Las Palmas de Gran Canaria, España.- Científica evaluó la intensidad y duración de la respuesta inmune inducida por productos bacterianos obtenidos de Vibrio anginolyticus y Photobacterium damselae, y determinó el estado inmune como consecuencia de una infección por Nodavirus.
Las enfermedades son uno de los principales desafíos que tiene que superar la industria acuícola. A medida que la acuicultura se intensifica y diversifica, los peligros y riesgos biológicos para los animales, las personas y los ecosistemas también aumentan en número y diversidad. Entre los peligros se encuentran las enfermedades infecciosas.
Para controlar las enfermedades se emplean, habitualmente, agentes quimioterapéuticos, desinfectantes o vacunas. Sin embargo, los inmunoestimulantes se vienen convirtiendo en una eficaz herramienta frente a diversas enfermedades.
En este escenario, Jimena Bravo desarrollo una tesis doctoral con la finalidad de comprobar el efecto como inmunoestimulante en la dorada de distintos productos obtenidos a partir de dos patógenos muy prevalentes en la acuicultura canaria.
Bravo indica que “Uno de los efectos que producen los inmunoestimulantes es la activación del sistema interferón, que ocurre de forma natural en respuesta a una infección vírica, una estimulación inmune o diferentes estimuladores químicos”.
De acuerdo con Bravo, ella obtuvo como mejor inmunoestimulante el LPS de V. angilyticus, debido a que después de 24 horas de su inoculación la acción antiviral de Mx ya estaba en marcha, la máxima acción se presenta en el día 3 y su duración se mantiene casi 24 días.
Finalmente, Bravo indica que pudo observar que los virus causantes de la nodavirosis y linfocistis inducen la expresión del gen de la proteína Mx.