Después de un estudio multi-institucional detallado de tres años, un consorcio de científicos está pidiendo una revisión de la legislación de la Unión Europea (UE), que actualmente prohíbe el uso de insectos como fuente de proteína en los piensos para animales.
La UE importa alrededor del 70% de la proteína necesaria para la alimentación animal, y enfrenta competencia adicional por ingredientes proteicos debido al crecimiento de la población. Además, los países en desarrollo están consumiendo productos de animales a una tasa creciente, y el rápido crecimiento de la industria acuícola está demandando más proteínas para los piensos acuícolas.
En un esfuerzo por enfrentar los desafíos del crecimientos, los científicos participantes del proyecto PROteINSECT, pasaron los tres últimos años investigando el potencial de usar insectos (especialmente larvas de mosca) como una fuente de proteína alternativa y adicional. Los insectos son ricos en proteína y son un componente natural de las dietas de muchos peces y de las aves.
Las larvas de las moscas pueden ser criadas en un amplio rango de desechos y subproductos, ofreciendo una vía para la recuperación de valor de materiales que tradicionalmente son desechados por la agricultura y la industria de alimentos. El reprocesamiento biológico de los desechos orgánicos es un concepto clave de la investigación de PROteINSECT en el uso de proteína de los insectos en la alimentación animal.
Los insectos no solo son capaces de proveer el potencial de extraer proteína de los materiales desechados, también facilita la reducción significativa en el volumen de los desechos. Los científicos encontraron que las larvas de las moscas pueden reducir la masa de los desechos orgánicos, hasta 60% en 10 días.
Como parte del proyecto, se realizaron pruebas de alimentación con peces, aves de corral y cerdos durante el 2015 en Europa (Bélgica y Reino Unido). Estas pruebas evaluaron la ganancia en peso y las tasas de crecimiento, además de factores específicos como las tasas de crecimiento en salmón del Atlántico. Los resultados indican que el uso de las larvas de mosca común pueden proveer una harina adecuada que puede ser usada para reemplazar hasta la mitad de la harina de pescado, sin afectar el rendimiento de los peces o la composición proximal.
Los científicos encontraron que las larvas de la mosca contienen relativamente altos niveles de aminoácidos claves como metionina y lisina, proveyendo un perfil de proteína que similar a la harina de pescado, que a las proteínas de origen vegetal.
Mayor información sobre el proyecto en: http://www.proteinsect.eu/