El 57 % del pescado consumido en la Unión Europea proviene de China y del sudeste de Asia. Así, los productores europeos se enfrentan a una competencia feroz que no hace sino agravarse debido al agotamiento de las reservas pesqueras. En el caso de la producción de siluro, esta industria se ve desbordada por la importación de pangasius y se necesitan desesperadamente técnicas de producción de acuicultura más eficientes. Eso es justamente lo que promete el proyecto SILGEN.
Ante el estancamiento que muestra la producción de las industrias pesqueras y las dudas en materia de salud y medio ambiente que suscita la acuicultura, nunca se había observado una demanda tan alta de sistemas de acuicultura sostenibles capaces de ofrecer un suministro de productos saludables frescos, de alta calidad y de procedencia local que cumplan las estrictas reglas destinadas a la protección del consumidor, los peces y el medio ambiente.
Aranyponty Zrt., empresa húngara que produce agua dulce y explota una piscifactoría a gran escala de más de mil quinientas hectáreas en Retimajor, confía en responder a esta demanda con una técnica de acuicultura sostenible dirigida al siluro europeo (Silurus glanis). La tecnología que emplean hace un uso responsable de los recursos, es ecológica, más rápida y más productiva que las alternativas existentes, y para desarrollarla se ha contado con fondos de la Unión Europea, a través del Instrumento para las pymes, en el marco del proyecto SILGEN (Sustainable farming of European catfish (Silurus glanis) for innovative, resource efficient and eco-friendly pond farm production).
Ferenc Lévai, coordinador de SILGEN, explica los principales aspectos innovadores del proyecto y los resultados del estudio de viabilidad del mismo antes de su conclusión, prevista para el 31 de mayo.
¿En qué se diferencia su técnica de acuicultura de los métodos existentes?
En la acuicultura en estanques tradicional, las especies depredadoras de alta calidad (y de alto valor) solo se cultivan en policultivo con ciprínidos. La proporción es de aproximadamente del 3 % al 4 % de la producción total. Eso supone no más de treinta a cuarenta kilogramos por hectárea, incluso en piscifactorías tradicionales que podrían considerarse «correctas».
El pez con el que trabajamos, el siluro europeo, es además una especie depredadora de alto valor. Hasta ahora, este pez se criaba principalmente en estanques de tierra con una densidad muy baja, alimentándose de ciprínidos, o bien en sistemas cerrados en los que se nutría de piensos artificiales. Ambas técnicas se sitúan en los límites entre las pérdidas y los beneficios. Por eso la producción era tan escasa si se compara con la carpa o la trucha que se cultiva en Europa central y del Este.
En nuestro proyecto, combinamos esta técnica de utilización de sistemas cerrados con la recirculación de agua y el cultivo en estanque. Un sistema cerrado resulta excelente para la producción de ejemplares de un año, pero la producción de siluros con un tamaño adecuado para el consumo solo puede rivalizar con la agresiva competencia del panga asiático si se recurre al cultivo en estanque. Al combinar la producción de ejemplares de un año en «sistemas de acuicultura por recirculación» y la producción de pescado para el consumo en estanques, es posible reducir los plazos de producción a dos años (en lugar de los tres necesarios con el método antiguo) y aumentar la productividad de treinta a tres mil kilogramos por hectárea de siluro. En este caso, el pez se alimenta de piensos, pero también puede consumir muchos de los organismos naturales que se desarrollan en el agua del estanque. Esta circunstancia completa los nutrientes de su alimentación. Otra diferencia entre la nueva técnica que proponemos y la antigua es que aplicamos la recirculación de los estanques de una manera especial. Empleamos una tecnología que ahorra agua y, por la cual, el agua contaminada del estanque de cultivo intensivo se limpia en un estanque de «policultivo sin alimento» de baja densidad.
¿Por qué eligieron el siluro europeo?
El siluro europeo es el segundo pez de agua dulce de mayor tamaño, por detrás del majestuoso esturión. Se trata de una especie depredadora muy sabrosa, de crecimiento rápido, que no posee huesos intermusculares. Tolera bien las temperaturas bajas del invierno (a diferencia del siluro africano) y se puede criar en nuestros grandes estanques de carpas.
¿Qué han aprendido hasta ahora del estudio de viabilidad que elaboraron en la primera fase del programa Horizonte 2020?
La posibilidad de llevar a cabo un estudio de viabilidad en el marco de la primera fase del Instrumento para las pymes ha supuesto una excelente oportunidad para reforzar nuestra estrategia empresarial. La buena noticia es que nuestro proyecto tiene un mercado de vendedores y, al tratarse de una especie autóctona, no hay peligro alguno en el caso de que algunos especímenes se puedan escapar del estanque de cultivo e introducirse en ríos o lagos naturales.
También hemos aprendido que nuestro producto más exitoso va a ser el «filete fresco en hielo». Puede ser una buena competencia frente al pangasius. La frescura del producto y las cortas distancias de transporte son los factores más importantes y, por eso, la utilización de un pez autóctono va a suponer una gran ventaja.
¿Cuáles son las principales garantías que ofrecen a los clientes?
El objetivo del proyecto en curso enmarcado en la primera fase del Instrumento para las pymes es la realización de un estudio de viabilidad. Sin embargo, durante la segunda fase, tenemos previsto implantar un extenso proyecto piloto en nuestra explotación de mil quinientas hectáreas que permitirá dar a conocer la tecnología en un entorno real y será una garantía para el cliente.
¿Tienen pensado solicitar fondos para la segunda fase después de la finalización del proyecto en el mes de mayo? ¿Qué otros objetivos intentarán conseguir con esta financiación adicional?
Sin duda, nuestra intención es solicitar la segunda fase. Los fondos —que confiamos en que se nos concedan— se utilizarán principalmente con fines tecnológicos y para la comercialización de SILGEN. Tenemos previsto modificar los estanques de carpas para la cría del siluro y llevar a cabo una labor de «selección asistida por marcadores» para desarrollar una variedad de siluro aún más resistente y capaz de crecer más rápidamente.
Esta última iniciativa se llevará a cabo en estrecha colaboración con genetistas de la Universidad de Pannonia, en Hungría. La mejora de nuestra planta de procesamiento de pescado también será uno de los objetivos de desarrollo del proyecto.
¿A dónde espera que llegue la empresa de aquí a cinco años?
En nuestra propia piscifactoría (de aproximadamente mil quinientas hectáreas), pretendemos producir unas dos mil toneladas de siluro, mientras que en otras explotaciones colaboradoras, que suman unas cinco mil hectáreas, nos gustaría obtener otras dos o tres mil toneladas de siluro en un plazo de cinco años. Asimismo, nos gustaría convertirnos en el principal proveedor de alevines para las explotaciones colaboradoras.
SILGEN
Financiado con arreglo a H2020-SME-1
Página web del proyecto en CORDIS: http://cordis.europa.eu/project/rcn/199404_es.html
Fuente: Entrevista publicada en la revista de resultados research*eu nº 52 pp. 10-11