Salt Lake City, EE.UU.- La maricultura es inherentemente adaptable a las condiciones del cambio climático. Sin embargo, el establecimiento de operaciones de maricultura esta sujeta a la competencia ambiental, las demandas económica y social y las prioridades para el espacio oceánico. Un estudio explora como las leyes pueden promover la adaptación de la maricultura al cambio climático y la acidificación del océano.
En todo el mundo, mientras que las capturas pesqueras se han estancado y la demanda humana por proteína se incrementa, la acuicultura marina o maricultura viene expandiéndose rápidamente.
La expansión de la maricultura incrementa los problemas legales, como la ubicación para estas instalaciones, que clase de maricultura priorizar, y/o cómo controlar o minimizar los impactos ambientales de la acuicultura. La expansión de la maricultura puede resultar en problemas de hacinamiento marino, y la ubicación de las operaciones acuícolas están sometidas a las competencias de demanda ambiental, económica y social y prioridades con respecto al espacio oceánico, incluido la seguridad alimentaria, la pesca tradicional y comercial, las áreas marinas protegidas, infraestructura costera como puertos o instalaciones de energía en mar abierto, operaciones militares y herencia cultural.
La complicación de la situación de la gobernanza de la acuicultura es el hecho de que el océano está cambiando, principalmente como resultado de la sobrepesca, contaminación marina, cambio del clima y acidificación del océano. Estos impactos alteran cómo la acuicultura puede operar, y numerosas instalaciones acuícolas en varios lugares en todo el mundo ya vienen enfrentando los impactos del cambio climático y/o acidificación del océano.
El investigador Robin Kundis Craig de la University of Utah publicó un artículo de investigación donde explora cómo las leyes pueden promover la adaptación de la maricultura al cambio climático y la acidificación del océano. El artículo de Craig se concentró en el lado legal de la legitimidad, evaluando el problema de cómo puede realizarse la expansión de la maricultura en un ambiente cambiante, mientras que a la vez se preserva las reglas tradicionales de las leyes, como la participación pública, equidad, previsibilidad, responsabilidad y cumplimiento de los objetivos ambientales acordados.
Craig promueve modificaciones a los procesos de la planificación espacial marina, en el cual muchas naciones utilizan en los procesos para definir los usos de los espacios marinos, incluido la maricultura.
Él destaca que mediante una gestión adaptativa, una gobernanza adaptativa, y teorías de resiliencia, un enfoque de procedimiento modificado para la planificación espacial marina podría acelerar la legitimidad social de la acuicultura marina adaptativa.
Gobernanza adaptativa
La gobernanza adaptativa es una forma de gobernanza ambiental. La “Gobernanza” refiere a los medios a través de los cuales se eligen los objetivos colectivos, se toman decisiones y se realizan acciones para alcanzar esos objetivos; mientras que la “gobernanza ambiental” denota los mecanismos de gobernanza más específicos “relacionadas a las interacciones de la sociedad con los sistemas naturales”.
“La gobernanza adaptativa” describe a las instituciones emergentes que pueden gestionar y adaptarse a las circunstancias cambiantes. Debido a que la gobernanza adaptativa es una respuesta al dinamismo y cambio, la mayor parte de trabajo en esta área se ha concentrado en el agua y las cuencas de los ríos. Sin embargo, los sistemas marinos también son sistemas dinámicos y social-ecológicos complejos, y la gobernanza adaptativa es de creciente interés para los investigadores en la gobernanza marina.
La gobernanza adaptativa también puede ser conceptualizada como la respuesta de la gobernanza a la teoría de la resiliencia, que provee un relevante esquema científico para discutir el dinamismo ecológico y socio-ecológico.
La gobernanza marina es sensible a la gestión adaptativa. Primero, existe una alta incertidumbre con respecto a la mayoría de los sistemas marinos y sus respuestas a la sobrepesca, contaminación, cambio climático y acidificación del océano, entre otros estresores. Segundo, muchas interacciones humanas con los sistemas marinos son controlables. Tercero, las medidas de gestión implementados para mejorar la resiliencia de los sistemas marinos son poco probable que impliquen un riesgo irreversible al sistema. Finalmente, el océano es inherentemente dinámico y cambiante como resultado de los estresores.
La expansión de la maricultura en un océano cambiante es un tema apropiado para la gobernanza adaptativa. Hay tres aspectos de las leyes que son importantes en la gobernanza de la maricultura: estructura, capacidad y proceso.
Legitimidad de la maricultura adaptativa
Las leyes pueden ayudar a enfrentar nuevos problemas de gestión de los recursos naturales en varias formas. La sustantiva intervención legal es una respuesta común a los problemas de los recursos naturales, y las leyes pueden usar muchos requisitos sustantivos para mejorar la resiliencia marina y sostener la gobernanza adaptativa en el contexto de la maricultura.
Un mundo cambiante requiere de nuevos enfoques para la gobernanza, pero el impulso de adaptación debe respetar la necesidad de que las innovaciones de la ley y las políticas sean legítimas socialmente y fomenten el estado de derecho.
Referencia:
Craig, R. K. (2019). Fostering adaptive marine aquaculture through procedural innovation in marine spatial planning. Marine Policy, 103555. doi:10.1016/j.marpol.2019.103555
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308597X19303197