Por: Kurt Buchmann*
Dinamarca.- Los parásitos son muy específicos sobre a quién infectan. Sin embargo, siempre hay excepciones. El llamado “asesino de peces” es un parásito ciliado que causa problemas a casi todas las especies de peces de agua dulce. Este afecta a los peces silvestres como los de piscifactoría.
El parásito infecta al pez huésped y causa la enfermedad del “Punto Blanco”, que se vuelve fatal dentro de pocos días. En la actualidad, las granjas de peces emplean grandes cantidades de químicos para mantener el parásito a raya el parásito, conocido como Ichthyophthirius.
No obstante, el daño ambiental de estos químicos puede reducirse en el futuro gracias a un nuevo descubrimiento, en el cual mis colegas y yo acabamos de realizar en la University of Copenhagen (Dinamarca), en colaboración con colegas en los Países Bajos.
Un parásito devastador
No solo los piscicultores y los biólogos de agua dulce están familiarizados con la enfermedad. Y no son los únicos afectados cuando los peces se infectan: la enfermedad del punto blanco puede destruir un acuario en cuestión de días.
Ichthyophthirius es un verdadero sobreviviente. Tiene cuatro estadios de vida, y afortunadamente para el parásito, los actuales tratamientos químicos no funcionan de forma uniforme en todas estas etapas.
Estas cuatro etapa son:
1. La trofonte: el parásito vive en la piel y en las branquias
2. El tomonte: después de escapar de la piel el parásito nada libremente en el agua
3. Tomocisto: el tomonte secreta un quisto y produce numerosas células hermanas (terontes)
4. Teronte: estos terontes escapan del quiste e infectarán a los peces en unas pocas horas.
Molécula degradable mata a los parásitos en minutos
Nuestra investigación muestra que una molécula de la bacteria Pseudomonas HG pueden matar el parásito en cada etapa de su ciclo de vida fuera del huésped.
En cuestión de segundo a minutos después de la aplicación de la molécula tensioactivo, la membrana del parásito pierde agua y el contenido celular fluirá fuera de la célula.
Una vez realizado su trabajo, la molécula se descompone rápidamente en el medio ambiente, ya sea un lago, una piscigranja o un acuario, por lo que no se acumula con el tiempo.
Esta degradación típicamente ocurre en pocas horas, pero necesitamos estudiar esto más a fondo para saber exactamente cuánto tiempo toma.
El nuevo descubrimiento ofrece la esperanza de desarrollar una forma más eficaz y respetuosa ambientalmente para controlar este parásito mortal.
* Profesor, Departamento de Ciencias Veterinarias y Animales, University of Copenhagen, Dinamarca.
Fuente: Science Nordic