Tania Garro Minaya y Julio Prado Rodríguez
Resumen: El cultivo de concha de abanico, es una actividad que esta adquiriendo importancia en la bahía de Samanco. Sin embargo, se conoce poco sobre los impactos (positivos y negativos) que podría tener esta activiadad en el ambiente. En este informe se analizan los posibles impactos que tendría el cultivo de concha de abanico en la bahía de Samanco.
I. INTRODUCCIÓN.
La producción mundial de pectinidos se estima que en el año 2003 fue alrededor de 1 700 000 t (concha entera), de las cuales unas 700 000 t proceden de la acuicultura y 1 000 000 t de bancos naturales. Es importante destacar que los mayores bancos naturales de esta especie se encuentran en USA, Canadá, Islandia, Rusia, Japón, México, Brasil, Venezuela, Argentina y Perú, mientras que los principales países productores de pectinidos mediante acuicultura son China, Japón, Chile y Nueva Zelanda (Intrafish, 2003).
Dentro de la pectinicultura, se encuentra el cultivo de Argopecten purpuratus “concha de abanico” en Perú u “ostión del norte” en Chile, y su desarrollo y rentabilidad depende inevitablemente del conocimiento integral del recurso, de las condiciones físicas oceanográficas y de los parámetros bióticos que satisfagan los requerimientos esenciales para las fases del ciclo biológico, de los sistemas y tecnología de cultivo a emplear, y del análisis de costos en un establecimiento acuícola (Alva et al., 2002). Desde el punto de vista biológico, tecnológico y económico, Illanes (1990) sostiene que esta especie presenta características ideales para ser cultivada porque tiene una alta productividad, rápido crecimiento, es resistente al manejo y su tecnología de cultivo es conocida.
El cultivo de “concha de abanico” (Argopecten purpuratus) es una actividad acuícola que viene adquiriendo una gran importancia. En los últimos años, esta especie se ha constituido en el principal producto de exportación de la acuicultura peruana, siendo los destinos tradicionales Francia y USA.
La “concha de abanico” se viene cultivando, principalmente mediante la técnica de cultivo suspendido, a lo largo de la costa peruana; siendo las principales regiones en donde se ha desarrollado con mayor intensidad el cultivo de esta especie son Ancash, Piura e Ica.
Como toda actividad humana, el cultivo de “concha de abanico” también origina una serie de impactos ambientales (positivos y negativos), los mismos que puede beneficiar o perjudicar al ambiente en el cual se desarrolla la actividad. En este sentido, Uribe & Blanco (2001) indican que el cultivo de bivalvos y en general las grandes agregaciones de organismos bentónicos, pueden provocar un significativo impacto en los nutrientes y también en el ciclo de energía de los ecosistemas marinos.
Por otro lado, los beneficios positivos de la acuicultura, y en particular del cultivo de “concha de abanico”, si se han documentando, siendo los más destacados la generación de empleo y divisas, además de contribuir con el desarrollo en zonas rurales y de aportar a la seguridad alimentaria.
Un aspecto importante de cualquier actividad humana es la sustentabilidad. Este principio aplicado a la acuicultura se soporta en la tecnología de cultivo, en los aspectos sociales y económicos de la actividad, y sobre todo en el impacto ambiental. Al respecto, Sheng (1999, in Lujan, 2003b) recomienda que para desarrollar una acuicultura sustentable se debe: seleccionar especies aceptables social y económicamente, establecer una apropiada tecnología base para cada región y operaciones de cultivo que no impacten al medio.
El cultivo de “concha de abanico” es una actividad importante para el desarrollo regional; no obstante, esta creciendo de forma no adecuada, sin garantizar su sustentabilidad. Creemos que identificando adecuadamente los impactos negativos que genera la actividad del cultivo de “concha de abanico”, nos permitirá identificar y formular políticas para promover el desarrollo sostenible de esta actividad.
En este sentido, esta monografía tiene como objetivo identificar los diferentes impactos ambientales que viene originando el cultivo de “concha de abanico” en la bahía de Samanco, con la finalidad de proponer medidas de mitigación para los impactos ambientales negativos.
