Estocolmo, Suecia.- Los alimentos de origen acuático más populares que se comercializan en los supermercados de la región de Estocolmo contienen la neurotoxina Beta-Metilamino-L-Alanina (BMAA), mostró una tesis doctoral de la Stockholm University. BMAA es aminoácido de origen natural con una posible relación con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica. Este es el primer estudio para medir el BMAA en los alimentos de origen acuático comercializados en los mercados tropicales.
“Detectamos BMAA en el mejillón azul, ostras, camarones, platija, char y arenque, pero no en el salmón, bacalao, perca y cangrejo de río” dijo Liying Jiang, estudiantes de PhD en el Department of Environmental Science and Analytical Chemistry (ACES) de la Stockholm University.
Los aminoácidos son bloques de proteínas. Hay 20 aminoácidos comúnmente utilizados en la fabricación de proteínas, pero el BMAA no es uno de ellos. No esta claro como el BMAA es capaz de conducir a la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Se viene discutiendo que el BMAA puede ser erróneamente incorporado en las proteínas durante la síntesis y, a su vez, va a cambiar su forma normal y función que lleva a la aparición o acelerando el progreso de enfermedades neurodegenerativas.
El aminoácido BMAA fue aislado e identificado en extractos de semilla de árboles de cícadas en la isla Guam en el Pacífico, en el año 1967. BMAA podría haber estado relacionada a las enfermedades neurodegenerativas que prevalecían en Guam durante los años 50, como un importante factor de riesgo ambiental.
“Ha sido reportado que los productores de BMAA en la naturaleza es el fitoplancton, que se encuentra en la parte inferior de la cadena alimentaria. En este escenario, la entrada de BMAA en la cadena alimentaria es inevitables” dijo Jiang.
Jiang puntualiza que los consumidores pueden estar seguros de que los niveles de BMAA que ella y sus colegas midieron en los alimentos de origen acuático comerciales están por debajo para causar efectos tóxicos directos en animales y menos aún en los seres humanos. Sin embargo, la científica enfatiza que debemos actuar con cautela debido a la escasez de datos disponibles sobre la distribución y función del BMAA.
“Se has sugerido que BMAA puede ser una toxina lenta, posiblemente con un potencial de biomagnificación, lo que significa que sus niveles podrían elevarse cuanto más arriba en la cadena alimentaria se encuentra. Consecuentemente es importante monitorear su distribución en nuestro ambiente y comprender los medios por los cuales son almacenados y liberados por los organismos. Estos son aspectos necesarios que necesitamos resolver” dijo Jiang.
El estudio se realizó gracias a la colaboración del Department of Environmental Science and Analytical Chemistry (ACES) de la Stockholm University and the National Food Agency en Suecia.
Referencia (abierto):
Liying Jiang, Nadezda Kiselova, Johan Rosén & Leopold L. Ilag. 2014. Quantification of neurotoxin BMAA (β-N-methylamino-L-alanine) in seafood from Swedish markets. Scientific Reports 4, Article number: 6931. doi:10.1038/srep06931
http://www.nature.com/srep/2014/141106/srep06931/full/srep06931.html