Lima, Perú – Las perspectivas de este 2023 para la exportación de la pesca primaria son negativas, estimándose una caída de -18%, situación que podría empeorar si es que se dilata el inicio de la segunda temporada de pesca de anchoveta, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez Alván.
«Estamos en el peor periodo de ese sector de los últimos 20 años, por ello es relevante la decisión oportuna de las autoridades a fin de evitar un mayor perjuicio a toda la cadena pesquera exportadora que, en el 2022, ayudó a generar 88 mil 664 empleos entre directos, indirectos e inducidos» dijo.
Recordó que, a consecuencia del Fenómeno de El Niño, no se autorizó la primera temporada de pesca de ese recurso en la zona centro norte del país, pero ahora, según información de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), se estarían dando las condiciones para iniciar la segunda temporada que normalmente es entre noviembre y diciembre.
«Las mediciones de maduración muestran que, en zonas como Pisco, la anchoveta ya terminó el desove (fase de reproducción) y en el norte ya comentó el ‘decline’ del desove. Asimismo, se identificó que la mayor parte de los especímenes en el norte cuenta con un tamaño de 12 cm, a partir del cual su pesca está permitida. Ambos factores dan cuenta de que podría realizarse su captura sostenible», opinó.
Sin embargo, Pérez Alván refirió que las mediciones de Instituto del Mar del Perú (Imarpe) sobre la situación de la anchoveta en la zona norte-centro acabarían hacia el 15 de octubre, luego de lo cual transmitiría los resultados a Produce, con lo que se declararía el inicio de la segunda temporada hacia la primera mitad de noviembre, perdiéndose semanas cruciales.
Para esa fecha la temperatura del mar aumentaría por el advenimiento del verano; y el fenómeno de El Niño, tras lo cual la especie ya no estaría disponible, por ello, sugirió que empiece el 15 de este mes.
Según la SNP –continuó–, la no apertura de la primera temporada de pesca generó la pérdida de 1,500 empleos por mes entre abril y septiembre de este año, algo que no puede volver a ocurrir pues las personas solo quieren un trabajo digno y así mejorar la calidad de vida de sus familias.
«En la cadena de la pesca primaria hay micro y pequeñas empresas dedicadas al mantenimiento de las embarcaciones y equipos, transporte, almacenamiento; también empresas del sector embalaje, restaurantes y muchos otros rubros que sufren el impacto que supone el freno de esa actividad», refirió Pérez.
El Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-ADEX, proyectó la caída de las exportaciones primarias tradicionales en -18% este año y -30.9% en el 2024, pero alertó que podrían ser más profundas si es que no se toman las medidas necesarias.
«La pesca tradicional es un importante motor de la economía, se estima que debido a todo lo sucedido el PBI dejaría de crecer en 1%. Ahora que las condiciones climatológicas y oceanográficas evolucionaron favorablemente y se presenta una salida para reactivar el sector, esperamos la oportuna reacción de las autoridades», concluyó.