II. IMPACTOS AMBIENTALES DEL CULTIVO DE “CONCHA DE ABANICO”.
2.1. IMPACTOS POSITIVOS.
Entre los impactos positivos del cultivo de “concha de abanico” podemos destacar: una contribución significativa al abastecimiento de recursos hidrobiológicos para los mercados internacionales, generación de empleo (directo e indirecto), calificado y no calificado, beneficios a los consumidores de los mercados a donde se destina las exportaciones, por la disminución de los precios del producto final, disminución de los riesgos de salud para las personas que tienen problemas con el colesterol, foco de desarrollo rural y beneficios económicos significativos en el lugar en que se desarrolla.
Tal como se aprecia, los beneficios del cultivo de “concha de abanico” se dan principalmente en el contexto social y económico. No obstante, en la parte cultural, se ha presentado un cambio significativo , como es el caso de los pescadores artesanales, quienes hace algunos años veían al cultivo de “concha de abanico” como una amenaza, debido a que esta actividad estaba creciendo y ocupando sus áreas tradicionales de pesca. No obstante, en los últimos años la percepción de este grupo ha cambiado, tal es así que ahora cuentan con áreas de poblamiento y repoblamiento para el cultivo de “concha de abanico”. En la actualidad, un buen número de pescadores artesanales se están convirtiendo en maricultores.
Por otro lado, la actividad del cultivo de “concha de abanico” esta ayudando a dinamizar la economía local, la cual es dependiente de la actividad pesquera industrial, actividad que se encuentra en crisis. De acuerdo a estimaciones de la Sociedad Nacional de Pesquería, el cultivo de “concha de abanico” genera empleo directo no calificado para 2 personas por cada hectárea. En este sentido, el cultivo de “concha de abanico” emplea a 2080 personas (calculado de acuerdo al área instalada).
2.2. IMPACTOS NEGATIVOS.
El cultivo de “concha de abanico” viene generando una serie de impactos ambientales negativos en el ecosistema de la bahía de Samanco, esta se ve potenciado por prácticas insostenibles entre las cuales se incluyen:
– Disposición de los desechos (principalmente “fouling”) en lugares no apropiados. Una de las prácticas mas comunes en lo maricultores es el arrojo de los desechos en las mismas zonas de cultivo. Esto acarrea el incremento de la materia orgánica y por ende del sedimento lo que eventualmente podría impactar negativamente al mismo cultivo.
– Arrojo de combustibles por parte de las embarcaciones. Aun cuando se toman las debidas precauciones para evitar el derrame de combustibles, estos ocurren continuamente y se ve agravado debido a la existencia de gremios de pescadores artesanales, quienes también emplean este tipo de combustibles para sus embarcaciones. El derrame de combustibles sobre la superficie marina genera impactos sobre los organismos acuáticos.
Rosenthal (2002) indica que muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) consideran a la maricultura como potencial generador de desechos en la zona costera; sin embargo, Chamberlain et al. (2001) mencionan que los impactos que genera en particular el cultivo de bivalvos va a depender de una serie de factores, como por ejemplo: tiempo de funcionamiento de la granja, densidad de cultivo, infraestructura de cultivo, hidrodinámica de la zona y absorción del sedimento.
ICES (2002) indica que la productividad de los lugares en donde se cultiva moluscos esta limitado por la disponibilidad del alimento planctónico, aunque los impactos ambientales están empezando a identificarse. Las zonas en donde se cultiva moluscos producen cantidades significativas de heces y otros desechos.
Al respecto, a continuación se detalla los potenciales impactos negativos generados por el cultivo de moluscos bivalvos.
2.2.1. Impactos sobre la dinámica de los nutrientes
Algunos autores manifiestan que el cultivo de bivalvos filtradores tienen una serie de impactos positivos en el ecosistema; tal es así que Shumway et al. (2003) indican que los bivalvos filtradores remueven el material particulado, lo cual reduce la turbidez y directamente e indirectamente remueven el nitrógeno y otros nutrientes; vía este proceso, los bivalvos son altamente eficientes purificadores de agua, que remueven o reducen la materia orgánica, nutrientes, cieno, bacterias y virus. Además estos investigadores afirman que los bivalvos no solo remueven el nitrógeno de la columna de agua, sino que incorporan una alta proporción de este nitrógeno en sus tejidos.
