Brasília, Brasil.- “El mundo ha ubicado al pescado como la principal proteína en el futuro, y Brasil tiene el potencial de volverse en un protagonista del sector” afirmó el Superintendente Técnico da Confederação da Agricultura e Pecuária do Brasil (CNA), Bruno Lucchi, durante la inauguración del taller “Inserção da Aquicultura no Agronegócio”.
“El taller es una oportunidad para generar conocimiento y llamar la atención en la producción acuícola” dijo Bruno durante la apertura del evento, que reunió a más de cien participantes.
Conducida por el profesor de la Faculdade de Medicina Veterinária e Zootecnia da Universidade de São Paulo (FMVZ/USP), Werner Martins, la primera conferencia del evento destacó los deseos del consumidor, que cada vez es más exigente. “Las personas desean un pescado de calidad, fresco, preparado y limpio, el productor debe identificar que nicho de mercado quiere” dijo Martins.
Según Martins, el acuicultor debe preocuparse por nuevas tecnologías, insumos, maquinarias y todo el proceso de producción. Por que, además de esto, es necesario valorizar al consumidor y comercializar el producto de la forma correcta. “Hoy, la mayoría de las personas consumen el pescado en restaurantes, debido a que son servidos de forma rápida. La demanda por pescado limpio y preparado ha crecido a lo largo de los años y el sector necesita acompañar esta demanda” concluyó.
El médico veterinario, consultor y analista de mercado, Fabiano Coser, fue el responsable de la conferencia “Coordenação de Cadeias Produtivas”. Él afirmó que “el resultado final de todo proceso de producción y distribución de insumos, de las actividades subsecuentes de cosecha, transporte, almacenaje, industrialización es la adición de valor en el sector de agronegocio y de consumo”.
De acuerdo con Coser, el consumidor tiene diez tendencias globales y el productor debe estar atento a ellas. Son los gastos por impulso, alimentación saludable, conciencia social y ambiental, importancia del ambiente comunitario, las frustraciones con el trabajo y la rutina, el gusto por el lujo, la democratización del consumo, el consumo pos-crisis, el uso de aplicativos y el apego visual.
“El productor rural debe identificar las necesidades de los consumidores, pues ellos son los agentes principales para el éxito del sector, en este caso de la acuicultura” afirmó Coser.