Bogotá, Colombia (Agencia de Noticias UN).- El estudio realizado por un biólogo de la Universidad Nacional, sobre un tipo de cangrejos de agua dulce en Colombia, abre la puerta a un cambio en la taxonomía de este crustáceo, es decir, a una variación en su clasificación.
Esta investigación del biólogo de la Universidad Nacional, Manuel Enrique Pedraza, da cuenta de un género conocido como Spirocarcinus, que está dentro de una tribu (subfamilia) de cangrejos de agua dulce y, tras ser analizado morfológicamente, tiene características particulares que deben considerarse para sacarlo del grupo Kingsleyini y así formar parte de una clasificación distinta.
Los cangrejos son crustáceos cuya mayor familiaridad para los seres humanos, a parte de sus tenazas, es su desplazamiento de manera diagonal en la arena del mar. Sin embargo, este tipo de animales no es único, simplemente hace parte de uno muy popular para dicho hábitat.
Existen también los cangrejos de agua dulce que, aunque menos conocidos, registran 1.800 especies en todo el planeta; de estas, 89 se encuentran a lo largo y ancho del territorio colombiano.
Manuel Enrique Pedraza, doctor en taxonomía animal y biodiversidad de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), se dedicó a estudiar la tribu de crustáceos Kingsleyini, concentrada en la región de la Amazonia, para soportar el cambio de clasificación según sus estudios morfológicos.
Los cangrejos de agua dulce se dividen en dos grupos: Pseudothelphusidae y Trichodactylidae, que habitan en el Centro y Sur de América, únicamente.
Kingsleyini corresponde a una de las cinco tribus que conforman la familia tropical de cangrejos de agua dulce Pseudothelphusidae. Actualmente, son consideradas 59 especies agrupadas en 13 géneros dentro de Kingsleyini, con distribución asociada a los sistemas hídricos de la cuenca del Amazonas y del Orinoco.
El análisis filogenético fue realizado a partir de 92 caracteres sobre 57 taxones terminales (grupo de organismos emparentados), 49 del grupo Kingsleyini y ocho en el grupo Pseudothelphusidae.
Los estudios morfológicos se realizaron con microscopios electrónicos, a partir de cortes histológicos para el estudio de los tejidos.
A raíz de estas observaciones, la gran mayoría de diferencias entre las especies están en los apéndices sexuales masculinos. Estas estructuras permiten diferenciar las especies y agruparlas en géneros de acuerdo con sus similitudes.
Además de los apéndices, otras estructuras como las antenas, el esternón torácico, los apéndices bucales y la frente también resultaron significativamente diferentes y aportaron información valiosa para realizar las agrupaciones. Spirocarcinus evidenció distinciones frente a Kingsleyini en cuanto a las cerdas de las antenas mandibulares.
Las antenas, el esternón torácico, los apéndices bucales también fueron importantes para ayudar a definir géneros al interior de Kingsleyini, además de contribuir a formular la hipótesis evolutiva. Por ejemplo, las antenas con el último segmento mayor al segmento precedente es característica exclusiva de las especies del género Kingsleya.
“Según nuestro estudio, Spirocarcinus es más similar a las especies de Potamocarcinini (otra tribu) que a Kingsleyini, y por eso ese género debe ser clasificado allá”, puntualizó Manuel Enrique Pedraza.