Noruega.- Los subproductos de la producción de carne se han convertido en un importante recurso para la alimentación de los peces, pero los productos ganaderos deben ser evitados de acuerdo con la legislación actual. NIFES esta desarrollando un mejor método para determinar de donde proceden los subproductos.
“Muchas partes de los animales sacrificados no son usados como alimento, pero tienen un alto valor nutricional. Me gusta preguntar a mis estudiantes cuántos de ellos han comido cazuela de hígado o tortitas de sangre. Las personas usaban mejor todo el animal, pero ahora hay un menor número de productos que no son carne pura” dijo Robin Ørnsrud, jefe de la investigación en NIFES.
Las partes del animal que no terminan en la mesa del consumidor pueden convertirse en proteínas animal (PAP). Esto puede incluir la harina de sangre, harina de plumas o harina de carne y hueso, muchos de los cuales son una buena fuente de proteína y grasa, y son muy adecuados para su uso en piensos de peces.
“El PAP es principalmente un recurso” dijo Ørnsrud.
Prohibido desde la enfermedad de las vacas locas
El uso de subproductos de animales fue prohibido en Europa desde hace mucho tiempo después del brote de la enfermedad de la “vacas locas” hace unas décadas. El uso de PAP de rumiantes todavía esta prohibido, pero las reglas han cambiado para otras especies en los últimos años. Los subproductos de la producción de pollo pueden ser usados en los piensos para peces.
“Esta es proteína y grasa, que son escasos en grandes áreas del mundo” dijo Ørnsrud.
Importante la trazabilidad
El PAP usado en los piensos se calienta y muele. El resultado es un producto altamente procesado que puede ser difícil de reconocer. Si los subproductos de animales son usados en piensos de peces, la trazabilidad es vital. Debe ser posible determinar de que animal proviene el subproducto.
Actualmente hay dos métodos aprobados para encontrar esto. El método más avanzado reconoce el ADN y puede por lo tanto identificar de que especie animal procede el subproducto.
“Nosotros también desarrollamos un tercer método, donde usamos el perfil de proteína PAP para determinar la especie y el tejido” destacó Ørnsrud.
Una de las desventajas del nuevo método es que se puede averiguar de que tipo de tejido procede el subproducto, por ejemplo harina de sangre o harina de huesos. Si se encuentras restos de carne de vacuno en el pienso, este método puede ayudar a identificar la fuente de contaminación.
El nuevo método también será capaz de “acquit” las dietas que contienen PAP de leche. Las pruebas de ADN en la actualidad no pueden determinar si el PAP proviene de la leche u otras partes del ganado, mientras que el nuevo método será capaz de distinguir una parte de otra. Esto es importante, debido a que el uso de PAP de ganado y otros rumiantes esta prohibido en los piensos, mientras que subproductos de la leche, como el suero de leche, es permitido.
NIFES está trabajando en desarrollar nuevos métodos de análisis para el PAP, con miras a su utilización para monitorear los piensos en el futuro.
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Robin Ørnsrud
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