Noruega.- Un nuevo doctorado muestra que es posible cambiar la composición de ácidos grasos del salmón de cultivo mediante la crianza selectiva. Esto puede ayudar aún más a utilizar el omega-3 en la alimentación de una manera más efectiva.
El 04 de octubre, Siri Storteig de Nofima defendió su tesis doctoral sobre la investigación en la crianza selectiva y el omega-3 en el salmón del Atlántico en la Norwegian University of Life Sciences (NMBU).
Condiciones genéticas
“Descubrir las diferencias metabólicas entre individuos con niveles altos y bajos de omega-3 puede ayudar al salmón de cultivo a utilizar el omega-3 presente en el alimento de una forma más efectiva” dijo Storteig.
Estudios anteriores han demostrado un potencial de la crianza selectiva para aumentar los niveles generales de ácidos grasos omega-3 en el salmón, pero se carece del conocimiento sobre la relación entre los ácidos grasos omega-3 individuales y otros rasgos.
Esto es en lo que Storteig ha estado trabajando intensamente durante los últimos cuatro años.
Objetivo alcanzado
El objetivo general de la tesis doctoral de Storteig fue identificar la base genética y los mecanismos biológicos subyacentes asociados con el contenido de omega-3 en los filetes de salmón.
El trabajo de Storteig incluyó el estudio de familias de salmón de cultivo que viven bajo las mismas condiciones y fueron alimentados con la misma dieta durante toda la vida, por lo que los factores ambientales se redujeron al mínimo.
Hubo una gran variación individual en el contenido de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA en el tejido muscular de los peces, y tanto EPA y DHA fueron propiedades hereditarias, con una heredabilidad de 9 y 26%, respectivamente.
“Esto significa que el 9 y 26 por ciento de las diferencias entre los salmones se debe a sus genes. Por consiguiente, es posible cambiar la composición de ácidos grasos en el músculo del salmón mediante la crianza selectiva” explicó la científica.
Útil en la crianza selectiva
Los científicos también han visto que los niveles de omega-3 en los músculos están relacionados con la deposición de grasas y los procesos metabólicos, como el metabolismo de los carbohidratos, y con genes relacionados con el crecimiento muscular.
Además, hemos identificado una región en el genoma del salmón que está asociada con la variación del nivel de omega-3, donde pueden continuar tratando de encontrar qué genes gobiernan el contenido de omega-3 de los filetes de salmón.
“Esto puede ayudarnos a entender por qué algunos salmones tienen más omega-3 que otros, y también pueden ser útiles en la crianza selectiva” manifestó Storteig.
La investigación doctoral es parte del proyecto “Genomics of omega-3 in Atlantic salmon”. El proyecto de cuatro años fue financiado por el Research Council of Norway y fue una colaboración entre Nofima, NMBU, University of Southampton y SalmoBreed.
Contacto:
Siri Storteig Horn
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siri.storteig.horn@nofima.no