Por otro lado, el ICES (2002) indica que el efecto de liberar los nutrientes en la columna de agua es poco conocido, debido a la rápida dispersión por las corrientes, de las sustancias disueltas (desechos) en el agua; esto hace que el efecto de la liberación de nutrientes se de en el ámbito regional y no solo se circunscriba a la granja. Al respecto, debemos manifestar que la dispersión de la materia orgánica va a depender de la dinámica de las corrientes predominante en la zona de cultivo, y por ende de la cantidad de deposición de las heces y pseudoheces de los organismos en cultivo.
Con respecto a la producción de heces, Stenton-Dozey et al. (2001), trabajando con el mejillón Mytilus galloprovincialis en la bahía Saldaña en Sudáfrica, encontró que los sulfuros se incrementaron tres veces y registro altas tasa C:N indicando la acumulación de materia orgánica particulada, derivado principalmente de las heces y de los mejillones y organismos del fouling en estado de putrefacción.
Bartoli et al. (2001) encontró que en las zonas de cultivo de “almeja” Tapes philippinarum en Italia, que los flujos del oxígeno, dióxido de carbono, amonio, silicatos y fósforo eran estimulados debido a las actividades de respiración y excreción de las almejas; estos autores determinaron que en promedio la demanda de oxígeno del sedimento y la producción de CO2 fueron estimulados por factores de 1,8 y 3,3, respectivamente, mientras que la liberación de nutrientes fue 6,5 veces mas alto para NH4+ y 4,6 veces mas alto para PO4-3.
Al respecto, debemos indicar que no existen investigaciones referidas al aporte de nutrientes del cultivo intensivo de “concha de abanico” en el Perú; no obstante, si advertir que el aporte de nutrientes podría ser elevado, debido a la elevada densidad de organismos en cultivo y a la cantidad de área de cultivo dedicada a esta especie.
Un incremento excesivo de desechos genera la disminución en la transparencia del agua, proliferación de las microalgas nocivas y finalmente la eutrofización del cuerpo de agua. Lo a que su vez perjudicara a los organismos bajo cultivo.
En este sentido, una alternativa para mitigar este impacto en determinar la capacidad de carga de la bahía de Samanco; esto nos permitirá conocer cuantas hectáreas de “concha de abanico” se pueden cultivar sin que ello perjudique la sostenibilidad de la bahía.
2.2.2. Impactos sobre la concentración del fitoplancton
Uno de los impactos positivos del cultivo de bivalvos, esta relacionado con la capacidad que tienen para controlar las proliferaciones algales nocivas, mediante la remoción de las células, antes de que estas se acumulen a niveles perjudiciales para el ambiente (Shumway et al., 2003). No obstante, este beneficio puede convertirse en un problema cuando los organismos han alcanzado la talla comercial y está próxima la cosecha, debido a que no se podrá comercializar los organismos con elevadas concentraciones de toxinas generadas por las proliferaciones algales nocivas.
La infraestructura de cultivo propicia el desarrollo de organismos que conforman el “fouling”; en este sentido LeBlanc et al. (2002) indican que estos organismos también consumen fitoplancton; sin embargo, lo hacen en pequeñas cantidades. En este sentido, estos organismos disminuyen la disponibilidad de alimento para los organismos que están en cultivo.
Por otro lado, Smaal et al. (2001) encontraron, en la zonas en la cual se implementaban el cultivo de mejillones (Mytilus edulis) en Canadá, que si bien la productividad primaria permanecía constante, la composición del fitoplancton variaba e incluso se incrementaba. No obstante, Pilditch et al. (2001) examinaron los factores que afectan el abastecimiento de seston al cultivo suspendido del ostión (Placopecten magellanicus) en Canadá, llegando a determinar que las poblaciones grandes de bivalvos pueden reducir la concentración del seston, limitando así la producción natural. Esto finalmente afecta la disponibilidad de alimentos para otras especies filtradoras que conviven en el mismo ecosistema con los cultivos de bivalvos.
