Por Claudia Karina Gómez Cancino
Tepic, México (Agencia Informativa Conacyt).- Con la finalidad de mejorar la producción camaronera en el país, el doctor Emilio Peña Messina, especialista en acuicultura del Centro Nayarita de Innovación y Transferencia de Tecnología (CENIT2), propone el cultivo integrado de especies acuáticas y otras tecnologías innovadoras en granjas camaroneras.
El experto, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), explicó a la Agencia Informativa Conacyt que dentro de su investigación para la biorremediación en la acuicultura ha estado evaluando organismos biofiltradores como ostiones, mejillones, almejas, patas de mula y recientemente navajuelas, que contribuirían a evitar la contaminación orgánica de las granjas de camarón.
“Evaluamos también especies de macroalgas como filtros biológicos para la asimilación de nutrientes, porque los camarones, como todo los organismos acuícolas, excretan amonio y este es un contaminante que causa eutrofización en los ecosistemas acuáticos”.
“Las plantas asimilan este compuesto como nutriente y lo transforman en biomasa vegetal, es decir, sirve a las plantas como fertilizante”, abundó.
La propuesta para mejorar la producción camaronera en México consiste en el uso de tecnologías innovadoras, como el cultivo integrado de camarón con otras especies, así como el cultivo en biofloc.
Este, dijo Peña Messina, es un modelo de aprovechamiento que plantea la reconversión productiva para el cultivo intensivo, bioseguro, ecoeficiente y rentable de camarón, con bajo impacto en ecosistemas costeros.
México y su potencial de crecimiento camaronícola
El doctor Peña Messina, egresado del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), expuso que el camarón es un producto consolidado en el mercado nacional e internacional, y que la región noroeste de México tiene una vocación muy marcada para su producción; sin embargo, no alcanza a ser competitivo en los mercados internacionales.
“El mercado nacional está insatisfecho, y en el mundo, México es uno de los productores con mayor potencial de crecimiento, desafortunadamente por nuestros altos costos no competimos con la producción de camarón de Centroamérica, por ejemplo”, dijo.
En ese sentido, notó que el país se encuentra en desventaja con otros exportadores de camarón a Estados Unidos, con quien existe la oportunidad de negocio, a partir del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), en los nichos que se basa en la comercialización de camarón fresco, congelado y otros productos derivados que México no ha explotado.
Este proyecto, resaltó Peña Messina, pretende validar tecnologías innovadoras en la producción intensiva que ofrecerían rendimientos de hasta 10 veces más por unidad de superficie en el cultivo del crustáceo.
Biogranjas camaroneras
Actualmente es común el uso de estanques de tierra para el cultivo de camarón, lo que genera dependencia de los recursos naturales y procesos de contaminación que recaen en los ecosistemas costeros, donde condicionan enfermedades que afectan el cultivo, refirió el investigador.
El uso de las nuevas tecnologías permitiría controles sanitarios puntuales, reciclaje del agua y cuidados al ambiente. La productividad de camarón en Nayarit, por ejemplo, llega a ser de entre 600 y 800 kilogramos por hectárea, que es una cantidad muy baja, dijo, porque es manejada de manera artesanal.
“Con el uso de sistemas de recirculación y los cultivos multitróficos —que tienen como alimento los desechos del cultivo de otros organismos—, donde cultivamos camarones con ostiones, almejas y macroalgas, resolvemos todo el problema”.
“En estos tanques se aísla el contacto del cultivo con el suelo y se imita el uso del agua de los sistemas naturales, y con eso hay un mejor control sanitario, ya que los desechos orgánicos son completamente reciclados”, expuso.
Tecnología al alcance de los productores
El uso de estas tecnologías rompería con el esquema tradicional e implementaría un nuevo modelo de aprovechamiento y producción, aseveró el doctor en ecofisiología de organismos acuáticos, quien dijo que ya se ha presentado el proyecto a acuicultores del municipio de Tecuala y otros empresarios del sector.
“México produce camarón con tecnologías tradicionales, prácticamente estamos en la edad de piedra y tenemos un potencial de crecimiento grande. Es cara esta tecnología, pero hemos podido evaluar a escala experimental los sistemas y encontramos que la rentabilidad entre ellos es similar (entre 35 y 40 por ciento)”, explicó.
Asimismo, aseguró que las Sociedades de Producción Rural (SPR) son sujetos de apoyo ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de fondos de innovación, porque implica, explicó, el uso o modificación de tecnología en áreas productivas.
Por último, mencionó que estas tecnologías se están utilizando con éxito en Arabia Saudita, Israel, Tailandia, Indonesia, donde la producción es a escala industrial; y en México, están siendo evaluadas en estados como Sonora y Sinaloa, que ya utilizan el biofloc para el cultivo de larvas de camarón.