Gainesville, EEUU.- Las pesquerías del mundo son una gran fuente de proteína, pero aun gestionándolas bien, ellas no serán capaces de satisfacer las necesidades de una población que se espera que exceda los nueve mil millones para el año 2050, dijo un experto del Institute of Food and Agricultural Sciences (IFA) de la University of Florida (UF).
La acuicultura debe crecer, dijo James Anderson, profesor de economía de los alimentos y recursos de la UF/IFAS.
Se espera que la producción acuícola se incremente en más del 60% y represente cerca de dos tercios de todo el abastecimiento de alimentos para consumo humano en el 2030, destacó Anderson, quien también dirige el Institute for Sustainable Food Systems en UF/IFAS.
A pesar del crecimiento mundial, es sorprendente que los EEUU haya registrado un casi nulo crecimiento en el consumo de alimentos de origen acuático per cápita, destacó Anderson. “De hecho, el consumo per cápita domestico de alimentos de origen acuático declino en cerca de 10% desde finales de los años 80, a pesar de las recomendaciones de la guía dietética federal para aumentar sustancialmente el consumo de alimentos de origen acuático” dijo Anderson. No obstante, el consumo de algunas especies, como el camarón, salmón, tilapia y pangasius, han crecido rápidamente. Todos ellos son mayormente importados y criados en granjas.
Además, la producción acuícola marina y costera en EEUU se ha estancado por 30 años, destacó el científico. En comparación, Noruega produjo aproximadamente el mismo volumen en productos acuícolas que EEUU a inicios de los años 90; ahora este país produce 500% más que los EEUU en sus áreas costeras y marinas.
Anderson instó a los acuicultores a continuar adoptando las mejores prácticas de gestión y de hacer conocer sobre la piscicultura a los consumidores.
“El sector acuícola debe comunicar mejor el valor de sus productos a los consumidores e inversores” manifestó Anderson.
De hecho, la acuicultura es altamente eficiente en la conversión del alimento, el uso del agua y es relativamente baja en efluentes y emisiones de gases invernaderos, dijo Anderson.
“El sector ha hecho grandes avances en el desarrollo de prácticas sostenibles para producir un alimento altamente nutritivo que tiene un buen sabor y puede ser bueno para el ambiente” destacó Anderson. “La industria debe hacer un mejor trabajo para controlar la enfermedad, mejorar las formulaciones de las dietas, controlar el fraude, el mal etiquetado y las prácticas insostenibles. Se debe trabajar más con la comunidad, las pesquerías tradicionales y fomentar una reforma en la regulación”.