Por Marytere Narváez
Mérida, México (Agencia Informativa Conacyt).- Como parte del proyecto de restauración de corales en México, la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló un acuerdo de colaboración con la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) a través de la investigadora dominicana Johanna Calle.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Johanna Calle señaló que la idea inicial fue comenzar el proceso de restauración de corales en México con el apoyo del Consejo Nacional del Ambiente (Conam). «La idea era empezar a trabajar con la Acropora cervicornis en el Parque Nacional Arrecife Alacranes, ya que en México la especie que se estudia principalmente es la Acropora palmata (…) He tenido experiencia en República Dominicana y en Colombia con proyectos de restauración mediante técnicas de reproducción asexual, que es como lo llevamos a cabo en Alacranes».
Reproducción asexual
De acuerdo con la investigadora, la reproducción asexual consiste en la toma de fragmentos de colonias donantes que se depositan en unas estructuras ubicadas en ciertos sitios estratégicos en el mar, conocidos como guarderías de coral o viveros. En esas estructuras, los fragmentos se dejan crecer hasta llegar a una medida por arriba de los 30 centímetros, con mantenimiento y limpieza adecuada.
Cuando los corales alcanzan la talla adecuada y se encuentran en estado de salud óptimo, se trasplantan al arrecife. Esta etapa de vivero es difícil de realizar en arrecifes como el del Parque Nacional Arrecife Alacranes por cuestión de logística.
La etapa en las guarderías de coral resulta necesaria porque la probabilidad que los fragmentos sobrevivan si son plantados directamente en el arrecife es muy baja, según diversos estudios realizados en el Caribe, el Indo-Pacífico y el mar Rojo.
«Ahora lo que estamos realizando es tratar de restaurar la Acropora cervicornis pero mediante la reproducción sexual. Acropora cervicornis se reproduce sexualmente una sola vez al año, lo que también complica la logística y las oportunidades de realizar estudios de este tipo», indicó la investigadora.
Reproducción sexual
Gracias a una capacitación con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Sexual Coral Reproduction (Secore International) y un grupo alemán que trabaja en conjunto con la Universidad de Wageningen liderado por Anastazia Banaszak de la UNAM en torno a la reproducción sexual en Curazao, Johanna Calle tuvo la oportunidad de observar los métodos de trabajo realizados con Acropora palmata.
«Nosotros hicimos la colecta, procedimos a hacer la fertilización asistida, que afortunadamente logramos realizar, porque resulta que el miedo que teníamos era que justamente estos animales tienen un mecanismo que inhibe la autofecundación, es decir, que si todos hubieran sido clones no hubiéramos tenido reclutas sexuales porque no hubieran podido reproducirse sexualmente», explicó.
«Nos dimos cuenta de que había más de un genotipo, por el hecho de que logramos la fertilización asistida pudimos observar y registrar todo el evento de la embriogénesis, logramos ver también su paso a larvas y logramos sobre todo asentar esas larvas, que es el momento crítico en el que siempre se quedan los investigadores, nunca logran o en muy pocos casos han logrado asentar estas larvas al sustrato», detalló Johanna Calle.
Una vez que las larvas se asentaron, se convirtieron en pólipos primarios que fueron sometidos a mantenimiento en un acuario. Al cabo de tres meses, los pólipos primarios dejaron de aceptar los simbiontes y corrían el riesgo de morir, por lo que fueron trasladados al mar. De esta manera, más de 60 por ciento pudo crecer bajo un monitoreo semanal que continuará hasta el mes de agosto del presente año.
Estudios de genética
Con el permiso de colecta y exportación de muestras de la especie, se recolectan muestras de diversos viveros y de la zona de trasplante más madura, con el fin de conocer el número de genotipos y poder dar una aplicación práctica al trabajo en el momento en que se efectúan los trasplantes para ubicar los fragmentos en las zonas arrecifales de una mejor manera, con lo que puede llegar a considerarse un programa de restauración exitoso.
«La idea es replicar en México todo lo que hemos aprendido en República Dominicana y comenzar a realizar la restauración mediante reproducción sexual, que complementaría la manera en como se está llevando a cabo en este momento el programa de restauración. Nuestra idea es continuar con este proyecto en Parque Arrecife Alacranes y para esto se necesita infraestructura, logística y estamos encaminando todos nuestros esfuerzos para poder pasar a un segundo nivel ya que tendríamos un vivero que para el siguiente año ya sería considerado maduro, con lo que podemos realizar un estudio de reproducción sexual como el de República Dominicana y también un estudio genético que complementaría de manera integral el programa de restauración», finalizó.