EEUU.- Una nueva especie del gigante Arapaima acaba de ser descubierta en la Amazonía de Brasil, aumentando los cuestionamientos sobre que otras especies permanecen sin ser descubiertas y resalta el potencial de los problemas ecológicos cuando los animales son relocalizados de su ambiente nativo.
“Por 60 años hemos creído que había una sola especie de arapaima. Pero ahora conocemos que hay varias especies, incluida algunas previamente no conocidas. Cada una de estos peces gigantes sin estudiar necesitan evaluaciones de conservación” dijo el Dr. Donald Stewart de la SUNY College of Environmental Science and Forestry (ESF), quien hizo el descubrimiento.
El descubrimiento fue informado en la revista Copeia.
Por centurias, arapaima ha sido uno de los más importantes peces comerciales en la Amazonía. “Arapaima tiene un alto valor económico, cultural y científico, pero su diversidad recién viene siendo conocida” dijo Stewart.
A mediados de los años 1800, cuatro especies de arapaima fueron registrados, pero en 1868, Albert Günther, un científico del Museo Británico de Historia Natural, publicó una opinión de que aquellas todas las especies eran solo una (Arapaima gigas). Con el tiempo la opinión de Günther prevaleció.
“Hasta este año, ningún taxonomista ha cuestionado la opinión de Günther sobre este icónico pez” escribió Stewart.
Esta falta de interés cambio, sin embargo, cuando Stewart empezó a estudiar el genero en Guyana y Brasil. “Si estas haciendo biología de la conservación, debes estar seguro sobre la taxonomía de los animales que vienen siendo estudiados” dijo el científico. “Si cada área de estudio tiene una especie diferente, los resultados de un área no podrán ser aplicados a la gestión de poblaciones en un área próxima”.
En base a la literatura científica del siglo 19 y los especímenes originales preservados en el Museo Nacional de Historia Natural en Paris, Stewart concluye que todas las cuatros especies descritas originalmente, son de hecho, distintas.
Stewart re-describió una de aquellas especies originales (en un informe publicado en la edición de marzo de Copeia) y resumió el estado de las otras tres especies. El descubrimiento más reciente de Stewart se dio cuando examinaba el arapaima preservado en el Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia en Manaus, Brasil. Esta nueva descripción eleva el número total de especies a cinco.
El espécimen recientemente identificado fue colectado en el año 2011 cerca a la confluencia de los ríos Solimões y Purus en el Estado de Amazonas, Brasil. Esta se distingue de todos los otros arapaimas por varias características, incluida la forma de las cavidades sensoriales sobre la cabeza, una envoltura que cubre parte de la aleta dorsal y un modelo de color distintivo. Su nombre científico, A. leptosoma, es en referencia a su cuerpo esbelto.
“La falla en reconocer que hay múltiples especies han tenido consecuencias” dijo Stewart. “Por ejemplo, hay una creciente industria acuícola para la arapaima, así que vienen siendo trasladados y estoqueados en estanques para su crianza. Eventualmente, los peces criados en estanques escapan y, una vez libres, los efectos ecológicos son irreversibles. Una especie que esta en peligro en su hábitat nativo puede ser una especie invasora en otro hábitat. Lo fundamental es que no podemos mover estos peces grandes hasta que las especies y sus distribuciones naturales sean mejor conocidos. Debido a la incertidumbre, la precaución es necesaria”.