Sevilla, España.- El Consejo de Gobierno ha acordado iniciar la tramitación de la Estrategia andaluza para la competitividad de la industria transformadora de los productos de la pesca y la acuicultura. El plan tiene como objetivo impulsar este sector de gran proyección por la calidad de sus productos tradicionales y su capacidad de generación de empleo, que sin embargo encuentra obstáculos como la excesiva atomización empresarial o el bajo nivel de innovación y acceso a nuevos mercados. Andalucía ocupa actualmente la segunda posición nacional, después de Galicia, tanto en número de empresas dedicadas a esta actividad (43) como en puestos de trabajo (2.110).
La nueva estrategia, que contará con el respaldo financiero del fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, dirigirá sus prioridades a respaldar a las pymes, facilitar la internacionalización, mejorar la comercialización y promover la cooperación entre empresas, la innovación y la especialización de productos y servicios.
Junto con las líneas de actuación para alcanzar estos objetivos, el plan incluirá un estudio sobre la situación actual del sector, medidas específicas para mejorar la intervención pública de apoyo y un sistema de indicadores para el seguimiento y evaluación de las políticas.
La propuesta inicial de la nueva estrategia, elaborada por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, será sometida a la consideración de los agentes económicos y sociales más representativos y de las asociaciones de los sectores pesquero extractivo, acuícola y comercializador, así como al trámite de información pública. Una vez estudiadas y, en su caso, incorporadas las aportaciones que se reciban, el documento definitivo será elevado al Consejo de Gobierno para su aprobación definitiva.
El sector de la transformación pesquera y acuícola se caracteriza por su dilatada experiencia y su especialización y calidad, con procesos de elaboración que van desde las tradicionales conservas, salazones y ahumados a los denominados productos de cuarta o quinta gama (platos semipreparados y preparados). El 83% de la producción se destina al mercado nacional, el 12% a la Unión Europea (principalmente Italia y Portugal) y el 4% al resto del mundo.
La actividad es intensiva en la generación de empleo, especialmente femenino (55% del total) y de menores de 30 años (23%, diez puntos por encima de la media regional), si bien con una alta tasa de temporalidad. En cinco municipios andaluces, el sector acumula dos tercios de los puestos de trabajo: La Línea de la Concepción (Cádiz), Ayamonte e Isla Cristina (Huelva), Campanillas (Málaga) e Isla Mayor (Sevilla).
Estas industrias aportaron el pasado año un total de 74,66 millones de euros al Producto Interior Bruto regional (9,5 más que en 2015). Esta cifra supone el 23% del Valor Añadido Bruto (VAB) del sector pesquero andaluz, el 9% del VAB de la transformación pesquera en España y el 3% de la industria agroalimentaria de la comunidad. La producción alcanza las 44.074 toneladas, con una facturación de 310 millones de euros. Los ahumados suponen el 33% del total y las conservas el 27% (principalmente caballa, melva y atún). Les siguen los congelados (18,8% y atún como producto destacado), los salazones (10,7%), los preparados (6,3%) y los semipreparados (3,7%).