Patologías

Alerta de bioseguridad en los RAS: la transmisión aérea de patógenos es un riesgo real

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By Milthon Lujan

Salmones del Atlántico en tanque circular. Cortesía CSIRO.
Salmones del Atlántico en tanque circular. Cortesía CSIRO.

Los sistemas de recirculación en acuicultura (RAS) se han posicionado como una de las soluciones más prometedoras para la producción sostenible de salmón del Atlántico. Su principal ventaja radica en ser sistemas cerrados que ofrecen, en teoría, una bioseguridad superior y un mayor control ambiental. Sin embargo, la transmisión de patógenos sigue siendo una preocupación crítica.

Si bien la transmisión horizontal a través del agua está ampliamente documentada, un reciente estudio realizado en dos granjas comerciales de smolt de salmón del Atlántico en las Islas Feroe ha puesto sobre la mesa una vía de contagio hasta ahora subestimada: el aire.

Por primera vez en condiciones de campo, un equipo de investigadores de la Faroese Food and Veterinary Authority, de Hiddenfjord ha proporcionado evidencia de que los virus clave del salmón, incluyendo el virus de la viruela de la branquia del salmón (SGPV), el virus no virulento de la anemia infecciosa del salmón (ISAV-HPR0) y el virus de la necrosis pancreática infecciosa (IPNV), pueden aerosolizarse.

Este descubrimiento, que incluye la primera aislación de IPNV viable desde aerosoles en un RAS, enciende las alarmas sobre los riesgos de transmisión aérea y la necesidad de reevaluar las medidas de bioseguridad en estas instalaciones.

Conclusiones clave

  • Es el primer estudio en un entorno comercial que demuestra la presencia de SGPV, ISAV-HPR0 y, crucialmente, IPNV viable en aerosoles dentro de sistemas RAS de salmón del Atlántico.
  • Los hallazgos sugieren que la transmisión de patógenos en RAS no se limita al agua, sino que existe un riesgo potencial de transmisión aérea, lo que tiene implicaciones significativas para la bioseguridad.
  • Las salas de biofiltros y los degasificadores fueron identificados como los principales puntos de generación de aerosoles cargados de patógenos, mostrando concentraciones más altas que las de los tanques de cultivo.
  • El muestreo de «agua anestésica» (el agua utilizada para anestesiar a los peces para el muestreo) demostró ser un método no invasivo superior al agua del tanque para detectar patógenos, reflejando mejor la dinámica de la infección en los peces.
  • La carga de patógenos SGPV e ISAV-HPR0 detectada en los aerosoles reflejó directamente las tendencias de infección observadas en los peces y en el agua, confirmando que a medida que la infección aumenta en el sistema, también aumenta su presencia en el aire.

El estudio: buscando patógenos en el aire, el agua y los peces

Para entender la dinámica de los patógenos, los investigadores implementaron un monitoreo exhaustivo durante nueve semanas en «Smolt Farm 1». El equipo recolectó muestras de tres matrices diferentes:

  1. Peces: Se tomaron hisopos de branquias y riñones, principalmente de peces moribundos o con comportamiento anormal.
  2. Agua: Se analizaron tanto el agua de los tanques de cultivo (agua primaria) como el agua anestésica, es decir, el agua utilizada para sedar a los peces durante el muestreo.
  3. Aerosoles: Se utilizaron dos tipos de muestreadores de aire (Coriolis+ y Coriolis Compact) para capturar partículas en el ambiente.

Las muestras se analizaron para detectar cinco patógenos clave en la producción de smolts en las Islas Feroe: SGPV, ISAV-HPR0, PRV-1, IPNV y la bacteria Flavobacterium psychrophilum.

Los patógenos están en el aire

Los hallazgos del estudio fueron reveladores. En la granja 1, no se detectaron patógenos en los «peces no expuestos» de la sala A (zona de cuarentena). Sin embargo, tras su traslado a la sala B, que albergaba «peces que habían sido expuestos» de un grupo anterior, se observó un claro patrón de infección.

Un patrón de infección secuencial

La infección comenzó con un brote de SGPV, que alcanzó su punto máximo a los 7 días postintroducción, coincidiendo con un aumento de la mortalidad. A esto le siguió una infección transitoria por ISAV-HPR0 y, finalmente, una infección progresiva por PRV-1 hacia el final del período de muestreo. También se detectó IPNV de forma intermitente.

Lo más sorprendente fue que todos estos patógenos fueron detectados en las muestras de aerosoles.

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Las tendencias de SGPV e ISAV-HPR0 en los aerosoles reflejaban fielmente los picos de infección observados en los hisopos de los peces y en las muestras de agua. En contraste, los patógenos internos como IPNV y PRV-1 tuvieron una representación mucho más baja en los aerosoles, probablemente debido a infecciones subclínicas que limitan su liberación al agua y, por ende, al aire.

La primera prueba de campo: IPNV viable en el aire

Detectar el material genético (ARN/ADN) de un virus en el aire es importante, pero no prueba que el virus sea infeccioso. Para confirmar esto, el equipo intentó aislar virus viables en cultivos celulares.