Barg (1994 in Lujan, 2003b) indica que el cultivo de los organismos bivalvos, puede disminuir la productividad primaria de las zonas costeras, compitiendo por ende con las poblaciones naturales de organismos herbívoros planctónicos. Adicionalmente, los bivalvos producen pseudoheces y heces (biodeposición) que constituyen desechos orgánicamente ricos que impactan sobre el bentos, lo que genera problemas debido al incremento de los sedimentos; constituyéndose un grave problema para el cultivo la resuspensión del sedimento compuesto por heces y pseudoheces (Tang & Fang, 2002, in Lujan, 2003b) y la producción de metabolitos y gases del proceso de degradación de la materia orgánica.
Una alternativa de solución sería el de conocer la productividad primaria que se da en la bahía de Samanco, con la finalidad de conocer el potencial existente para el cultivo de bivalvos.
2.2.3. Materia orgánica que aportan los cultivos suspendidos de bivalvos
Otro de los impactos negativos que genera el cultivo de bivalvos, es el incremento de la materia orgánica, tanto en la columna de agua, como en el fondo sobre el cual se ubica el cultivo. En este sentido, Uribe & Blanco (2001) trabajando con trampas de sedimentación instaladas en la bahía Tongoy a 20 m de profundidad en zonas en donde se cultiva “ostión” (“concha de abanico”) Argopecten purpuratus, registraron las mayores capturas en el mes de febrero con mas de 7,0 g m-2dia-1 de materia orgánica, mientras que valores menores a 2,0 g m-2dia-1 se detectaron en el mes de octubre, obteniéndose un valor promedio de 3,5 g m-2dia-1. Tal como se aprecia existe un aporte significativo de materia orgánica, la misma que va a variar dependiendo de la temporada del año.
Stenton-Dozey et al. (2001) reportan que el cultivo de M. galloprovincialis en una bahía en Sudáfrica genera enriquecimiento orgánico y anoxia en el sedimento; encontrando que la materia orgánica particulada fue alta en las zonas de cultivo, especialmente en los primeros 10 cm del fondo. Esto genera problemas de eutrofización en los sedimentos y por ende de producción de ácido sulfhídrico que genera problemas de toxicidad para los organismos en cultivo.
Por otro lado, León et al., (2004) trabajando el impacto de las bateas de cultivo de mejillón de España en la sedimentación de la materia orgánica, encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los sectores en los cuales existían bateas de cultivo de mejillón (biodepósitos) y los sectores en donde no existían. Este tipo de impactos se podría aplicar a los generados por el cultivo de “concha de abanico” en corrales; está tecnología de cultivo viene siendo empleada por los gremios de pescadores artesanales, en la implementación de sus áreas de poblamiento y redoblamiento.
De acuerdo a LeBlanc et al., (2002) las excretas de los organismos del fouling no parece tener gran impacto en el sedimento en una zona de cultivo de mejillón en Canadá. Al respecto, nos parece que esta conclusión debería someterse a una evaluación más exhaustiva.
La producción de pseudoheces y heces es uno de los principales problemas de los cultivos de bivalvos por el impacto que genera en el medio. Barg (1994 in Lujan, 2003b) reporta que una población de 420 000 ostras genera 16 t de heces y pseudoheces a lo largo de 9 meses de cultivo en Hiroshima (Japón), en Francia el cultivo de ostras llega a volúmenes de 7,6 – 99 g Cm-2 dia-1; en Suecia, la deposición sedimentada en una explotación de 100 t de mejillones se estimó en 7 kg m-2 de materia seca durante un periodo de 1,5 – 2 años; mientras que Disalvo (1988, in Lujan, 2003b) indica que los ostiones como la “concha de abanico” producen 28,8 g m-2 en un año de cultivo. Esta producción de heces y pseudoheces acumulada estimula la producción bacteriana, cambiando la composición química, la estructura y funciones del sedimento; algunos efectos son la disminución de la concentración de oxigeno y el incremento de la demanda bioquímica de oxigeno, además de la liberación de gases y la eutrofización de la zona de cultivo. Esto, finalmente, impacta negativamente en la diversidad del ecosistema.
