Tailandia.- Una publicación de Thomson Reuters Foundation describe las experiencias en el cultivo orgánico de camarones y peces en el marco de un programa de recuperación del manglar.
Desde los años 80, el boom del cultivo de camarón ha diezmado los manglares en todo el mundo. La tendencia destruyó un ecosistema importante para el almacenamiento del carbono, y expuso a las líneas costeras a las tormentas y erosión.
“Un cambio del cultivo intensivo a cultivo más natural es más sustentable en el largo plazo” dijo Supranee Kampongsun, coordinador del proyecto manglares y mercado para la International Union for Conservation of Nature (IUCN). “Esto da a las especies marinas áreas de desove natural y mejora el ecosistema del manglar. Si los productores, de forma individual, consideran tener arboles en sus terrenos, ellos contribuirá al crecimiento del área de cobertura en el área”.
Saludable y sostenible
Alguna vez líder exportador de camarones, Tailandia ha sido golpeada en los últimos años por el síndrome de la mortalidad temprana que afectó la producción de la industria camaronera. El gobierno y la industria han promovido sistema de cultivo ambientalmente más amigables para evitar la enfermedad y disminuir la contaminación. Esto incluye la siembra de arboles que actúan como un sistema de filtración, el uso de alimento natural en vez de artificial y la eliminación de pesticidas, fungicidas y antibióticos.
La IUCN esta trabajando con los camarones en Tailandia, Vietnam y Bangladesh para restaurar los manglares y usarlos de forma sostenibles. Con el apoyo de la organización, los productores comparten las mejores prácticas con sus vecinos y en todo el país.
La producción orgánica es mucho mejor, los camarones son más grandes. Los camarones orgánicos alcanzan precios de hasta US$27/kg, comparado con los US$14/kg para los camarones más grande de una granja intensiva.
Puede leer el artículo “Asia shrimp farmers restock mangrove ‘supermarket’ by going organic” aquí.