El proyecto AWARE dispone de más de cinco millones de euros para desarrollar, en la región italiana de Puglia, un sistema de acuaponia que combina la acuicultura tradicional con la hidroponía, a partir del aprovechamiento de agua residuales regeneradas.
Proyecto AWARE
La Universidade de Santiago de Compostela (USC), junto con otras diecinueve instituciones de Italia, Portugal, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Grecia y Chile, forma parte del proyecto AWARE que tiene como objetivo principal la creación de la primera granja en Europa que utiliza agua purificada en un sistema acuapónico.
En concreto, el equipo de virus entéricos del grupo de referencia competitiva Investigación de Patoloxía na Acuicultura’ (GIPA), liderado por el catedrático Jesús López Romalde —investigador adscrito al Centro de Investigación Interdisciplinario en Tecnoloxías Ambientais de la USC (CRETUS)— participará en la evaluación de la calidad del agua que sale de las Estaciones de Aguas Residuales (EDAR) y que será utilizada en los sistemas de acuaponia.
Los investigadores de USC también se enfocarán en evaluar la seguridad alimentaria de los productos (peces y plantas) producidos en dicho sistema.
Ubicación de la granja de acuaponia
Castellana Grotte, en la región italiana de Puglia, es el lugar elegido para albergar la granja piloto que tiene previsto abrir sus puertas al público en 2026.
“Imagina que una depuradora de aguas residuales se convierte en una granja”, explican desde la coordinación del proyecto, “con la tecnología adecuada, podemos producir pescado y verduras, en cada ciudad, sin suelo, ni agua dulce, y sin emisiones de gases”.
Las aguas residuales en Europa se someten a un tratamiento riguroso y se convierten en agua regenerada que se puede vertir legalmente en la capa freática o se usa para riego. Sin embargo, cuando se aplican pasos de tratamiento adicionales (tratamientos terciarios avanzados), el agua recuperada se vuelve indistinguible del agua potable.
“Existe un vacío normativo en Europa: podemos usar agua regenerada para la agricultura pero no para la acuicultura y la acuaponia”, informa el coordinador del proyecto, Fabio Ugolini, “queremos sentar las bases de un nuevo marco político en apoyo de la acuicultura europea y demostrar la viabilidad de una cadena de valor alimentaria completamente nueva”.
Acciones
Para alcanzar el horizonte previsto para 2026, las instituciones que forman el consorcio deben centrarse en que el agua depurada esté libre de todos los contaminantes potencialmente dañinos, incluidos los contaminantes emergentes que actualmente no están regulados en la Directiva Europea de Aguas Residuales; en segundo lugar, la granja acuapónica debe producir pescado y vegetales que cumplan con los más estrictos requisitos de seguridad y calidad; en tercer lugar, el sistema debe ser sostenible desde una perspectiva ambiental, social y económica; finalmente, los resultados deben ser lo suficientemente sólidos como para convencer tanto a los políticos como a los consumidores de los beneficios de utilizar lo que originalmente eran aguas residuales para producir productos comestibles.
Para acometer todas estas acciones, el consorcio cuenta con una financiación de más de cinco millones de euros bajo la convocatoria de la Unión Europea ‘HORIZON-CL6-2022-FARM2FORK-01’ y cofinanciada por UK Research and Innovation (UKRI).