Santiago, Chile.- Después de 15 meses de engorda en la balsa jaula instalada frente a las costas de Iquique, se procedió a cosechar las primeras 600 corvinas, con un peso promedio de 1.200 gramos. Se trata de un hito para el Programa de Diversificación Acuícola de Corvina, que comenzó el año 2010, con el objetivo de integrar esta especie nativa (Cilus gilberti) a la oferta acuícola nacional.
Andrés Muñoz, director alterno Programa Corvina del área Alimentos & Acuicultura de Fundación Chile, sostiene que es un “hecho emblemático, al ser la primera cosecha de corvina que se hace desde balsa jaula en la región de Tarapacá. Además, se cosecharon otros 900 peces desde los estanques en tierra, ubicados en el centro Huayquique, de la Universidad Arturo Prat, en Iquique”.
“Se logró realizar el ciclo completo, hasta la cosecha del producto en talla comercial”, destaca Muñoz, explicando que los desafíos actuales son “optimizar procesos, acortar tiempos, consolidar estrategias y definir cuál será la tecnología de cultivo de engorda a emplear para esta especie”.
En esta tercera y última etapa del Programa Corvina, se están validando las tecnologías y probando tres sistemas de engorda para llegar a la talla comercial: estanques en tierra con recirculación de agua, en Tongoy; estanques con flujo abierto y balsa jaula, en Iquique, de modo de evaluar cuál es la opción más eficiente.
Posterior a esta exitosa cosecha, se iniciarán las pruebas de mercado por parte de la Pesquera Friosur, empresa asociada que ha aportado recursos al Programa Corvina con miras a desarrollar el escalamiento comercial. De la información cuantitativa y cualitativa que arroje la investigación de mercado, van a depender las proyecciones de esta especie, que hasta ahora son auspiciosas. De acuerdo a estudios anteriores, la corvina tendría una interesante demanda comercial en mercados de Europa, Asia, Estados Unidos y Brasil, como también una creciente demanda nacional.
Respecto a la importancia de desarrollar esta nueva especie para la acuicultura nacional, Marcela Angulo, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, destaca que “si bien Chile tiene una amplia experiencia en acuicultura, casi todo está basado en solo dos especies: el salmón y los mitílidos. Hay un potencial enorme de expansión y nuestro país cuenta con, al menos, cinco especies que pueden ser un cultivo comercial; y, dentro de ellas, sin lugar a dudas, la corvina es una de las más relevantes”.
“Estamos muy contentos de estar llegando hasta este punto, después de un largo proceso -la mirada de mediano y largo plazo toma ciclos duraderos de desarrollo, validación y escalamiento comercial-, donde han intervenido múltiples instituciones y que no ha estado exento de dificultades y riesgos”, afirma.
Trabajo integrado
El Programa de Diversificación Acuícola de Corvina -apoyado por Corfo, con una ejecución a diez años-, está liderado por Fundación Chile y consiste en un esfuerzo multidisciplinario dirigido a establecer las bases productivas para el cultivo de la especie.
En él han participado diversas instituciones a cargo de distintos ámbitos de investigación o subprogramas específicos. La Universidad Austral de Chile (UACH), desarrolla el Subprograma Nutrición de juveniles y reproductores; la empresa ADL Diagnostic, está encargada del programa sanitario; la Universidad Católica del Norte (UCN), realiza los subprogramas de genética y medio ambiente; en Iquique, la Universidad Arturo Prat (UNAP) y la Corporación Privada para el Desarrollo de la Universidad Arturo Prat (CORDUNAP), impulsan los subprogramas de Preengorde y Engorde en Tierra, y Engorde en Balsas Jaulas, respectivamente. Como asociados, participan la empresa EWOS Chile Alimentos Ltda, productora de alimentos; la empresa Oxzo, en tecnologías de oxigenación; Fundación Almirante Carlos Condell, con centro de operaciones en Bajo Molle, y la empresa Pesquera Friosur S.A., interesada en el escalamiento productivo.
Marcela Angulo se refiere, además, al trabajo de las instituciones: “Celebramos el trabajo colaborativo y perseverancia de los equipos que han logrado alcanzar este nivel, con un producto comercial que puede tener un alto valor tanto para el mercado nacional como internacional”.
Fuente: Fundación Chile