsados por la acción del viento y las olas.
La acumulación de estos desechos plásticos en el Mar Mediterráneo se relaciona con la alta presencia humana en la cuenca, pero también con su particular patrón de circulación de agua, el cual resulta ser una trampa para estos contaminantes flotantes. La salida del agua ocurre a través de una capa profunda en el Estrecho de Gibraltar, dificultando así la salida de plásticos boyantes de la cuenca.
El Mediterráneo representa menos del 1% del área oceánica global, pero tiene valores ecológicos y económicos desproporcionados. De esta forma, abriga a un 10% de las especies marinas, y la pesca y el turismo litoral son importantes fuentes de ingresos para la gente de la zona del Mediterráneo. «Dada la riqueza biológica y la concentración de actividades económicos en el Mar Mediterráneo, los efectos de la contaminación por plásticos en la vida marina y humana se consideran especialmente graves en esta región», como asevera Andrés Cózar.
«En el Mediterráneo, se han encontrados desechos plásticos en los estómagos de peces pequeños, aves marinos, tortugas marinas y cachalotes. En otro estudio, realizado el año pasado por el equipo de Cristina Fossi, de la Universidad de Siena en Italia, se registraron altas concentraciones de ftalatos, contaminantes asociados a los plásticos, en los grandes organismos filtradores, tales como el tiburón peregrino y rorcual común», en palabras del investigador de la UCA. De hecho, ya se sabía que el Mar Mediterráneo se ha sobrecalentado y se sobrepesca, pero «ahora hay que añadir que tiene uno de los niveles de contaminación por plásticos más altos del mundo».
Como la producción de materiales de plástico seguramente seguirá en aumento en los años venideros, «esto puede llevar a una imagen muy deprimente del Mediterráneo si no se implementa acciones urgentes para evitar la liberación de desechos plásticos al medio ambiente. Cuidar del Mar Mediterráneo es cuidar de nosotros mismos y de nuestras futuras generaciones», concluye Andrés Cózar.
Referencia bibliográfica:
Cózar A, Sanz-Martín M, Martí E, González-Gordillo JI, Ubeda B, et al. (2015) Plastic Accumulation in the Mediterranean Sea. PLoS ONE 10(4): e0121762. doi:10.1371/journal.pone.0121762
http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0121762
Fuente: UCA