Montreal, Canadá.- La sobrepesca, el cambio climático y la contaminación han reducido las poblaciones de peces en los lagos y ríos canadienses. Aun cuando los peces criados en hatcheries podrían volver los números a la normalidad, ellos no están adaptados a sus nuevos ambiente, y existe la preocupación de que la población silvestre es “contaminada” una vez que se reproduce con su contraparte domesticada.
Pero una nueva investigación publicada en la revista Evolutionary Applications, muestra que después de algunas generaciones de reproducción y selección natural, estos peces híbridos so genéticamente tan robustos como sus antepasados silvestres.
La hibridación inducida por los humanos se viene incrementando en todo el mundo, frecuentemente con resultados impredecibles con respecto a la persistencia de las especies. Debido a que la hibridación es generalmente visto como un problema, los científicos se han concentrado en sus consecuencias inmediatas en las primeras generaciones. Sin embargo, poco estudios han evaluado los efectos a largo plazo.
Bajo el liderazgo del profesor de biología Dylan Fraser, el equipo de investigación que incluyó a Andrew Harbicht, graduado de la Concordia University, y al científico Chris Wilson de la Ontario Ministry of Natural Resources and Forestry, se dirigieron al Algonquin Provincial Park, un paraíso para los pescadores que ha sido sembrada por generaciones con salmón y trucha provenientes de hatcheries.
El equipo transplantó combinaciones de poblaciones silvestres, domesticados e hibridados de trucha a nuevos ambientes. Luego los científicos compararon las tasas de supervivencia y las características físicas para determinar si la hibridación afecta el potencial de un pez para adaptarse después de varias generaciones de selección natural en la naturaleza.
De acuerdo con los resultados del estudio, después de 5 a 11 generaciones de peces (cerca de 25 a 50 años), los genes “foráneos” introducidos en las poblaciones silvestres a través de la hibridación son removidos por la selección natural. Esto significa que las poblaciones de peces previamente reforzadas con las poblaciones provenientes de hatchery son, genéticamente hablando, indistinguibles de las poblaciones silvestres puras.
Implicaciones para la conservación
Fraser dice que estos resultados ofrecen una esperanza para las poblaciones silvestres que se vieron afectados negativamente por la hibridación inducida por los humanos.
“Si somos capaces de detener el flujo de genes foráneos mientras se mantiene un ambiente similar a lo que había antes de la hibridación, las poblaciones silvestres son capaces de recuperarse, posiblemente en menor tiempo de lo que se pensaba” destacó el científico.
Referencia:
Harbicht, A., Wilson, C. C. and Fraser, D. J. (2014), Does human-induced hybridization have long-term genetic effects? Empirical testing with domesticated, wild and hybridized fish populations. Evolutionary Applications. doi: 10.1111/eva.12199
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/eva.12199/full