Nutrición

Monitoreo acústico: la clave para optimizar la alimentación del camarón

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By Milthon Lujan

Camarón blanco del Pacífico. Fuente: ARS
Camarón blanco del Pacífico. Fuente: ARS.

En la acuicultura moderna del camarón Penaeus vannamei, la eficiencia lo es todo. Optimizar la alimentación es uno de los mayores desafíos, ya que un mal manejo no solo desperdicia alimento y dinero, sino que deteriora la calidad del agua y aumenta el riesgo de enfermedades. La industria busca con urgencia sistemas de alimentación inteligentes y precisos. Una tecnología prometedora, el monitoreo acústico pasivo (PAM), permite «escuchar» a los camarones mientras comen, pero hasta ahora, estos sistemas a menudo ignoraban un factor crucial: el ambiente del estanque.

Un reciente estudio publicado en la revista Animals ha arrojado luz sobre esta área gris. Investigadores utilizaron la tecnología PAM para descifrar cómo tres factores ambientales clave —temperatura, amonio y nitrito— modulan el comportamiento alimenticio y las señales acústicas del Penaeus vannamei. Los hallazgos confirman que escuchar a los camarones es una herramienta poderosa, pero solo si también medimos las condiciones de su entorno.

¿Cómo «escucharon» a los camarones? La metodología detrás del sonido

Para entender la relación entre el ambiente y la alimentación, los científicos de la Ocean University of China, de la Beijing Aquatic Product Technology Promotion Department y del Max Planck Institute of Animal Behaviour diseñaron un experimento meticuloso. Utilizaron camarones P. vannamei de aproximadamente 8 gramos y los aclimataron en tanques bajo condiciones controladas. Luego, crearon tres escenarios distintos:

  1. Gradiente de Temperatura: Grupos de camarones fueron expuestos a 20C, 26C (control) y 32C.
  2. Gradiente de Amonio: Se ajustaron las concentraciones de amonio a 4, 8 y 12 mg/L, además de un grupo de control en agua de mar natural.
  3. Gradiente de Nitrito: De manera similar, se expuso a los camarones a concentraciones de 10, 20 y 40 mg/L de nitrito.

Para cada condición, se utilizó un sistema de monitoreo acústico pasivo (PAM) equipado con hidrófonos para grabar los sonidos producidos por los camarones durante la alimentación. Simultáneamente, se grabó en video su comportamiento y se midió con precisión el consumo de alimento. El estudio se centró en los «clics», sonidos distintivos que los camarones emiten al comer y que están directamente relacionados con la cantidad de alimento que ingieren.

Lo que los sonidos y el comportamiento revelaron

El estudio demostró una correlación directa y estable: a mayor consumo de alimento, mayor era el número de «clics» registrados. Esta relación se mantuvo constante en todos los ambientes probados, validando el número de clics como un indicador confiable del estado de alimentación del camarón.

La temperatura: el gran estimulante

La temperatura fue, por mucho, el factor más influyente. A medida que la temperatura del agua aumentaba de 20C a 32C:

  • Aumentó el consumo de alimento: Pasó de 0.46 g a 0.95 g en 30 minutos.
  • Se dispararon las señales acústicas: El número promedio de «clics» se elevó de 388 a casi 2,948.
  • Cambió el comportamiento: Los camarones se volvieron más activos, pasaron más tiempo comiendo y menos tiempo buscando el alimento o en estado de reposo. A 20C, muchos camarones ni siquiera llegaban a la bandeja de alimentación, mientras que a 32C su actividad se concentraba en torno a la comida.

Amonio y nitrito: los supresores del apetito

Tanto el amonio como el nitrito tuvieron un claro efecto inhibidor sobre la alimentación.

  • Efecto del amonio: Una concentración de 12 mg/L de amonio redujo el consumo de alimento en 0.15 g y disminuyó los «clics» en más de 900 pulsos en comparación con el grupo de control. A nivel de comportamiento, los camarones en altas concentraciones de amonio pasaban más tiempo quietos y menos tiempo comiendo, mostrando una clara señal de estrés.
  • Efecto del nitrito: De forma similar, una concentración de 40 mg/L de nitrito también redujo el consumo de alimento en 0.15 g y el número de «clics» en más de 300. El nitrito no solo disminuyó el tiempo de alimentación, sino que también aumentó el tiempo que los camarones pasaban nadando y en reposo, lejos de la comida.

Estos hallazgos sugieren que el estrés causado por los compuestos nitrogenados obliga a los camarones a reducir su ingesta para conservar energía, una estrategia de supervivencia que impacta directamente en su crecimiento.

Implicaciones para la acuicultura de precisión: ¿Qué significa esto para el productor?

Este estudio no es solo un ejercicio académico; ofrece una hoja de ruta para el futuro de los sistemas de alimentación inteligentes en la acuicultura del camarón. Las conclusiones son claras y prácticas:

  1. La necesidad de sistemas integrados: Los alimentadores automáticos basados en PAM no pueden operar en un vacío. Es indispensable que se integren con módulos de monitoreo ambiental en tiempo real. Ignorar la temperatura, el amonio o el nitrito puede llevar a sobrealimentar, desperdiciar recursos y crear un círculo vicioso de contaminación del agua.
  2. La temperatura como eje central: Dado su enorme impacto, la temperatura debe ser el primer factor a considerar para ajustar las raciones de alimento. Un sistema inteligente debería aumentar la cantidad de alimento cuando la temperatura sube (dentro del rango óptimo) y reducirla drásticamente cuando baja, basándose en las señales acústicas para afinar la dosis.
  3. Señales de alerta temprana: Las altas concentraciones de amonio y nitrito actúan como un freno para el apetito. Un sistema integrado debería usar esta información para emitir alertas y reducir automáticamente la alimentación cuando los niveles de nitrógeno se eleven, previniendo la acumulación de alimento no consumido y protegiendo la salud del cultivo.

En resumen, la investigación confirma que la tecnología de monitoreo acústico pasivo es una herramienta viable y potente para evaluar el estado de alimentación del camarón en diversas condiciones. Sin embargo, su verdadero potencial solo se desbloqueará cuando los «oídos» que escuchan a los camarones estén conectados con los «ojos» que vigilan la calidad del agua. Este enfoque integrado es el siguiente paso lógico hacia una acuicultura verdaderamente precisa, sostenible y rentable.

Referencia (acceso abierto)
Zhang, H., Yang, C., Li, Y., Ma, B., & Zhu, B. (2025). Environmental Factors Modulate Feeding Behavior of Penaeus vannamei: Insights from Passive Acoustic Monitoring. Animals, 15(14), 2113. https://doi.org/10.3390/ani15142113