Noruega – El estudio del metabolismo de las grasas (también llamado metabolismo de los lípidos) en las células del salmón, muestra lo que sucede en las células durante el ayuno. El estudio demostró que las células grasas del salmón liberan lípidos de diferentes formas basados en el tipo de grasa que han almacenado en sus cuerpos.
Pero primero, algo de información sobre la alimentación del salmón. En el transcurso de tres décadas, la alimentación del salmón de cultivo pasó de consistir principalmente de materias primas marinas a consistir principalmente en materias primas de origen vegetal. De acuerdo con un informe de Nofima, en el año 2000, aproximadamente el 30% de los lípidos en la alimentación del salmón provenía del océano, mientras que en el 2016, solo el 10 por ciento era de origen marino.
Los científicos tenían la curiosidad sobre cómo el cambio de la dieta afecta la utilización de los lípidos. ¿La fuente de los lípidos afecta la capacidad del salmón para movilizar energía de los depósitos de grasa cuando se niega el acceso a los alimentos? Ellos descubrieron bastante sobre esto para estudiar la reacción de las células grasas cultivadas que se enriquecieron con varios ácidos grasos. Un nuevo método que emplearon fue seguir la secreción de lípidos en las células con oligoelementos radiomarcados.
“Esto es algo que no es fácil de estudiar en peces que están vivos, pero podemos realizar un estudio más detallado del metabolismo energético en las células cultivadas” dijo Bente Ruyter, quien lidera el grupo de investigación de Nofima que ha cultivado las células.
Adquiriendo conocimiento mediante pruebas celulares
Ruyter explica que las células son llamadas células primarias que se aíslan directamente de los peces vivos. Estas células retienen gran parte de la función de los peces vivos, a diferencia de las líneas celulares mantenidas durante varias generaciones. Ellos están demandando trabajar con ellos, pero son más relevantes con respecto a lo que realmente está sucediendo en el cuerpo.
Los científicos combinaron células de 20 peces y colocaron la mezcla en frascos de cultivo. Luego estudiaron qué sucede con la conversión de la grasa en las células durante la alimentación y el ayuno.
El ayuno es común en el salmón silvestre cuando experimentan largos períodos sin poder atrapar alimentos. En el salmón de piscifactoría, el ayuno es común durante el desove, durantes las enfermedades y antes de su sacrificio.
“Durante estos períodos, es vital para el salmón regular el metabolismo de las grasas en el cuerpo, por lo que es interesante estudiar cómo cambian estos procesos con las dietas alteradas” dijo Ruyter.
Como parte de la prueba, los científicos enriquecieron las células grasas con ácidos grasos seleccionados que están más o menos presentes en el alimento en comparación con lo que anteriormente era el caso. Los ácidos grasos son los componentes principales de los lípidos, y tienen varias propiedades, como saturados e insaturados.
Los investigadores evaluaron las respuestas del adipocito a tres diferentes ácidos grasos: ácidos palmítico, ácido oléico y ácido eicosapentaenoico. Ellos seleccionaron los ácidos grasos en base a su relevancia sobre las actuales prácticas de alimentación. “Mientras que el contenido de ácido oléico se ha incrementado en las dietas del salmón del Atlántico, el ácido palmítico y ácido eicosapentaenoico han disminuido” reportan.
Los ácidos grasos con los que se enriquecieron las células cultivadas son:
-El ácidos graso marino poliinsaturado llamado EPA, que el alimento contiene menos que antes.
-Un ácido graso típico de origen vegetal (ácido oleico), que el alimento contiene más que antes.
-Un ácido graso saturado (ácido de palma), que se puede encontrar en aceite de pescado y aceite vegetal.
-Más similar al metabolismo humano de lo que se pensaba.
Un hallazgo completamente nuevo del estudio es que el tejido adiposo del salmón reacciona al ayuno de la misma manera que reacciona el tejido adiposo en los humanos. Los tipos prevalentes de ácidos grasos en las células afectaron la cantidad de hormona leptina que secreta la célula. Esto es algo que los científicos no conocían. La leptina es una hormona que regula el apetito.
Durante la maduración sexual, cuando el salmón necesita transferir nutrientes del tejido adiposo a las células reproductivas, la grasa de transporta en forma de los llamados fosfolípidos, ésteres de colesterol y triglicéridos en el torrente sanguíneo. Anteriormente , se pensaba que se transportaban como ácidos grasos libres.
El estudio ha producido varios hallazgos:
Los tipos de ácidos grasos contenidos en la dieta afectan la cantidad de mitocondrias en las células y la liberación de ácidos grasos durante el ayuno.
Muchos de los mecanismos reguladores asociados con el metabolismo energético cuando están en una dieta rica en grasas parecen ser similares a los que se encuentran en los humanos.
Reconocimiento ganado
La publicación científica en la que se presenta los resultados del estudio se destacó como el mejor en la última edición de la International Journal of Molecular Sciences (IJMS).
“En esta revista, la mayoría de las investigaciones se enfocan en humanos, pero creo que el salmón se considera cada vez más como un posible modelo para humanos, Hemos realizado una investigación básica sobre peces que nunca antes se había hecho, y la combinación entre modelos de tejido adiposo y una mayor comprensión de los problemas relacionados con la obesidad probablemente atrajo la mirada de las personas” manifestó la científica de Nofima, Marta Bou Mira.
Ella es la principal autora del artículo, y lo ha escrito junto con investigadores en Nofima, Zhejiang University en China, la Oxford Centre for Diabetes en la University of Oxford, UK, y AquaGen en Norway.
Contacto
Marta Bou Mira
Scientist
Phone: +47 458 61 831
marta.bou@nofima.no
Bente Ruyter
Senior Scientist
Phone: +47 930 97 531
bente.ruyter@nofima.no
Referencia (acceso abierto):
Bou, Marta; Wang, Xinxia; Todorcevic, Marijana; Østbye, Tone-Kari K.; Torgersen, Jacob; Ruyter, Bente. 2020. «Lipid Deposition and Mobilisation in Atlantic Salmon Adipocytes.» Int. J. Mol. Sci. 21, no. 7: 2332.