A través de un proyecto financiado con fondos europeos de cuatro años de duración se han hallado formas nuevas de cultivar microorganismos marinos y examinar si contienen biocompuestos de utilidad. Este avance podría tener implicaciones para la sanidad, los cosméticos y la farmacia, que se cuentan entre los numerosos sectores que ansían sacar partido a moléculas con valor añadido y con origen en el mar.
Además, se ha desarrollado un «kit de superviviencia» que contiene todo lo necesario para recoger cianobacterias (organismos marinos que obtienen energía a través de la fotosíntesis). «Espero usarlo en las expediciones al Mar Rojo programadas para mayo y al trópico del Océano Atlántico en septiembre a bordo del buque de investigación Pelagia», aseguró el profesor Lucas Stal, coordinador del proyecto MACUMBA.
Si bien los microorganismos marinos (bacterias, hongos, esponjas y algas) constituyen un recurso desaprovechado con gran potencial biotecnológico, el cultivo de estas moléculas de un modo sostenible y eficiente resulta costoso y difícil. A consecuencia de ello no se ha cultivado la inmensa mayoría de microorganismos marinos, y por tanto quedan sin explotar biocompuestos que podrían tener un gran valor.
El proyecto MACUMBA («Marine Microorganisms: Cultivation Methods for Improving their Biotechnological Applications»), programado hasta julio de 2016, propondrá formas nuevas de cultivar y potenciar la eficiencia en el cultivo de microorganismos marinos en hábitats tanto convencionales como extremos. Se han ensayado varios métodos novedosos, entre ellos el cocultivo de microorganismos interdependientes (que favorecen recíprocamente el crecimiento) y la imitación de sus entornos naturales. Asimismo, el equipo del proyecto ha aplicado nuevas técnicas automáticas para mejorar la eficacia a la hora de aislar microorganismos prometedores.
Otra característica interesante de este proyecto ha sido su hincapié en la comunicación entre células. Las células se valen de moléculas de señalización para coordinar sus acciones, y se cree que tales moléculas podrían cumplir una función importante por lo que se refiere a estimular el crecimiento de las mismas especies o incluso de otras.
Desde que se puso en marcha, el equipo se ha enfocado en dos zonas oceánicas principales. La primera es la zona fótica, esto es, la franja de agua oceánica expuesta a luz solar suficiente para que tenga lugar la fotosíntesis. En esta franja proliferan comunidades microbianas muy diversas. La segunda zona abarca los ecosistemas a profundidades extremas, donde se cree que pueden descubrirse numerosas moléculas y enzimas nuevas que, por las severas condiciones de su entorno, deben poseer propiedades inusuales.
Para cuando concluya el proyecto, el equipo responsable confía en haber aislado numerosas bacterias marinas novedosas y mejorado la eficacia de cultivo de microorganismos marinos de utilidad. MACUMBA tiene también la finalidad de aportar una comprensión exacta de la comunicación intercelular y también de la producción de moléculas bioactivas en organismos ya cultivados.
Todas las cepas de microorganismos recogidas en el marco de MACUMBA se pondrán a disposición del público en medios electrónicos lo antes posible. Las algas y cianobacterias se almacenarán en la Roscoff Culture Collection (RCC), Francia, y todos los organismos restantes en el Leibniz-Institut Deutsche Sammlung von Mikroorganismen und Zellkulturen GmbH («Colección Alemana de Cultivos Celulares y de Microorganismos», DSMZ).
Para los días 22 y 23 de septiembre de 2014 está programada la Asamblea General de MACUMBA en Cádiz (España). En noviembre de 2014 se celebrará en Madrid un encuentro para interesados de la industria que ha sido coorganizado con los proyectos Micro B3 (www.microb3.eu) y PharmaSea (www.pharma-sea.eu).
Para más información, consulte:
MACUMBA
http://www.macumbaproject.eu/
Ficha informativa del proyecto
http://cordis.europa.eu/projects/rcn/104389_es.html
Fuente: CORDIS