EEUU.- Cuando las microalgas del Golfo de México no tienen los ingredientes suficientes, ellas concentran su energía remanente en volverse mas y mas venenosa para asegurar su supervivencia, según un nuevo estudio de los científicos de North Carolina State University y la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).
El estudio muestra que la peligrosa y ubicua de las microalgas Karenia brevis, que causa las mareas rojas en todo el Golfo de México, se vuelven de dos a siete veces más tóxicas cuando los niveles de fósforo son bajos.
Al igual que una armadura, la producción de células altamente tóxicas permite a las microalgas defenderse contra los herbívoros oportunistas como el zooplancton.
Las mareas rojas en el Golfo están relacionados con la muerte de los peces y otros daños ecológicos y económicos en la región, y también están vinculados a las enfermedades respiratorias en los humanos. Estas proliferaciones ocurren anualmente en el Golfo, pero es difícil de predecir donde o cuando ocurrirán o cuánto tiempo va a durar.
Los Dres. Rance Hardison y Damian Shea, coautores de un artículo que aparece en la revista PloS ONE, dijeron que los hallazgos pueden ayudar a los administradores costeros ha hacer mejores predicciones sobre los efectos peligrosos de las mareas rojas.
“Los administradores de salud pública pueden probar los niveles de fósforo en las aguas en varios lugares del Golfo” dijo Hardison. “y conocemos que los niveles bajos podría indicar una alta toxicidad de las mareas rojas. Luego ellos pueden cerrar las áreas de cultivo de moluscos o tomar otras medidas para mantener la vida marina, y la humana, segura”.
Los investigadores evaluaron cinco diferentes especies de K. brevis de varios lugares geográficos y limitaron el crecimiento de algunas muestras mediante la retención del fósforo, mientras que al mismo tiempo las demás disfrutan de una dieta rica en fósforo. Dependiendo de las especies, las células algales con limitado acceso al fósforo tuvieron de 2.3 a 7.3 veces más toxinas que las células algales mantenidas con altos niveles de fósforo.
“Al final de la marea roja, cuando los nutrientes se agotan, K. brevis produce un estallido de toxicidad. Ahora entendemos el mecanismo biológico detrás de algunos de los niveles tóxicos vistos en las células algales del Goldo” indicó Shea.
La ironía de la relación inversa entre el fósforo y la toxicidad de las microalgas no ha pasado desapercibido para los investigadores.