Chile.- Un intenso intercambio de experiencias, recursos y lecciones aprendidas en torno al monitoreo de impactos ambientales y sociales tanto de la industria forestal como de la acuicultura, tuvieron lugar en Concepción y Puerto Montt respectivamente, en el marco de dos talleres organizados por WWF Chile.
Bajo el título de “Técnicas de monitoreo ambiental y social para una industria forestal responsable en el sur de Chile” y “Técnicas de monitoreo ambiental y social para una acuicultura responsable en el sur de Chile”, las actividades congregaron durante dos días a cerca de 50 actores vinculados a la industria forestal y casi 60 actores a la acuicultura, entre representantes de instituciones gubernamentales, empresas, ONGs, y académicos de la Universidad de Concepción, de la Frontera, de Los Lagos y Austral de Chile.
Cada taller se extendió por dos días, la primera jornada orientada a los temas ambientales y la segunda a los sociales.
En el taller dirigido hacia la industria forestal, los participantes pudieron conocer diferentes enfoques a través de las diversas presentaciones, que abordaron desde casos destacados a nivel latinoamericano y el uso de teledetección, hasta monitoreo para manejo forestal sustentable, FSC y derechos indígenas, y el impacto social de las intervenciones de WWF alrededor del mundo.
Durante el taller dirigido a la acuicultura, los participantes conocieron los diferentes trabajos de monitoreo realizados en zonas influenciadas por esta actividad, sobre pequeños cetáceos y el ecosistema marino, y diversas experiencias de monitoreo social participativo que realizan la propia industria, la universidad y consultoras especializadas.
Según destaca Irina Montenegro, coordinadora de Planificación y Monitoreo de WWF Chile, y organizadora de los eventos, existe un reconocimiento de la importancia de monitorear los principales efectos de ambas actividades económicas que tienen una fuerte influencia y huella ecológica en el sur de Chile; sin embargo, aún no se logra que esto sea parte del ADN de los diversos actores, entre compañías, instituciones gubernamentales y académicas, ONG’s y la misma sociedad.
La brecha se abre principalmente por la disponibilidad de recursos, así como de una estandarización básica de metodologías y mayor asociatividad entre los actores, para establecer un sistema de monitoreo eficaz y eficiente, lo anterior, a pesar de que se ha comprobado que un sistema de monitoreo bien implementado genera información que sirve para aplicar en conjunto con la adopción de prácticas sostenibles, las cuales generan mayores beneficios sociales y ambientales para todos los actores involucrados, dentro y fuera de su área de influencia.
“A través del monitoreo se genera información para determinar los impactos negativos de las malas prácticas de estas industrias y, a su vez, los patrones de cambio en el territorio cuando se adoptan prácticas que son ambiental y socialmente sostenibles”, precisa la profesional.
“Asimismo, durante los talleres se manifestó que esta es una tarea que debería ir más allá de las empresas, es importante un liderazgo por parte del Estado, y mayor participación de las universidades desde el punto de vista metodológico, así como de otras ONGs y de la misma sociedad como principales observadores sobre los cambios en su entorno. Esto se puede lograr promoviendo redes de apoyo e intercambio de información en monitoreo ambiental y social”, puntualizó la representante de WWF Chile.
Fuente: WWF Chile