Chile – Desarrollar una tecnología nacional, ambientalmente sostenible y escalable, para la especie nativa Cilus gilberti, ha sido el propósito del Programa Corvina, iniciativa liderada por Fundación Chile y apoyada por Corfo, que comienza a mostrar sus resultados en productividad con la cosecha de seis toneladas de peces desde las balsas jaula emplazadas en la costa de Iquique, Región de Tarapacá.
«Esta cosecha es una evidencia de los avances hacia la consolidación del subprograma de engorda en balsa jaula (a cargo de la Universidad Arturo Prat), donde hemos incorporado tecnologías que facilitan la adaptación al actual escenario de cambio climático y a las necesidades de seguridad alimentaria, con el empleo de fotoperiodo para desestacionalizar el cultivo, alimentos con sustitutos vegetales, tecnificación de los sistemas de alimentación y oxigenación de respaldo para los fenómenos de surgencia», sostiene Jorge Lizardi, director del Programa Corvina de Fundación Chile.
Según Lizardi, esta cosecha ha permitido verificar los protocolos para la estandarización de las tecnologías de cultivo, «que es algo que ya habíamos logrado a nivel de producción de juveniles en el Centro Acuícola Tongoy (CAT), validada en TRL 8, señal de una alta madurez tecnológica, pudiendo entregar juveniles en dos ciclos anuales, dando la tranquilidad al engordador de tener insumos estables a lo largo del año».
El director del Programa Corvina resalta que, con este hito de cosecha en mar, «estamos validando que es posible llegar a término de un ciclo, considerando todas las variables ambientales a las cuales nos enfrentamos. Estas seis toneladas de peces sobre 1 kilo son la muestra de que podemos seguir avanzando y acortando brechas productivas día a día».
De acuerdo con Franco Cerda, director del CAT de Fundación Chile, «estos doce años de investigación y desarrollo de una tecnología de cultivo para la corvina han sido desafiantes, con todas las dificultades que implica la domesticación de una especie, pero donde hemos podido comprobar las ventajas de cultivar un pez nativo, que se adapta a las condiciones ambientales, sin que hayan presentado enfermedades que obliguen a aplicar tratamientos antibióticos o vacunas».
Producto con sello regional
Basado en una tecnología hecha en regiones, con capital humano especializado de las regiones de Coquimbo y Tarapacá, el Programa Corvina aspira a que su producto sea el inicio de una nueva alternativa de desarrollo territorial, con sello de la macrozona norte.
«Esta cosecha, es el producto de un esfuerzo estratégico generado desde Corfo, con el propósito de avanzar en la diversificación acuícola. De esta manera, el objetivo es aportar a la industria alimenticia, a través de especies endémicas como la corvina, propia de los mares de Chile», destaca Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, quien explica que «este sistema de cultivo, a través de engorda, nos asegura un manejo sustentable y sostenible de la producción, con ventajas adaptativas al cambio climático. Lo anterior, nos brinda oportunidades de desarrollo para proveedores locales de insumos acuícolas y de servicios, junto con la sofisticación de productos desde la región, para el resto de los mercados».
En paralelo, se están estableciendo alianzas que permitan posicionar a la corvina de cultivo como un producto típicamente local y asociado a la gastronomía de la zona norte. En el caso de la Región de Tarapacá, por ejemplo, se están preparando degustaciones en conjunto con el «Vino del Desierto», proyecto de la Universidad Arturo Prat (UNAP) que rescató las cepas de la zona, tales como Tamarugal (blanca) y Gros Colman (tinta).
Sobre el Programa Corvina
El Programa Corvina se inició el 2010, en el marco de las iniciativas para la diversificación de la acuicultura nacional, actividad concentrada en salmónidos y mejillones (choritos).
La corvina (Cilus gilberti) es una especie nativa, que extiende su presencia desde el norte de Perú hasta la zona de la isla de Chiloé por el sur. Es altamente demandada por sus atributos nutricionales y gastronómicos.
Próximo a iniciar el escalamiento productivo, el Programa Corvina se desarrolla en el norte de Chile (regiones de Coquimbo y Tarapacá), proyectándose como una oportunidad de generar una nueva industria, con capital humano especializado y una plataforma de proveedores regionales, compuesta fundamentalmente por pymes.
Cabe destacar la participación en el Programa Corvina de los co-ejecutores, Universidad Arturo Prat y ADL Diagnostic Chile; el Liceo Instituto del Mar Carlos Condell, y las empresas asociadas, Pesquera Friosur, Vitapro Chile y Luxmeter Energy.