Alicante, España.- Los escapes de peces de las instalaciones acuícolas representan un gran problema para las granjas acuícolas, debido a que producen pérdidas económicas y por el impacto ambiental que pueden tener sobre las poblaciones de peces silvestres.
Según la publicación de la Universidad de Alicante, las pérdidas derivadas de los escapes ascendieron a EUR43 millones en el Mediterráneo entre el 2009 y 2012. Los científicos reportan que en la actualidad, las principales causas de los escapes son fallos mecánicos en la instalación que vienen normalmente precedidos de condiciones ambientales severas durante fuertes temporales.
Las publicaciones recopilan las conclusiones obtenidas en el proyecto ESCA-FEP (Prevención y mitigación de escapes en acuicultura), cofinanciado por el Fondo Europeo de Pesca y la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
La finalidad de los documentos es fomentar e incrementar la formación, muchas veces básica, del personal laboral de las instalaciones de jaulas flotantes en prevención de escapes, con el objetivo final de disminuir la cantidad de peces escapados y por lo tanto, su impacto económico y ambiental.
Entre las recomendaciones de las publicaciones se tiene:
– El desarrollo de medidas reguladoras que establezcan un marco legal para gestionar los eventos de escapes de la maneras más económica, rápida y efectiva posible.
– Acuerdo entre acuicultores, pescadores y la administración sobre la conveniencia y efectividad de las acciones de recaptura a llevar a cabo dentro de un plan de contingencia.
– En base a los estudios de comportamiento de los peces escapados, la administración debería contemplar la posibilidad de llevar a cabo acciones de recaptura durante períodos preestablecidos en zonas vedadas.
– Incentivar la siembra de líneas de peces estériles que eviten su hibridación con las poblaciones de peces salvajes o el establecimiento de poblaciones asilvestradas a largo plazo.