Si tomamos en cuenta los datos proporcionados por Disalvo (1998 in Lujan, 2003b), en el sentido de que el cultivo de “concha de abanico” (ostiones) producen 28,8 g m-2 año-1 de heces y pseudoheces, ello representaría hipotéticamente una producción de 288 kg ha año-1; de esta forma en la bahía de Samanco, de acuerdo a las hectáreas destinadas para el cultivo de concha de abanico, se estarían produciendo 288 t de heces y pseudoheces al año, que estaría acumulando en el fondo y una parte podría estar siendo aprovechada por otro organismos como las algas. La materia orgánica en descomposición origina un incremento en la demanda bioquímica del oxígeno, además de problemas de anoxia y de generación de gases como el ácido sulfhídrico. En este sentido, se deben realizar investigaciones para determinar la posibilidad de realizar policultivos, con la finalidad de aprovechar las heces y pseudoheces generados por la “concha de abanico”.
Una alternativa podría ser el cultivo de “concha de abanico” – “algas” o “concha de abanico” – “choritos”.
2.2.4. Efectos del cultivo de bivalvos en la comunidad macrobentónica
El cultivo de bivalvos genera una serie de impactos en los organismos bentónicos, debido a que los desechos (heces y pseudoheces) se depositan en el fondo marino, con lo cual cambian la estructura de las comunidades macrobentónicas que habitan estos lugares.
Este tipo de impacto generado por el cultivo de bivalvos es el que ha recibido mayor atención; en este sentido, ICES (2002) indica que mientras que los bajos niveles de carbono incrementan la productividad bentónica, los altos niveles asociados con la acuicultura generalmente conduce a una disminución de la biodiversidad y a un cambio de la producción bentónica y bacterias.
Chamberlain et al. (2001) evaluó el impacto del cultivo suspendido de mejillones Mytilus edulis en la comunidad macrobentónica, encontrando que la estructura de la comunidad, en zonas cercanas a la granja, se alteraba por el enriquecimiento orgánico. Como consecuencia de ello se apreciaba una disminución en la biodiversidad en las zonas cercanas a la granja de mejillones. Asimismo, Stenton-Dozey et al. (2001) trabajando en bateas de M. galloprovincialis en España, encontraron que la biomasa de la macrofauna bentónica se redujo y los grupos taxonómicos se vieron alterados.
De acuerdo a los estudios de León et al. (2004) el principal impacto del cultivo de organismos marinos se produce sobre el lecho marino y la fauna macrobentónica. En este sentido, Vita et al. (2002), reportan que el incremento de la materia orgánica origina cambios fisicoquímicos en el sedimento, lo que ocasiona una reducción de la diversidad biológica de los macroorganismos.
Las poblaciones bentónicas de los cultivos en suspensión, como el del cultivo de “concha de abanico” pueden verse afectados desde una reducción en la biodiversidad y el incremento de especies tolerantes a la contaminación y oportunistas, hasta la ausencia de la macrofauna (GESAMP, 1991, Barg, 1994 in Lujan, 2003b).
Napan (2003 in Lujan, 2003b) evalúo el impacto generado por el cultivo suspendido de A. purpuratus sobre el medio marino en Guaynuma – Casma, concluyendo que este cultivo genera impactos negativos en la biodiversidad y la calidad de agua, evidenciándose en el incremento de los sólidos en suspensión, en la disminución del la concentración de oxigeno del fondo, en el incremento de la DBO5 y la variación de los índices de biodiversidad. Asimismo, las curvas ABC elaboradas por Napan (2003 in Lujan, 2003b), mostraron una perturbación moderada del cultivo suspendido de concha de abanico, sobre el bentos de la zona de cultivo.
