
Chile – Estas actividades se enmarcan en el proyecto «Estudio para la identificación de áreas de colecta para captación de semillas en las regiones de O’Higgins y el Maule», el que es financiado por el Fondo de Investigación Pesquera y Acuicultura (FIPA) y ejecutado por Fundación Chinquihue.
Con el objetivo avanzar en la identificación y selección de recursos bentónicos de interés comercial en al menos tres puntos geográficos de las regiones del Maule y O’Higgins, es que un equipo de profesionales de Fundación Chinquihue se trasladó a ambas regiones para desarrollar un trabajo de buceo prospectivo.
En específico, los lugares en que se trabajó son Chovellén en Pelluhue, La Pesca en Licantén y Cáhuil en Pichilemu. Estas acciones buscan dar con lugares en que sea factible el abastecimiento de semillas de recursos bentónicos desde bancos naturales.
El objetivo consiste en implementar sistemas de captación y cultivo para avanzar en la diversificación de las actividades productivas de los pescadores artesanales de la zona.
Entre los posibles recursos bentónicos a cultivar figuran la cholga (Aulacomya atra), el chorito (Mytilus chilensis) y el choro zapato (Choromytilus chorus), principalmente.
Acuicultura de pequeña escala
Uno de los beneficiarios de este proyecto es el pescador artesanal Juan Carlos Jara. Nacido y criado en el sector La Pesca, muy cerca del estuario Mataquito, suma alrededor de 40 años dedicado a la pesca artesanal. Además, es el presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales Mataquito, el que reúne a 40 integrantes.
«Nosotros somos pescadores de río y de estuario. Los principales recursos que pescamos son la lisa, el robalo, la corvina y el pejerrey», explica. El sindicato que lidera cuenta actualmente con una concesión acuícola en la que pueden dedicarse a la acuicultura de pequeña escala y cultivar recursos como la ostra, el chorito y el pelillo.
Sobre este proyecto, reconoce que le parece interesante la idea. «Sería ideal poder potenciar el cultivo de choritos porque se generaría un importante negocio, además de ingresos económicos para la gente de acá», reconoce. Pero el problema detrás de esta idea es precisamente la imposibilidad de conseguir semillas de choritos, situación que esta iniciativa busca subsanar.
«Hemos experimentado con traer semillas de otros lugares y no ha funcionado. Como que no se ambienta al lugar», indica el pescador. «Hemos visto que con semilla local si ha funcionado en experimentos a pequeña escala que hemos hecho anteriormente», complementa. En su opinión, hoy están dadas las condiciones en la zona para cultivar con éxito, choritos y otros recursos bentónicos de interés comercial.
Avances del proyecto
Marco Carvajal, profesional de Fundación Chinquihue y director del proyecto, explicó que actualmente el programa se encuentra en su noveno mes de desarrollo. «Entre los principales resultados hasta ahora, tenemos que hemos identificado estados larvales de cholga, chorito y choro zapato en los tres lugares estudiados, pero en distintas proporciones», indicó.
Carvajal además indicó que otro aspecto importante al respecto consiste en «la posibilidad real de captar semillas de los recursos mencionados, para luego poder determinar fehacientemente el grado de productividad de los sistemas de colectores de semillas».
Durante la última campaña realizada en terreno se pudo constatar que en las zonas en estudio existen bancos naturales para la captación de semillas de recursos bentónicos en los sectores de las desembocaduras evaluadas. «Actualmente nos encontramos en proceso de análisis de datos y aún queda por finalizar un ciclo anual para determinar la factibilidad productiva en ambas regiones», concluyó Carvajal.