España – Una de las amenazas más importantes para la salud humana en los años venideros es el de las resistencias antibióticas y, en particular, las que puedan adquirirse mediante la ingesta de alimentos. En el caso de la acuicultura y, en concreto, en los mariscos, existen pocos estudios sobre el tema. Para ello, el IRTA de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona), trabajará durante los próximos tres años en el proyecto europeo SPARE-SEA en el que se busca conocer los mecanismos de adquisición de resistencias bacterianas por parte de las ostras con el objetivo de mejorar la práctica de su cultivo, reducir la propagación de dichas resistencias y, en última instancia, su impacto en la salud humana.
«La resistencia a los antibióticos puede moverse entre unas especies bacterianas y otras con una facilidad sorprendente. Aunque las bacterias de los mariscos no suelen afectar a los humanos, existen algunas especies de bacterias que pueden pasar de las ostras a los humanos, ya que los mariscos se comen crudos con frecuencia o sólo ligeramente cocinados», apunta Karl Andree, investigador del IRTA del programa de Acuicultura.
Por lo tanto, señalan desde el proyecto, una reducción de las bacterias resistentes a los antibióticos en los alimentos supone una mejora general de la salud humana. Este es el principio conceptual conocido como “Una sola salud”, (One Health), que incluye a los animales, el medio ambiente y la salud humana en su conjunto.
Las bacterias adquieren la resistencia a los antibióticos a través de genes que se conocen con el nombre de genes de resistencia antibiótica. Estos genes son diversos y para cada clase de antibiótico existen múltiples genes de resistencia. La adquisición de genes de resistencia a los antibióticos por parte de las bacterias, puede ser un factor que promueva la aparición de nuevos patógenos bacterianos que pasen desde el marisco a los humanos.
El seguimiento de estos genes específicos en diferentes compartimentos ambientales (en el pescado que se alimenta del marisco, el agua, los sedimentos y el propio marisco) permitirá a los investigadores estudiar dónde existe cada clase de genes de resistencia antibiótica en la cadena alimentaria y ver cómo se transfieren entre compartimentos. Esto proporcionará información útil para gestionar las prácticas de cultivo de ostras de una manera que pueda reducir la propagación de genes de resistencia antibiótica y, en última instancia, su impacto en la salud humana.
Para ello, los investigadores del IRTA en el proyecto SPARE-SEA pretenden realizar el análisis genético comparativo de las ostras que recibieron en algún momento un tratamiento antibiótico en las fases de cría larvaria, con las ostras silvestres, con objeto de conocer hasta qué punto el uso de antibióticos, en los procesos de producción comercial, afecta a la abundancia y diversidad de bacterias resistentes en las ostras. Cabe resaltar que el uso de antibióticos en la acuicultura europea se encuentra muy regulado y restringido.
El plan de trabajo incluye la secuenciación del genoma de especies bacterianas capaces de infectar tanto a los mariscos como a los seres humanos. Asimismo, la identificación temprana de las especies bacterianas que contengan genes de resistencia antibiótica y los compartimentos en los que se encuentren, permitirá la vigilancia dirigida de esas bacterias. El proyecto podrá probar si la virulencia se correlaciona de alguna manera con la resistencia antimicrobiana, y/o si la captación de los genes de resistencia en patógenos conocidos puede mejorar su propagación. «Aclarar los impulsores y las vías de transmisión de la resistencia antimicrobiana en las ostras es un aspecto clave de los resultados esperados de este trabajo», señala Karl Andree.
Este proyecto se encuadra dentro de la Iniciativa Científica Estratégica de Reducción de antimicrobianos en la producción animal del IRTA.
SPARE-SEA es un nuevo proyecto europeo financiado por ERANET con un presupuesto de 975.723,00 euros para sus 3 años de duración. SPARE-SEA (Difusión ambiental y persistencia de resistencias antibióticas en sistemas acuáticos expuestos a la acuicultura de ostras, por sus siglas en inglés), está liderado por el Instituto Alfred Wegner, de Alemania, e incluye socios de Italia (Universidad de Nápoles) y Francia (CNRS y CNR) así como el apoyo de la Asociación de productores de moluscos FEPROMODEL, en el Delta del Ebro.