Seattle, EEUU.- Un nuevo estudio proporciona una de las primeras evaluaciones globales del potencial de la acuicultura marina sostenible bajo los patrones actuales de gobiernos, políticas y capital.
La mayor producción de pescados y mariscos proviene de la acuicultura; sin embargo, se mantiene la incertidumbre que rodea la capacidad de los océanos para abastecer sosteniblemente este crecimiento de la demanda por alimentos. Un aspecto clave de esta incertidumbre es si existe la gobernanza para regular y gestionar el crecimiento de la acuicultura.
Cuando un sistema de producción de alimentos carece de apropiados estándares de regulación, pueden presentarse resultados negativos para el ambiente y la industria, y la acuicultura no era la excepción.
Aún cuando sólo un tercio de la producción acuícola actual proviene del ambiente marino, las operaciones marinas están creciendo y trasladándose a mar abierto. Este tipo de acuicultura frecuentemente es referido como acuicultura offshore o acuicultura en mar abierto. No obstante, la regulación para la acuicultura marina no parece estar bien establecidas en muchas partes del mundo.
Además de las diferencias en el ambiente regulatorio, los países desarrollados y en desarrollo también enfrentan problemas distintos con respecto al éxito económico y la factibilidad de establecer tecnologías marinas en el futuro.
La inversión en la acuicultura marina pueden proveer resiliencia en el abastecimiento de alimentos en los países que actualmente dependen de la pesca, que puede ser vulnerable al cambio climático y a los ciclos ambientales de escasez y abundancia. En el ámbito mundial, la acuicultura marina contribuye a la disponibilidad de pescado y previene el incremento de precio que podría ocurrir debido al crecimiento de la demanda.
Los investigadores de la University of Washington, University of California, Florida State University combinaron bases de datos mundiales sobre la calidad de la gobernanza, el capital, el comercio y la producción, y la sustentabilidad biofísica de las aguas marinas para determinar las oportunidades de la acuicultura marina. Ellos clasificaron a los países en tres categorías: (1) tienen una combinación ideal pero no están produciendo; (2) poseen un gran riesgo ambiental; y (3) tienen un alto producto bruto interno y estándares de gobernanza y están produciendo a pesar de no tener los mayores potenciales biológicos de crecimiento.
La gobernanza es la red de reglas, instituciones y actores involucrados en la toma de decisiones de un país. La buena gobernanza en el contexto de la acuicultura es, por lo tanto, un estado de apoyo cuyas regulaciones y políticas brindan seguridad para que las partes interesadas prosperen a la vez que mantienen la armonía social y la administración del medio ambiente natural. A pesar de su importancia, las políticas y regulaciones explícitas para los países con respecto a la acuicultura marina son difíciles de determinar debido a las barreras del idioma y las restricciones gubernamentales de acceso.
“Existen numerosas oportunidades no explotadas para los países, por ejemplo en el Pacífico y el Caribe, con una buena gobernanza y el crecimiento potencial para la acuicultura marina, particularmente para aliviar las preocupaciones de la seguridad alimentaria local” reportan los investigadores.
Ellos también indican que en comparación, los países que vienen produciendo a través de la acuicultura marina a pesar de no tener las aguas biológicamente adecuadas, cuentan con capital, demostrando que la producción es claramente posible, pero podría ser menos sostenible u óptimo.
“Notablemente, muchos países activos en el espacio de la acuicultura marina parecen tener algún nivel de regulación asociada y supervisión ambiental, pero parecen carecer de marcos claros para el crecimiento emergente en el sector, particularmente en la producción en mar abierto” destacaron.
Los investigadores destacan que en los países en donde el desarrollo de la acuicultura marina no está restringido, probablemente las operaciones continúen expandiéndose en mar abierto debido a que la demanda por proteína se incrementa mundialmente. No obstante, un sector en mar abierto pobremente regulado presenta una amenaza ecológica.
Referencia:
Davies, I. P., Carranza, V., Froehlich, H. E., Gentry, R. R., Kareiva, P., & Halpern, B. S. (2019). Governance of marine aquaculture: Pitfalls, potential, and pathways forward. Marine Policy, 104, 29–36. https://doi.org/10.1016/j.marpol.2019.02.054
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308597X18302537