Por Paul Wolf * y Sylvie Geisendorf +
El término residuo describe los materiales o productos que ya no se usan. En una economía lineal, esto se acumula como un subproducto no deseado de la actividad económica. Los residuos y los peligros ambientales son comunes en todos los sistemas alimentarios industrializados actuales. Aunque algunas iniciativas han tenido como objetivo el reducir los residuos hacia la etapa final, por ejemplo, al cambiar las percepciones de los consumidores y hacer coincidir el exceso con la demanda, se necesita lograr un progreso significativo durante la producción de alimentos. ¿Dónde empezamos?
Rediseñando la producción y el consumo
Una idea que ha estado creciendo, tanto en la investigación como en la práctica, es la economía circular, que ve valor en los flujos de los “residuos” y los reenvía al proceso económico. Un ejemplo sorprendente de un modelo de negocio de economía circular en acción es la acuaponía, que combina elementos de la acuicultura y la hidroponía. Esto permite que un solo productor cultive vegetales y crie peces dentro de la comunidad local.
Si bien la acuicultura tradicional se realiza en estructuras dentro de un entorno natural, la acuaponia adopta el enfoque de simbiosis circular, donde los desechos biológicos de una piscigranja se armonizan para ser el alimento biológico para la producción de plantas como hierbas, verduras y tomates. Comparado a las operaciones de la industria agricultura tradicional, donde se podría agregar circularidad al final (por ejemplo, compost), la acuaponía emplea un diseño de producción circular al aprovechar las características de la naturaleza. Esto es un acto de equilibrio para controlar tecnológicamente dos sistemas biológicos dependientes pero separados, que mejora la productividad del espacio físico, en este caso un ambiente urbano, al tiempo que se reduce los impactos ambientales.
Entre las empresas de acuaponia que lideran el cambio se incluyen ECF Farmsystems y Stadtfarm en Berlin, BIGH Farm en Anderlecht, Urban Smart Farm en Gent y Bioaqua Farm en Blackford, Reino Unido. Ellas se encuentran entre un número creciente de pioneros de la agricultura urbana que desafían la forma en que percibimos, producimos y compramos nuestros alimentos.
Una mejor solución
La mejor manera de entender cómo se derivan estos beneficios es mediante una comparación con los sistemas tradicionales de acuicultura. En estos casos, los peces producen altos niveles de nitratos y fósforo, que deben purgarse del sistema y reemplazarse con agua dulce para mantener condiciones de vida saludables. Sin embargo, al arrojar estas aguas residuales ricas en nutrientes en el ambiente, los ecosistemas pueden verse afectados por la eutrofización. En los ambientes urbanos, este representa costos para el tratamiento a través de los sistemas de alcantarillado municipales. Además, estos mismos nutrientes son necesarios para el cultivo de plantas, y en el caso de los nitratos, se derivan comúnmente en un proceso industrial que requiere de cantidades significativas de gas metano, que deben ser embarcados a la granja, y son frecuentemente aplicados a los cultivos.
Un sistema de acuaponia toma la posible producción de residuos de agua con alto contenido de nutrientes y la entrega directamente a las plantas, limpiandola y reduciendo la dependencia en los fertilizantes. El agua es mantenida en el sistema, continuamente circula y es limpiada mecánica y biológicamente. Esto reduce eficazmente las necesidades de agua, los sistemas de acuaponia avanzados logran hasta un 90% más de eficiencia que la agricultura tradicional, así como reducir la dependencia en combustibles fósiles para el transporte, debido a que la producción se realiza cerca a los mercados para los productos alimenticios finales.
Las “millas de alimentos” no solo contribuyen a las emisiones GHG, sino que también forman parte de un fenómeno de anonimización de la producción de alimentos, separando al consumidor de su fuente. La agricultura urbana sostenible a través de la acuaponia acerca la producción de alimentos a sus consumidores. Mientras que la agricultura urbana es principalmente una fuente de fibra vegetal, vitaminas y minerales, la acuaponia puede brindar el eslabón dietético faltante, la proteína animal. De hecho, la acuicultura es mucho más eficiente y práctica que otras formas de ganadería en los entornos urbanos. Además, tiene el beneficio social de generar empleos agrícolas en las áreas urbanas.
Retos de la acuaponia
Hasta ahora, las empresas de acuaponia operan en un entorno de políticas imprecisas que abarcan la acuicultura y la agricultura, lo que resulta en una red de burocracia. A nivel de la UE, la acuaponia no está regulada como un sector distinto y, por lo tanto, las regulaciones no son las ideales. Esto se filtra al nivel local, donde los principales desafíos que enfrentan las operaciones de acuaponia se concentran en la zonificación, la planificación y los permisos. Sorprendentemente, ECF había luchado para que sus invernaderos fueran aprobados en los que actualmente es un sector industrial, hay definiciones rígidas de lo que son industria, agricultura y producción de alimentos, lo que limita la integración de tales conceptos innovadores.
Además, para evaluar la sostenibilidad de cualquier proceso, uno debe considerar todas las entradas y salidas. Para la acuaponia, si bien existe el potencial de beneficios ambientales significativos, un desafío importante es obtener alimentos sostenibles para los peces. La mayoría se deriva de productos de soya o animales con impactos ambientales significativos. Asimismo, algunas componentes del alimento no son lo que las especies de peces encontrarían en su ambiente natural y, por lo tanto, no son necesarios. Los desarrollos de materias primas basados en insectos podrían ser una solución a muchas preocupaciones ambientales.
Ir más allá de un nicho de mercado
A pesar de estos desafíos, ECF y otros defensores de la acuaponia creen en los beneficios ambientales sustanciales para la sociedad continuarán expandiéndose y buscan cambios regulatorios, lo que indica la esperanza para el nuevo mercado.
El concepto de acuaponia proporciona información sobre cómo abordar la circularidad y aliviar los desafíos del crecimiento de la población mundial, con una necesidad por alimentos sostenibles, libres de herbicidas, pesticidas, hormonas, antibióticos y microplásticos, que considere la urbanización, el transporte de alimentos, la escasez de agua limpia y los peligros ambientales relacionados a la agricultura tradicional, la eutrofización y las emisiones de carbono en particular. Más allá de estos beneficios, la agricultura urbana también puede ayudar a ecologizar nuestras selvas de concreto y tener más beneficios ambientales y psicológicos.
* Paul Wolf
PhD Candidate – Chair of Environment and Economics ••• Member of Deloitte-Chair «Circular Economy», ESCP Europe
https://theconversation.com/profiles/paul-wolf-689282
+ Sylvie Geisendorf
Professor of Environment and Economics, Member of Deloitte-Chair «Circular Economy», ESCP Europe
https://theconversation.com/profiles/sylvie-geisendorf-725369
Fuente: The Conversation