Por Joel Cosío
La Paz, México (Agencia Informativa Conacyt).- Un grupo de científicos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) analiza microorganismos de las zonas de mangle para reducir contaminación derivada de los efluentes de la industria acuícola.
La becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el programa de maestría en ciencias en el uso, manejo y preservación de los recursos naturales del Cibnor, Ana Caroli Ibarra Serrano, explicó que pretenden aislar, caracterizar e identificar microorganismos de las zonas de manglares, con capacidad biorremediadora e inmunoestimulante, para mejorar la calidad del agua de los cultivos de camarón blanco del Pacífico (Litopenaeus vannamei) y estimular el sistema inmune de los animales.
“En los últimos años, se ha visto una problemática en la acuicultura, los cultivos de camarón llegan a presentar enfermedades y esto genera pérdidas económicas en la industria, uno de los principales motivos es la calidad del agua y las bacterias en los estanques de acuicultura”, mencionó Ibarra Serrano.
Los microorganismos serán aplicados para disminuir los niveles de compuestos nitrogenados en los estanques de cultivo intensivo de camarón, como son amonio, nitritos y nitratos. Estos compuestos se generan a través del proceso de digestión de alimentos del camarón, así como por materia orgánica proveniente de bacterias, exoesqueletos y algas muertas.
El amonio, los nitritos y nitratos son considerados contaminantes marinos que pueden impactar en el ecosistema con la proliferación de florecimientos algales nocivos, coloquialmente llamados mareas rojas.
“Por ejemplo, queremos mantener estables los niveles de nitratos porque con niveles altos de nitratos las algas proliferan, lo que puede ocasionar una marea roja, o si vertimos muchos nitritos en el agua, eso puede ocasionar que se intoxiquen los demás organismos que viven ahí”, detalló Ibarra Serrano.
En el estudio han identificado siete microorganismos: Bacillus sp., Levadura, Candida sp., Rhizobium sp., Pseudomonas sp., Phenylobacterium sp. y Macrococcus sp., con el potencial biotecnológico requerido.
Efluentes de industria acuícola
El codirector de la investigación, el doctor Eduardo Quiroz Guzmán, detalló que están enfocados en desarrollar una alternativa que mejore la conversión alimenticia y la calidad del agua con un recambio mínimo.
Esto permitirá mejorar eventualmente el factor de conversión alimenticia y un ahorro en la energía destinada al bombeo de agua, originando el reciclamiento de los desechos derivados del metabolismo de los organismos en cultivo y del alimento no utilizado por estos, transformándolo en proteína microbiana susceptible de ser utilizada como alimento suplementario y favoreciendo el incremento de la densidad de organismos en cultivo, haciendo posible la producción de mayor biomasa por hectárea.
“El trabajo de Caroli se inserta en un proyecto en el que estamos buscando bacterias biorremediadoras de los suelos, ya que tenemos muchos problemas de contaminación, debido a que se agrega la materia orgánica al incremento de animales, excrementos y alimentos. Nosotros estamos tratando de reciclar, mediante la actividad microbiana, toda esta materia. Es decir, que sea aprovechada, en el caso de la acuicultura, por los camarones”, ratificó Quiroz Guzmán.
Los efluentes de la industria de acuicultura generalmente son descargados en mares y océanos, impactando principalmente a los manglares, porque son los ecosistemas marinos más cercanos a la costa; asimismo, los productores necesitan hacer cambios frecuentes de agua proveniente de los ecosistemas marinos.
Los especialistas están analizando las características biotecnológicas de microorganismos provenientes del mangle para su uso en acuicultura, para que al descargarlos de nueva cuenta en el ambiente marino, distribuyéndose en las zonas de manglar, no generen un impacto intrusivo que dé como resultado un daño ecológico.
“Nosotros estamos tratando de evaluar el efecto benéfico de estas bacterias a través de los cambios que producen sobre las comunidades microbianas, afectando la abundancia y efecto de bacterias patógenas, en las mejoras sobre el aprovechamiento de alimento, en términos de la conversión alimenticia, el rendimiento de los cultivos, crecimiento y supervivencia de los organismos cultivados, el desempeño del sistema inmune o las mejoras sobre las capacidades digestivas de los organismos, sobre la calidad del agua, etcétera”, señaló Quiroz Guzmán.
El especialista mencionó que en acuicultura, el concepto de bacterias benéficas incluye las nociones de probiosis, control biológico y biorremediación. Aunque en realidad los mecanismos de acción no son del todo claros, destacó que la aplicación ha traído mejoras sustanciales a los cultivos marinos y su uso ha permitido estabilizar los niveles de producción, generando múltiples beneficios.