Medellín, Colombia (Agencia de Noticias UN).- Luego de sacar un gen de la hipófisis del capaz (Pimelodus grosskopfii) fue posible producir la hormona luteinizante (LH), encargada de la ovulación. Para alcanzar este logro se aplicó la “tecnología del ADN recombinante” que permite obtener –a partir de un organismo que actúa como donante– un gen que se transfiere a otro para convertirse en parte de su estructura genética.
Según James Betancur, estudiante del Doctorado en Biotecnología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, el método se ha usado en proteínas farmacéuticas y comerciales para humanos, bovinos y cerdos, y es la primera vez que se emplea en Suramérica para producir hormonas reproductivas en peces.
Aunque la herramienta se utilizó para obtener la hormona LH en el capaz, se puede utilizar en un amplio grupo de bagres, por la similitud de la proteína.
Durante la primera fase del estudio se buscó el gen a partir de la extracción del RNA (ácido ribonucleico, material genético) de la hipófisis y después se amplificó mediante la técnica de biología molecular PCR, que permite aumentar fragmentos de ADN. Esto se hizo utilizando cebadores diseñados a partir de secuencias del gen reportado en otros organismos.
En la segunda parte del estudio se hizo la clonación del gen y la definición de su secuencia de nucleótidos.
La hormona LH es la encargada de la ovulación y está conformada por dos subunidades: alfa y beta, que define su función biológica. Como están unidas, en la tercera fase se inició el proceso de transformación de la levadura a la que se le integra el gen, para lo cual se estimuló el crecimiento del microorganismo proporcionándole medios y condiciones adecuadas como temperaturas de 27 °C y 29 °C, y pH de 6,8.
La activación del gen se dio mediante la inducción con metanol agregado al reactor. La secreción de la hormona LH comenzó alrededor de 72 horas después.
Luego de detectarla se purificó, es decir que se identificó su presencia mediante anticuerpos y se obtuvo la fracción de la hormona de interés gracias a técnicas de cromatografía.
La cuarta fase, en desarrollo, consiste en determinar la capacidad de la hormona LH recombinante para estimular la ovulación en modelos en laboratorio y en hembras.
Según el investigador Betancur, “la aplicación de la tecnología del ADN recombinante representa una ventaja para obtener información básica sobre la endocrinología en peces y el desarrollo de aplicaciones biotecnológicas dirigidas a generar hormonas para especies específicas que mejoren los resultados de programas de reproducción en cautiverio”.
Reproducción en cautiverio
Omar Camargo Rodríguez, profesor del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N. Sede Medellín, asegura que el cambio climático, la contaminación ambiental, la minería y la desviación de cauces de afluentes han disminuido tanto las poblaciones de peces como la pesca en los principales ríos de Colombia: Cauca y Magdalena. ”A causa de esta situación se ha optado por la reproducción en cautiverio”.
Sin embargo con ello también ha habido inconvenientes porque los peces –como otras especies en ese contexto– no se reproducen debido al estrés que les generan las condiciones diferentes a su medio, como la falta de lluvia o de corriente asociadas con este proceso.
De ahí la necesidad de intervenir la reproducción con hormonas externas (extractos de hipófisis) que hasta el momento no eran específicas ni garantizaban calidad en la concentración y en la pureza, por lo que la efectividad de estos procesos es variable.
El reto para los investigadores es escalar el proyecto para comercializarlo en el mercado como una alternativa para centros de reproducción del país.
La investigación se adelantó entre la Asociación Colombiana de Acuicultores, la U.N. Sede Medellín y la Universidad de Córdoba.
