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Investigador UdeC participa en descubrimiento de nueva molécula antibiótica aislada de bacteria

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By Milthon Lujan

Concepción, Chile.- A mediados de junio, se dio a conocer en la prestigiosa revista The Journal of Antibiotics, el hallazgo de un equipo científico internacional,  integrado por el docente del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, el  Dr. Víctor Ariel Gallardo, de una nueva molécula antibiótica, bautizada como Macplocimina A, a partir del estudio de los compuestos bioactivos de la bacteria Thioploca.

La existencia y funcionamiento de esta nueva molécula son descritas en el artículo «Macplocimine A, a new 18-membered macrolide isolated from the filamentous sulfur bacteria Thioploca», publicado  en esta revista internacional de  investigación sobre los antibióticos y los tipos relacionados de sustancias.

El Dr. Gallardo, quien hace cinco décadas descubrió esta mega bacteria denominada Thioploca en las costas del norte de Chile,  manifestó su satisfacción por este nuevo hallazgo científico, afirmando que  “habíamos predicho que estos antiguos organismos podrían contener metabolitos secundarios de utilidad, y con este hallazgo, creo que comenzamos a abrir este cofre de ricos tesoros”.

Sobre esta investigación, el Dr.  Gallardo explicó que “se inició en 2008  por el interés de un científico canadiense en analizar los compuestos bioactivos de la bacteria Thioploca,  así que lo invité a participar de un crucero científico para extraer muestras de esta especie, luego de cinco años de estudio encontraron un nuevo antibiótico, verificando la hipótesis que estos organismo podrían tener múltiples propiedades”, y agregó que “estas son las moléculas que la sociedad busca para protegerse de virus y bacterias”.

Para el destacado investigador, este nuevo hallazgo -basado en un análisis filogenético-  demuestra una vez más el gran impacto de su descubrimiento de la bacteria Thioploca, que se caracteriza por tener una data de antigüedad de 3.500 millones de años, y aseveró que “considerando que son tan antiguos estos organismos algo más deben tener escondido, por lo tanto,  podemos encontrar solución a muchos problemas de la humanidad como alimentación, energía, fármacos, cosméticos entre otros”.

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Asimismo, agregó que “a lo largo del tiempo nos damos cuenta que, a partir del descubrimiento de Iquique existe un cinturón submarino que está en la plataforma continental, casi continuo, que va desde el Perú hasta Chile, cubriendo casi 100 mil kilómetros cuadrados y que  lo hemos bautizado como el Sulfureto de Humboldt”.

Por su parte el biólogo marino Alexis Fonseca, quien colabora con las investigaciones del Dr. Gallardo, aseguró que en esta zona donde habita la bacteria Thiploca “con técnicas moleculares se puede captar una diversidad enorme de especies distintas que podrían alcanzar las 150 mil”.

Considerando este gran potencial en las costas de Chile, el Dr. Gallardo, anunció su interés en continuar descubriendo los tesoros de recursos genéticos del océano profundo y continuar apoyando  el ambicioso proyecto, del Programa Censo de la Vida Marina (CVM-Chile), que lidera hace 8 años.

Thioploca

Estas bacterias filamentosas forman haces rodeados por una vaina común de polisacáridos, se alimentan de ácido sulfhídrico (un gas tóxico para la vida que respira oxígeno y presente en una franja de fondo marino denominada “sulfureto) y pueden alcanzar grandes tamaños, incluso centímetros (una bacteria común se mide en micrómetros; es decir, 1 milímetro dividido en 1.000 partes).

Habitan en la zona de mínimo de oxígeno entre 40 y 280 metros de profundidad a lo largo de alrededor de 3.000 Km. entre la costa central de Perú y la latitud de Concepción en Chile, en una superficie aproximada de 10.000 km2, donde forman mantos espesos en el fondo del mar y que constituyen la comunidad de bacterias visibles más grande del planeta.

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Fuente: UDEC

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