Canadá.- Los científicos han encontrado un tipo de cáncer transmisible en los bivalvos que se ha extendido a través del océano Atlántico e incluido en el Pacífico. El nuevo estudio fue publicado en la revista eLife.
La sala de prensa de Columbia University Irving Medical Center (CUIMC) entrevistó a Stephen Goff, PhD, experto en cánceres transmisibles en Columbia University y co-autor del estudio, para obtener más información sobre cómo el cáncer puede propagarse en los bancos de bivalvos separados por miles de kilómetros de agua, y cómo eso podría ayudar a entender mejor la metástasis del cáncer en otros organismos.
¿El cáncer puede ser contagioso?
Si, pero es algo raro. Hasta ahora, los científicos solo han observado cánceres contagiosos en tres tipos de animales: los demonios de Tasmania, los perros y los bivalvos. Ninguno de estos cánceres puede ser transmitido a los humanos. Hay virus como el virus del papiloma humano (VPH) que causa cáncer, pero en estos casos, es el virus el que se disemina, no las células del cáncer.
¿Cómo se transmite el cáncer en estos animales?
Se sabe que los demonios de Tasmania y los perros pueden transmitir células cancerosas a otros miembros de su especie a través de mordeduras y sexo, respectivamente.
Los investigadores de Columbia fueron los primeros en descubrir cánceres contagiosos en animales marinos. En cuatro especies diferentes de almejas, ellos encontraron que las células del cáncer pueden viajar a través del agua del océano de una almeja a otra para diseminar la enfermedad. Sorprendentemente, los investigadores encontraron que algunas células cancerosas contagiosas podrían “infectar” a diferentes especies de almejas.
¿Cuán extendido es este fenómeno?
En el nuevo estudio, los investigadores colaboraron con biólogos marinos en América del Sur y Europa. Ellos encontraron casos similares de cánceres contagiosos en diferentes especies de mejillones a lo largo de las costas de Argentina, Chile, Francia y los Países Bajos. En algunas colonias de mejillones, el cáncer era tan contagioso que había infectado al 13% de la población.
El hallazgo más sorprendente se produjo cuando los investigadores compararon los mejillones franceses y chilenos. Ambas poblaciones contenían células cancerosas que eran genéticamente idénticas, a pesar de estas separadas por grandes distancias. Incluso los mejillones chilenos en el océano Pacífico y los mejillones franceses en el Atlántico tenían células cancerosas idénticas. En otras palabras, las células cancerosas habían viajado de alguna manera más de 7,000 millas a través de hemisferios y océanos para infectar otros organismos. El clon del cáncer incluso se había extendido a especies de mejillones que eran diferentes de las especies en las que surgió el cáncer por primera vez.
Los científicos sospechan que las células cancerosas tuvieron algo de ayuda. Las corrientes presentan una barrera significativa para el viaje de células individuales a través del océano. Pero se sabe que los mejillones se adhieren a los cascos de los barcos. Es probable que los barcos transportaban mejillones infectados de un continente a otro, llevando la enfermedad a nuevas regiones.
Esta bien, pero eso suena un poco aterrador y ahora me preocupa comer mariscos
Es absolutamente seguro comer mariscos. Los cánceres son específicos de los bivalvos y no parecen representar un peligro para los humanos que los comen. En los humanos, los cánceres se originan dentro del cuerpo de una persona y, hasta donde sabemos, no pueden propagarse a otras personas, excepto en casos raros, como a través de trasplantes de órganos o durante el embarazo.
Los investigadores piensan que los bivalvos son más propensos al cáncer transmisible porque viven en el océano donde las células malignas pueden viajar fácilmente. Estos animales comen bombeando y filtrando grandes cantidades de agua, y tienen un sistema inmunitario muy limitado que puede no ser capaz de bloquear la transmisión.
Entonces, ¿Cómo ayudará este trabajo?
La investigación sobre cómo los cánceres contagiosos se propagan en los mariscos ayudará a los biólogos a desarrollar planes más efectivos para proteger la vida marina. Y aunque los cánceres transmisibles en los bivalvos no representan una amenaza para los humanos, los estudios de estos cánceres podrían ser valiosos para los investigadores médicos.
“Hay paralelismos entre cómo se propagan los cánceres en el océano y cómo las células cancerosas hacen metástasis en los humanos” dice Goff. “Aprender más sobre los cánceres contagiosos en los bivalvos podría ayudarnos a encontrar a encontrar formas de prevenir la propagación metastásica de tumores en nuevos sitios en el cuerpo”.
Referencia (open):
Marisa A Yonemitsu, Rachael M Giersch, Maria Polo-Prieto, Maurine Hammel, Alexis Simon, Florencia Cremonte, Fernando T Avilés, Nicolás Merino-Véliz, Erika AV Burioli, Annette F Muttray, James Sherry, Carol Reinisch, Susan A Baldwin, Stephen P Goff, Maryline Houssin, Gloria Arriagada, Nuria Vázquez, Nicolas Bierne, Michael J Metzger. A single clonal lineage of transmissible cancer identified in two marine mussel species in South America and Europe. eLife 2019;8:e47788 DOI: 10.7554/eLife.47788 https://elifesciences.org/articles/47788