En la granja 1, aunque se detectó ARN de IPNV, no se logró cultivar el virus viable. Los investigadores sospecharon que esto pudo deberse a la estrategia de muestreo inicial (uso de surfactantes y almacenamiento prolongado).

Por ello, realizaron un muestreo específico en «Smolt Farm 2», que estaba experimentando un brote clínico de IPNV. Con una estrategia optimizada (sin surfactantes y procesamiento inmediato), el resultado fue histórico: lograron aislar IPNV viable de las muestras de aerosol.

El virus cultivado a partir del aire mostró los efectos citopáticos (CPE) característicos del IPNV en las líneas celulares. Este hallazgo es la primera evidencia de campo de que el IPNV viable puede ser aerosolizado en un RAS, demostrando que el riesgo de transmisión aérea no es solo teórico.

Biofiltros y degasificadores: los puntos calientes de generación de aerosoles

El estudio no solo confirmó qué patógenos estaban en el aire, sino dónde eran más abundantes. Las muestras de aerosoles tomadas en la sala de biofiltros (que contenía filtros de tambor y degasificadores) mostraron tasas de detección y cargas de patógenos consistentemente más altas en comparación con las muestras tomadas sobre los degasificadores locales de los tanques.

Esto sugiere que componentes del RAS como los degasificadores (que extraen CO2 introduciendo grandes cantidades de aire) y los filtros de tambor (que rocían agua mecánicamente) actúan como generadores de aerosoles, de forma similar a como se forma el «spray marino». Durante un brote, estos componentes aerosolizan continuamente los patógenos presentes en el agua.

Una nueva herramienta de vigilancia: el poder del agua anestésica

Un hallazgo secundario de gran valor práctico fue la validación del agua anestésica como un método de vigilancia no invasivo mejorado.

Los investigadores compararon la detección de patógenos en el agua del tanque frente al agua utilizada para anestesiar a los peces durante el muestreo. Para los patógenos branquiales (SGPV e ISAV-HPR0) y la bacteria F. psychrophilum, el agua anestésica mostró:

  • Mayor detección: Niveles de patógenos consistentemente más altos (Cq más bajos).
  • Mejor correlación: Una correlación positiva más fuerte con las cargas virales encontradas en los hisopos de los peces.
  • Mayor robustez: El agua anestésica no se vio afectada por un evento de limpieza parcial del tanque, que sí diluyó las muestras de agua primaria.

Esto sugiere que el proceso de manejo facilita la liberación de patógenos y que el volumen de agua anestésica, más pequeño y definido, concentra el material genético, mejorando la sensibilidad de la detección. Si bien no reemplaza el diagnóstico individual, es un indicador superior de la prevalencia de patógenos a nivel del sistema.

Implicaciones para la bioseguridad en RAS: más allá del agua

Este estudio cambia fundamentalmente la percepción de la bioseguridad en RAS. Demuestra que los patógenos acuáticos pueden convertirse en patógenos aéreos dentro de la instalación.

Los RAS importan continuamente grandes volúmenes de aire para su funcionamiento (ej. degasificación, aireación). Si este aire no se descontamina en la entrada y salida, existe un riesgo constante de generación y propagación de aerosoles cargados de patógenos durante los brotes.

Esto plantea dos riesgos claros:

  1. Contaminación interna: Aerosoles de un sistema RAS afectado pueden viajar a través del aire a otros sistemas supuestamente aislados dentro de la misma granja.
  2. Contaminación externa: Dependiendo de la proximidad de las granjas, los aerosoles expulsados podrían viajar a instalaciones vecinas o incluso a sitios marinos cercanos.

El aislamiento de IPNV viable, un virus resistente, subraya este riesgo. Además, la detección de ISAV-HPR0 en aerosol respalda la hipótesis de que este virus podría introducirse en las piscifactorías desde el entorno marino a través de aerosoles (como el «spray marino»), un proceso que los degasificadores del RAS imitan.

En conclusión, este trabajo proporciona la primera evidencia de campo de que SGPV, ISAV-HPR0 e IPNV viable están presentes en los aerosoles de los RAS. Los productores y operadores deben ahora considerar el aire como una vía potencial de transmisión de patógenos, lo que exige una reevaluación de los protocolos de bioseguridad para incluir la gestión y posible descontaminación del aire.

Contacto
Dhiraj Krishna
National Reference Laboratory for Fish and Animal Diseases, Faroese Food and Veterinary Authority
Torshavn, Faroe Islands

Department of Veterinary and Animal Sciences, University of Copenhagen
Copenhagen, Denmark
Email: dkr@hfs.fo

Referencia (acceso abierto)
Krishna, D., Petersen, P. E., Dahl, M. M., Egholm, I., & Christiansen, D. H. (2025). First field evidence of aerosolised SGPV, ISAV-HPR0, and IPNV in Atlantic salmon RAS highlights transmission and biosecurity risks. Scientific Reports, 15(1), 1-19. https://doi.org/10.1038/s41598-025-21970-y