2.2.5. Efectos sobre la hidrodinámica de las zonas costeras
De acuerdo a Barg (1993 in Lujan, 2003b) las estructuras de cultivo modifican la velocidad y dirección del movimiento de agua. Smaal et al., (2001), reportaron que el inicio del cultivo de mejillones Mytilus edulis, en zonas en donde no existían, genero cambios en la hidrodinámica del ecosistema de Oosterschelde, Canadá. Al respecto, Grand & Bacher (2001) evaluaron el flujo de la corriente en una zona de cultivo de bivalvos y kelp, encontrando que los cultivos suspendidos reducen hasta un 20% la velocidad de la corriente en las zonas aledañas a la zona de cultivo y hasta un 54% en medio del área de cultivo.
Aun no se han realizado investigación de cómo afecta el cultivo suspendido de “concha de abanico” a las corrientes en la bahía de Samanco; sin embargo, se puede manifestar que en promedio se utilizan de 3 a 5 líneas de cultivo por hectárea, si solo consideramos 3 líneas de cultivo por hectárea, tendremos que en la bahía de Samanco existen mas de 3000 líneas de cultivo, las mismas que perjudican el normal flujo de las corrientes internas en la bahía; debido a que las líneas de cultivo actúan como “cortinas” que impiden el flujo normal de la corriente.
En este sentido, debemos conocer la dinámica de las diferentes corrientes que existen en la bahía de Samanco; con la finalidad de identificar adecuadamente el impacto de las líneas de cultivo y para determinar el número adecuado de líneas por hectárea de cultivo.
2.2.6. Conflictos por el uso de las áreas marinas.
La disposición de miles de boyas en las áreas de cultivo de “concha de abanico” crea una contaminación visual y la disminución de la capacidad de la zona costera para ser usada para la recreación o esparcimiento (Emerson, 1999). Al respecto, la bahía de Samanco es una zona con alta incidencia de visitantes durante la época de verano, lo cuales se encuentran con una bahía alterada desde el punto de vista paisajista.
De acuerdo a Lujan (2003) la carencia de un Plan de Manejo Marino- Costero de la Bahía de Samanco, aunado a la indiferencia de las autoridades y al bajo sentido de responsabilidad ambiental de los empresarios, a conllevado al surgimiento de conflictos entre los pescadores artesanales con los empresarios maricultores, debido a que muchas de las concesiones otorgadas a los últimos se ubican en las áreas habituales de pesca, lo que ha perjudicado las actividades de los pescadores artesanales que ya no tienen posibilidades de acceder a los recursos que sustentan su actividad. Esto ha originado que los pescadores artesanales impulsen movilizaciones de protesta contra los funcionarios de la Dirección Regional del Ministerio de la Producción, a quienes acusan de parcializarse con las empresas de maricultura, e inclusive han atacado a las instalaciones de las empresas de maricultura ubicadas en la zona. Esta problemática ha sido superada, por el momento, gracias a la intervención de funcionarios públicos del mas alto nivel quienes decidieron suspender las concesiones en esta Bahía hasta que se haga un estudio por parte del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), para identificar las zonas de bancos naturales en la bahía, que son sustento de la pesca artesanal, y de esta forma impulsar un reordenamiento de la actividad acuícola.
Otro de los conflictos identificados entre los pescadores artesanales y los empresarios maricultores, es por el uso de la zona costera, principalmente de la Playa Caleta Colorada. El conflicto se da porque las empresas de maricultura usan este lugar para el lavado de sus sistemas de cultivo, lo que ha originado problemas de contaminación ambiental y ha impactado en la disminución de visitantes a esta Playa, perjudicándose de esta forma los pescadores artesanales quienes trasladaban en sus botes de pesca a los visitantes.
Por otro lado, uno de los mayores conflictos, es el que tienen los pescadores artesanales – maricultores y los pescadores industriales, debido a que estos últimos ingresan a realizar faenas de pesca industrial dentro de la bahía de Samanco (aun cuando existen prohibiciones en la legislación peruana) lo que perjudica por un lado las actividades de los pescadores artesanales y por el otro afecta a las empresas de maricultura. Esto ha llevado al surgimiento de enfrentamientos entre estos grupos.
En este sentido, se debe impulsar la implementación de un Plan de Manejo Marino Costero en la bahía de Samanco, con la finalidad de ordenar las diferentes actividades que se realizan.
