Lima, Perú.- El viceministro de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción, Javier Atkins, dió la bienvenida como ente observador de la ¨Red de intercambio de información y experiencias entre países de América Latina y El Caribe para prevenir, desalentar y eliminar la pesca Ilegal No Declarada y No Reglamentada (INDNR), a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
El anuncio oficial se llevó a cabo durante la clausura del taller especializado en temas de pesca ilegal, realizado en Lima del 25 de febrero al 01 de marzo, organizado por el Ministerio de la Producción en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el apoyo de la Unión Europea.
Participaron más de 70 representantes de diversas instituciones nacionales e internacionales, quienes se reunieron para definir medidas que hagan frente a la pesca ilegal en nuestro país.
La adición de la NOAA como entidad observadora es muy importante ya que su gran experiencia en combatir la pesca ilegal, fortalecerá a la Red y contribuirá en forma decisiva en la sostenibilidad de los recursos pesqueros. Cabe mencionar que Produce ejerce la Secretaría Técnica de la Red desde su creación en octubre 2017.
Asimismo, recientemente, ha sido presentada con una excelente acogida en Chile, durante el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), el principal foro para facilitar el crecimiento económico, la cooperación técnica y económica, la facilitación y liberalización del comercio y las inversiones en la región Asia-Pacífico.
Cabe indicar que a los seis países creadores de la Red se han sumado a la fecha 15 países y dos Organismos Internacionales integrados por 16 países más la Unión Europea, adquiriendo la Red un carácter global que potenciará la lucha internacional contra un negocio ilícito que bordea los US$25 mil millones, y es causa de depredación de los océanos y competencia ilegal de las pesquerías artesanales e industriales formales.
Las coordinaciones oportunas entre países permitirá denegar el ingreso a aguas jurisdiccionales y puertos nacionales a embarcaciones ilegales, que se verán obligadas a mayores desplazamientos en busca de puertos donde recargar combustible, comprar alimentos, servicios de mantenimiento, etc. con el consiguiente aumento en sus costos de operación que harán que la pesca ilegal sea un mal negocio.