EEUU.- Cada año, la industria de la trucha arco iris sufre de pérdidas económicas significativas debido a la enfermedad bacteriana del agua fría, causada por la bacteria Flavobacterium psychrophilum. La enfermedad también afecta al salmón y otras especies de peces de agua fría, y se presenta cuando los peces son pequeños, conduciendo a una rápida muerte. Los peces grandes pueden ser crónicamente infectados y consecuentemente tienen lesiones y dejan de crecer.
En el Agricultural Research Service del National Center for Cool and Cold Water Aquaculture (NCCCWA) en Leetown, los científicos han desarrollado una nueva línea de trucha que es resistente a la enfermedad bacteriana del agua fría. Ellos también han desarrollado una línea susceptible y una línea control para ser usadas en estudio de como la crianza cambia las propiedades de resistencia a las enfermedades en la trucha. Ellos han identificado regiones en varios cromosomas que son responsables para la resistencia a las enfermedades y han desarrollado pruebas que detectan el F. psychrophilum después de la infección.
El biólogo molecular Greg Wiens y el genetista Timothy Leeds recientemente culminaron una evaluación del comportamiento en campo, en colaboración con la industria y los representantes del gobierno. En su estudio, Wiens midió la performance de las líneas control, susceptible y resistente a las enfermedades de peces bajo condiciones de granja antes y después de la exposición natural al patógeno.
“Después de la exposición, la línea resistente a la enfermedad tuvo una mayor tasa de supervivencia que las líneas control o susceptible” dijo Wiens. “En adición, durante el brote, pocos peces resistentes a la enfermedad contenían el patógeno en sus tejidos internos, comparado con los peces control y susceptibles”.
Wiens y su becario postdoctoral David Marancik desarrollaron una prueba de reacción de la cadena de polimerasa en tiempo real altamente sensible que media pequeñas cantidades de F. psychrophilum en el tejido del pez. La prueba reconoce una única secuencia de genes que sólo puede ser hallada en el patógeno. En otro estudio publicado en el año 2013, más de 200 diferentes aislados de F. psychrophilum fueron detectados. Estas muestras fueron colectadas en las granjas donde los peces sufrieron de la enfermedad.
“Ninguna otra especie de bacteria o patógeno de los peces fueron reconocidos por la prueba, lo cual demuestra su alta especificidad” dijo Wiens. La conclusión de la prueba en granja, es que la prueba confirma que los peces resistentes no contenían niveles detectables de patógenos.
Científicos en el NCCCWA también vienen investigando los mecanismos que causan que los peces se vuelvan resistentes a las enfermedades. Después de encontrar una correlación entre la resistencia a la enfermedad y el mayor tamaño del bazo en trucha arco iris, Wiens y el genetista Ynic Palti buscan regiones genéticas comunes que influyen en el tamaño del bazo y la resistencia a la enfermedad.
En un estudio publicado en PLOS ONE en el año 2013, los científicos mapearon las regiones del genoma de la trucha que determina el tamaño del bazo y hallaron enlaces a los cromosomas 19, 16 y 5. Ellos también mapearon la resistencia a la enfermedad y encontraron una región cercanamente relacionada al cromosoma 19, que tuvo mayor efecto en la resistencia a la enfermedad bacteriana del agua fría.
“Este es el primer estudio para identificar la relación genética entre un rasgo físico (tamaño del bazo) y la resistencia a una enfermedad específica en los peces” dijo Wiens. “Ahora estamos identificando genes y mecanismos de resistencia”.
Basado en los resultados de varias pruebas de campos y los datos de evaluación en los laboratorios, el germoplasma de trucha resistente a la enfermedad fue liberado a los productores en los años 2012 y 2013, quienes están propagando la línea y continúan evaluando la performance en pruebas de mayor escala, en conjunto con los científicos de NCCCWA.
Contacto:
Gregory Wiens
Teléfono: (304) 724 8340 ext. 3189
Email: greg.wiens@ars.usda.gov