La creciente población mundial exige más alimentos y la acuicultura está a la altura del desafío. Como sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento, la acuicultura ofrece una fuente vital de proteínas y nutrientes. Sin embargo, una rápida expansión puede generar preocupaciones ambientales y sociales.
Para abordar estas preocupaciones y promover el crecimiento sostenible, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha desarrollado las Directrices para la acuicultura sostenible (GSA). Las Directrices constan de tres secciones: A) visión, objetivos, ámbito de aplicación y principios rectores; B) directrices para promover la acuicultura sostenible; y C) aplicación y seguimiento.
La Visión: Un futuro sostenible y equitativo para la acuicultura
Según el documento “Las Directrices son voluntarias, tienen un ámbito de aplicación mundial, se aplican a contextos, sistemas, escalas, especies, entornos y actividades acuícolas diversos, y reconocen vínculos con sectores como la pesca, la agricultura, la actividad forestal, la flora y fauna silvestres, el turismo, la energía, la minería y el transporte”. En este sentido, la GSA visualiza un sector acuícola que contribuya significativamente a:
- Seguridad alimentaria global: Garantizar que todos tengan acceso a alimentos nutritivos.
- Mejores niveles de vida: Mejorar los medios de vida de todos los actores de la cadena de valor de la acuicultura, incluidos los pequeños agricultores y los grupos marginados.
Los objetivos: lograr la sostenibilidad en tres dimensiones
La GSA promueve un enfoque holístico de la sostenibilidad, centrándose en tres dimensiones clave:
- Sostenibilidad económica: Garantizar que el sector sea rentable y apoye el desarrollo económico.
- Sostenibilidad Social: Promoción de prácticas laborales justas, igualdad de género y responsabilidad social.
- Sostenibilidad Ambiental: Minimizar el impacto ambiental y asegurar una gestión responsable de los recursos.
Principios clave para prácticas de acuicultura sostenible
Las Directrices se basan en principios, normas y prácticas de desarrollo sostenible congruentes con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible pertinentes, y otros instrumentos, los cuales son de gran interés para el desarrollo sostenible de la acuicultura, a saber:
- Sostenibilidad: procurar lograr la sostenibilidad económica, social y ambiental, la salud y el bienestar de los animales y la viabilidad de la acuicultura a través de marcos de gobernanza y estrategias que reflejen las realidades locales, nacionales o regionales y sean climáticamente inteligentes y favorables en términos sociales, económicos y ambientales.
- Gestión ambiental: utilizar el ambiente natural de forma responsable y protegerlo mediante la conservación y prácticas sostenibles dirigidas a fomentar la resiliencia del ecosistema y el bienestar de las personas de un modo cuantificable.
- Imperio de la ley: aprobar leyes y reglamentos que se den a conocer ampliamente, sean aplicables a todos y por igual y a través de un poder judicial independiente, compatibles con las obligaciones impuestas por el derecho nacional, regional o internacional y teniendo debidamente en cuenta los compromisos voluntarios asumidos en virtud de los instrumentos regionales e internacionales aplicables.
- No discriminación y respeto de las culturas: promover la eliminación de todas las formas de discriminación en las políticas y en la práctica de la acuicultura, y reconocer y respetar las formas de organización existentes, los conocimientos tradicionales y locales y las prácticas de las comunidades acuícolas.
- Equidad e igualdad: promover la justicia y el trato justo —tanto en el ámbito jurídico como en la práctica— para todos, incluido el disfrute de todos los derechos humanos, recurriendo a la acción afirmativa o a un trato preferencial cuando sea necesario, con miras a lograr resultados equitativos e igualdad de oportunidades, en particular respecto de las mujeres, los jóvenes, los grupos vulnerables y marginados, las comunidades indígenas y las minorías étnicas, los acuicultores en pequeña escala y las personas con discapacidad.
- Consulta y participación: garantizar la participación libre, efectiva e informada de todas las partes interesadas en la acuicultura en la toma de decisiones, promover asociaciones firmes entre los distintos actores, así como mecanismos de resolución de conflictos, tomando en consideración los desequilibrios de poder existentes entre las distintas personas y grupos.
- Transparencia y rendición de cuentas: definir con claridad, difundir ampliamente y poner a disposición políticas, leyes, reglamentos, procedimientos y decisiones que responsabilicen a las personas, las instituciones públicas y los actores no estatales de sus actos y decisiones de acuerdo con los principios del imperio de la ley.
- Enfoques holísticos e integrados: reconocer, adoptar y aplicar el enfoque ecosistémico de la acuicultura como una de las principales estrategias de integración de las actividades acuícolas en el ecosistema más amplio, de manera tal que fomente el desarrollo sostenible, la equidad y la resiliencia de los sistemas socioecológicos interrelacionados, garantice una coordinación eficaz entre los diversos sectores pertinentes y concilie los objetivos económicos, sociales y ambientales; garantizar asimismo la integración de la acuicultura en un enfoque basado en sistemas alimentarios sostenibles.
Implementación de la GSA: una responsabilidad compartida
La GSA describe los pasos que deben seguir tanto los gobiernos como las partes interesadas para implementar estos principios:
- Políticas y planificación: Los gobiernos deben desarrollar políticas y regulaciones claras para el desarrollo sostenible de la acuicultura.
- Prácticas sostenibles: Los agricultores deben adoptar prácticas que minimicen el impacto ambiental y conserven los recursos.
- Colaboración: Los estados y las partes interesadas deben trabajar juntos para compartir conocimientos, crear asociaciones y acceder a financiación para el desarrollo sostenible.
Un marco para la mejora continua
Reconociendo la naturaleza dinámica de la acuicultura, las Directrices para la acuicultura sostenible (GSA) están diseñada para ser adaptable y actualizada periódicamente. Esto garantiza que las directrices sigan siendo relevantes y aborden los problemas emergentes en el sector.
Conclusión: Un futuro sostenible para la acuicultura
La GSA proporciona un marco integral para todas las partes interesadas involucradas en la acuicultura. Siguiendo estas pautas, podemos garantizar una industria piscícola próspera que contribuya a la seguridad alimentaria mundial, promueva el bienestar social y proteja nuestro medio ambiente para las generaciones venideras.
Referencia (acceso abierto)
Comité de Pesca. 36º período de sesiones, 8-12 de julio de 2024. Directrices para la acuicultura sostenible. 40 p.