Sistemas de Cultivo, Impacto Ambiental

¿Cómo afectan el ruido y la luz de los robots al salmón de cultivo?

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By Milthon Lujan

Diseño experimental. Fuente: Zhang et al. (2025); Frontiers in Robotics and AI, 12, 1657567.
Diseño experimental. Fuente: Zhang et al. (2025); Frontiers in Robotics and AI, 12, 1657567.

La acuicultura moderna avanza a pasos agigantados, integrando robótica, sensores y sistemas autónomos para optimizar la producción. Sin embargo, esta tecnificación introduce nuevos factores en el entorno de los peces: el ruido de los motores y la luz de los equipos sumergibles. Un reciente estudio realizado en Noruega por científicos de la Norwegian University of Science and Technology y de SINTEF Ocean AS se ha centrado en entender cómo estos estímulos artificiales afectan al salmón del Atlántico (Salmo salar) en jaulas de red comerciales, ofreciendo respuestas cruciales para garantizar el bienestar animal y la sostenibilidad de las operaciones.

La investigación buscó descifrar si los sonidos y luces generados por la maquinaria acuícola podrían ser una fuente de estrés que altere el comportamiento natural de los peces. Los hallazgos no solo confirman que el salmón es sensible a estos estímulos, sino que su reacción es sorprendentemente específica, abriendo la puerta al diseño de tecnologías «amigables con los peces».

Conclusiones clave

  • El salmón del Atlántico muestra un claro comportamiento de huida ante sonidos de 400 Hz, una frecuencia que puede ser emitida por equipos como los ROVs.
  • Sin reacción a otras frecuencias: Los peces no mostraron cambios significativos en su comportamiento al ser expuestos a sonidos de 100, 200, 600 y 1000 Hz.
  • Atracción por la luz en superficie: A 8 metros de profundidad, los salmones se sintieron atraídos por la fuente de luz artificial, acercándose más a medida que aumentaba la intensidad.
  • Rechazo a la luz en profundidad: A 12 metros, el comportamiento se invirtió, y los peces se alejaron de la fuente de luz, demostrando que la respuesta no es lineal y depende del contexto ambiental.

¿Cómo se midió la reacción de los peces?

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores diseñaron un dispositivo equipado con sonares de 360°, un altavoz subacuático y potentes luces LED. Este equipo se sumergió a diferentes profundidades (8 y 12 metros) en jaulas de salmón a escala industrial.

La metodología fue sistemática:

  • Pruebas de sonido: Se emitieron sonidos a frecuencias específicas (entre 100 y 1000 Hz), que son comunes en equipos de granja, durante 60 segundos.
  • Pruebas de luz: Se encendieron luces subacuáticas con cuatro niveles de intensidad distintos, desde 600 lx hasta 14,500 lx.
  • Monitoreo constante: Usando la tecnología sonar, se registró la distribución y la distancia promedio de los peces respecto al dispositivo antes, durante y después de cada estímulo.

Para analizar la enorme cantidad de datos del sonar, se utilizó un avanzado método basado en deep learning, que identificó automáticamente los patrones de natación y midió con precisión la distancia de evitación de los peces.

La sorprendente respuesta del salmón al ruido artificial

Los resultados del estudio arrojaron una conclusión clara y específica sobre el sonido: la frecuencia importa, y mucho.

Una evasión clara a los 400 Hz

Cuando el altavoz emitió un sonido de 400 Hz, los salmones reaccionaron de forma inmediata y consistente: huyeron de la fuente de ruido, aumentando su distancia promedio hasta en un 28%. Este comportamiento de escape sugiere que esta frecuencia es percibida como una amenaza o una perturbación significativa. Una vez que el sonido cesó, los peces regresaron a su distribución original, lo que indica que la respuesta fue una reacción directa y temporal al estímulo.

Indiferencia a otras frecuencias

Curiosamente, los sonidos emitidos a 100, 200, 600 y 1000 Hz no provocaron ninguna reacción observable en el comportamiento de los peces. Los salmones mantuvieron su distancia y patrón de natación sin cambios. Los autores sugieren que esto podría deberse a que estas frecuencias están fuera de su rango auditivo más sensible o que la audición del salmón de cultivo puede estar afectada por deformidades en los otolitos, un fenómeno ya observado en otros estudios.

El doble efecto de la luz: atracción y rechazo según la profundidad

La reacción del salmón a la luz artificial demostró ser más compleja y dependiente del contexto ambiental, específicamente de la profundidad.

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Atracción en aguas someras (8 metros)

A una profundidad de 8 metros, los salmones mostraron una clara atracción hacia la fuente de luz. Al encender las luces, los peces se acercaron al dispositivo, y esta respuesta se intensificó a medida que aumentaba la intensidad lumínica. Este comportamiento sugiere que, en zonas donde la luz natural aún penetra, la luz artificial puede actuar como un punto de interés para los peces.

Evasión en aguas profundas (12 metros)

Sin embargo, al repetir el experimento a 12 metros de profundidad, la respuesta fue la contraria. Los salmones se alejaron de la fuente de luz, independientemente de su intensidad, demostrando un comportamiento de evitación. Los investigadores explican que a mayor profundidad, donde la luz natural es menor, una fuente de luz intensa y repentina puede ser percibida como una perturbación anómala.

Implicaciones prácticas para una acuicultura más sostenible

Estos hallazgos tienen aplicaciones directas y valiosas para la industria acuícola. Lejos de ser un mero dato científico, el conocimiento sobre el comportamiento del salmón puede guiar el desarrollo de mejores prácticas y tecnologías.

  • Diseño de tecnología «Fish-Friendly»: Sabiendo que los 400 Hz provocan una respuesta de huida, los fabricantes de vehículos submarinos (ROVs) y otros equipos pueden diseñar motores que operen en frecuencias distintas para minimizar el estrés y la perturbación en los peces.
  • El sonido como herramienta de manejo: La sensibilidad a los 400 Hz podría aprovecharse. Se podrían usar emisores de sonido para guiar a los peces, alejándolos de zonas de riesgo o agrupándolos para facilitar manejos, reduciendo así la necesidad de redes de acorralamiento que generan estrés.
  • Uso inteligente de la iluminación: Los operadores de ROVs y otros equipos sumergibles pueden ajustar la intensidad de la luz según la profundidad de trabajo. Usar luces más tenues en aguas profundas podría reducir el impacto en el comportamiento natural de los peces.

En definitiva, este estudio subraya que la introducción de tecnología en las jaulas de cultivo debe hacerse con un profundo conocimiento de sus potenciales efectos en los animales. Comprender cómo el salmón percibe su entorno acústico y lumínico es fundamental para desarrollar una acuicultura de precisión que no solo sea más eficiente, sino también más respetuosa con el bienestar de los peces.

Referencia (acceso abierto)
Zhang, Q., Bloecher, N., Evjemo, L. D., Føre, M., & Kelasidi, E. (2025). Avoidance behaviours of farmed Atlantic salmon (Salmo salar L.) to artificial sound and light: A case study of net-pen mariculture in Norway. Frontiers in Robotics and AI, 12, 1657567. https://doi.org/10.3389/frobt.2025.1657567