Impacto Ambiental

Si tomas en serio el crecimiento de la acuicultura, toma en serio la sostenibilidad

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By Milthon Lujan

En Indonesia, el pescado es un negocio serio. Es el segundo mayor productor mundial de pescado, gran parte del cual se consume localmente. Sin embargo, la sobrepesca y el cambio climático están destinados a limitar la capacidad de producción en el futuro. Esa es la razón por la cual la acuicultura es esencial para satisfacer el incremento de la demanda de pescado y el Indonesian Ministry of Marine Affairs and Fisheries (MMAF) tiene un ambicioso objetivo de crecimiento anual de 8.5% hasta el 2030 para muchas de sus especies acuícolas.

Sin embargo, la acuicultura tiene sus propios problemas ambientales y está intensificando la presión sobre la conservación en un país donde los recursos naturales enfrentan muchas amenazas. En un estudio publicado en Environmental Research Letters, el investigador de Stockholm Resilience Centre, Patrik Henriksson con sus colegas de Malasia, Indonesia y Canadá exploraron cómo la acuicultura puede ser amigable con el ambiente y al mismo mantener producciones rentables.

Específicamente, ellos estudiaron el impacto de seis intervenciones en la producción de peces y la salud del ecosistema mediante el uso de la evaluación del ciclo de vida (LCA).

Los resultados del estudios son claros

“Si se implementan las seis intervenciones, el calentamiento global, la acidificación, la eutrofización, la ocupación de la tierra, el uso de agua dulce y el uso de energía fósil podrían reducirse entre 28% y 49% por unidad de pescado” dijo Henriksson.

Renovar el negocio de la acuicultura

LCA es un marco de evaluación ambiental que permite estudiar toda la cadena de producción. En el estudio los impactos se consideraron hasta la granja, que son todas las actividades hasta que el producto abandona la granja, incluidos los impactos relacionados con la producción de piensos, generación de electricidad, extracción y refinación de diesel, y el transporte.

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De las muchas intervenciones que pueden mejorar la práctica de la acuicultura, los autores del estudio identificaron seis que era empíricamente cuantificables y que podrían operacionalizarse antes de 2030. Ellas son: a) mejorar la eficiencia del alimento; b) intensificación sostenible de dos especies: el milkfish y el camarón tigre asiático; c) cambio en los piensos para los peces marinos; d) favorecer especies omnívoras de peces; e) usar energía de fuentes renovables; y f) mejorar la utilización de los subproductos y reducir los desechos.

Henriksson y sus colegas encontraron que las tasas actuales de eficiencia de alimentación para tres especies acuícolas como el camarón blanco, tilapia y carpa común, pueden mejorarse. La eficiencia del alimento mide la producción de pescado por unidad de entrada (alimento de peces). Eso se puede hacer mediante el uso de estrategias como mejorar las líneas genéticas, usar mejores prácticas de alimentación y mejorar la gestión de la granja. Estas estrategias también pueden beneficiar el cultivo de milkfish y de camarón tigre negro que típicamente han usado grandes volúmenes de agua y se han extendido a los manglares, lo que resulta en la pérdida de biodiversidad.

Otra intervención consiste en cambiar el tipo de alimento que se brinda a los meros. En general, es más efectivo usar pellets de piensos de alimentos en vez de pescado silvestre de bajo costo. Los autores recomiendan usar piensos en pellets que ellos estiman pueden conducir a una reducción de 16 kg de pescado silvestre por kilogramo de mero.

Manteniendo la mirada al 2030

Los autores modelaron los impactos de seis intervenciones elegidas y compararon el escenario comercial usual. Sus análisis sugieren ganancias sustanciales para muchos factores ambientales, como por ejemplo las emisiones de gases de efecto invernadero, la acidificación y el uso de energía fósil, son posibles si estas intervenciones se implementan con seriedad.

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“La forma más eficiente y probablemente la más barata para reducir todos los impactos ambientales de la industria de pescados y mariscos sería reducir el desperdicio de alimentos y utilizar mejor los subproductos” explicó Max Troell, otro de los autores del estudio.

Además, al hacer una análisis espacial, los autores encontraron que la expansión del cultivo de camarón está causando una degradación ecológica extensa de los bosques de manglares debido a las grandes áreas que estas granjas necesitan. La alta vulnerabilidad climática de Indonesia está destinada a aumentar aún más la presión sobre los recursos naturales, lo que hace que el caso de la pesca sostenible sea aún más fuerte.

Henriksson y sus colegas recomiendan que Indonesia revise sus ambiciosos objetivos actuales de crecimiento de la acuicultura e incorporen en su práctica las recomendaciones hechas por evaluaciones ambientales como esta.

“La administración ambiental también generaría beneficios monetarios a través de mejores rendimientos de pescado y turismo, y con suerte pronto a través de esquemas de compensación internacional por servicios ecosistémicos, como los créditos de carbono” agregó Herniksson. {mprestriction ids=»*»}

Referencia (open):
Henriksson, P.J.G., Banks L.K., Suri S.K., Pratiwi T.Y., Fatan M.R. 2019. Indonesian aquaculture futures — identifying interventions for reducing environmental impacts. Environmental Research Letters https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ab4b79 {/mprestriction}

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