Filipinas – El pepino de mar, Holothuria scabra, es una de las especies de los mares tropicales más amenazados debido a su alto precio, alcanzando hasta US$1,600 por kilogramo cuando se procesa y seca, debido a que es utilizado en la exótica cocina asiática y en la producción de medicamentos.
Debido a la alta demanda para estos invertebrados caros, su población natural ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. Estas criaturas acuáticas viven en llanuras de arena poco profundas y lechos de pastos marinos donde los recolectores pueden recogerlos fácilmente.
Afortunadamente, los pepinos de mar están entre las especies de más fácil propagación debido a las técnicas establecidas de producción en criaderos; por lo tanto, provee la esperanza de aliviar la amenaza a las poblaciones silvestres.
La producción de pepino de mar, desde criadero hasta la granja, viene siendo optimizada en una de las instituciones líderes de investigación de pepino de mar, la Southeast Asian Fisheries Development Center Aquaculture Department (SEAFDEC/AQD) basado en Tigbauan, Iloilo.
A través de la ciencia, la institución tiene como objetivo el recuperar las poblaciones silvestres y promover un ambiente más saludable donde se cultivan los pepinos de mar.
Justo frente a las costas de la isla Molocaboc en Sagay, Negros Occidental, la sobreexplotación redujo la población a sólo tres pepinos de mar por hectárea antes del 2015. Ese número ha crecido cuarenta veces desde que SEAFDEC/AQD liberó pepinos de mar en el área de 2015.
La liberación de pepinos de mar, que se inició en el 2015, fue parte de un exitoso proyecto comunitario de crianza en el mar de SEAFDEC/AQD, que también liberó abulones a partir del 2011 después de años de preparación social.
Además de su valor económico, los pepinos de mar también juegan un importante rol en el mantenimiento de un ambiente marino saludable.
Los pepinos de mar se entierran regularmente en los sedimentos todos los días desde la tarde hasta la madrugada, como se documentó en el estudio realizado por el Dr. Jon Altamirano, experto en pepinos de mar de SEAFDEC/AQD, publicado en Fisheries Research en 2017. Este comportamiento de “arar” ayuda a mezclar los nutrientes disponibles y oxigenar los sedimentos.
Los pepinos de mar también se alimentan al pastar en la superficie de los sedimentos, ingiriendo todo lo que puede pasar por su boca, desde pequeños animales y plantas, materia en descomposición e incluso bacterias y partículas de arena. En efecto, vuelven a trabajar y transforman todos estos materiales en su intestino y se descargan como heces “útiles”.
Debido a estos comportamientos amigables con el medio ambiente, los pepinos de mar a menudo de conocer cómo las “lombrices de tierra” del mar.
En otra investigación publicada en el 2012 por el científico visitante de SEAFDEC/AQD, el Dr. Satoshi Watanabe y su equipo, los juveniles de pepino de mar criados en tanques crecieron mucho mejor cuando se alimentaron de detritos (materia orgánica de plantas y animales en descomposición) y heces de camarones recolectados de estanques de cultivo de camarones tigre. Estudios como este muestran que el pepino de mar puede ayudar a minimizar la acumulación de desechos en algunos sistemas de acuicultura.