2.2.7. Impactos del cultivo de “concha de abanico” sobre el paisaje.
La bahía de Samanco, tiene playas (Dorado, caleta Colorada, Atahualpa, Vesique) que son visitados, principalmente durante la época de verano (enero-marzo), por la población de la ciudad de Chimbote.
Estos visitantes acuden a las playas en busca de esparcimiento. En este sentido, el cultivo de “concha de abanico” genera un impacto ambiental negativo en el paisaje, debido a la disposición de la infraestructura de cultivo (líneas, catamaranes, almacenes, etc).
Por otro lado, una de las prácticas insostenibles es la disposición de boyas y linternas de cultivo, colonizadas por el “fouling”, en zonas de la playa (Caleta Colorada) para ser secados y por ende que facilite la extracción de los organismos incrustantes. Esto ha generado el incremento de las moscas y de los malos olores, perjudicando la calidad natural de las playas.
Una forma de mitigar este impacto ambiental negativo, es que las empresas implementen medidas para el secado y lavado de sus aparejos en espacios cerrados, tal como lo vienen haciendo algunas empresas.
III. CONCLUSIONES
– El cultivo de “concha de abanico” se ha convertido en una actividad prioritaria en la Región Ancash, debido a que genera empleo y divisas, impactando positivamente en la economía local, regional y nacional.
– Los impactos positivos del cultivo de “concha de abanico” se dan principalmente en el aspecto social (generación de empleo), cultural y educativo (conversión de pescadores a maricultores).
– Se hace necesario realizar investigaciones para identificar los efectos sobre el medio ambiente del impacto del cultivo de “concha de abanico” en la bahía de Samanco; originados por la falta de disposición de la materia orgánica de diferentes procedencias.
– Existen prácticas (arrojo de desechos, combustibles, etc) en el cultivo de “concha de abanico” que son insostenibles y que deben ser corregidas para mitigar el impacto ambiental negativo generado por la actividad.
IV. RECOMENDACIONES
– Promover investigaciones para identificar fehacientemente el impacto ambiental negativo generado por el cultivo de concha de abanico en la bahía de Samanco.
– Impulsar la implementación de buenas practicas de manejo para el cultivo de “concha de abanico” en el Perú y en particular en la Región Ancash.
– Implementar programas de educación no formal, para capacitar al personal técnico profesional y al personal no calificado en técnicas de disposición de desechos.
– Adoptar medidas de policultivos para mitigar el impacto ambiental negativo del cultivo de “concha de abanico” en la bahía de Samanco.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Alva, J., J. Arenas., O. Galindo & D. Flores. 2002. Cultivo de “concha de abanico” Argopecten purpuratus. ABPAMG – BIOFOR. 86p
Bartoli M., D. Nizzoli, P. Viaroli, E. Turolla, G. Castaldelli, E. Fano & R. Rossi. 2001. Impact of Tapes philippinarum farming on nutrient dynamics and benthic respiration in the Sacca di Goro. Hydrobiologia. 455(1-3).
Chamberlain, J., T. Fernandes, P. Read, T. Nickell, & I. Davies. 2001. Impacts of biodeposits from suspended mussel (Mytilus edulis L.) culture on the surrounding surficial sediments. ICES. Journal of Marine Science 58: 411-416.
Emerson, C. 1999. Aquaculture impacts on the environmental .
Grant J. & C. Bacher. 2001. A numerical model of flow modification induced by suspended aquaculture in a Chinese bay. Can. J. Fish. Aquat. Sci. 58(5): 1003-1011.
ICES. 2002. Report of the Working Group on Environmental Interactions of Mariculture 8–12 April 2002, Copenhagen K Denmark. 105 p.
Illanes, J. E. 1990. Cultivo del Ostión del Norte Argopecten purpuratus. In Ulloa, G. 2001. Crecimiento y sobrevivencia del ostión del norte Argopecten purpuratus (Lamarck, 1819), en dos sistemas de cultivo, pearl – nets y linternas modificdas. Informe final. Universidad Católica del Norte, Coquimbo, Chile.
Intrafish. 2003. World Report Francia .
LeBlanc, A., T. Landry & G. Miron. 2002. Fouling organisms in a mussel cultivated bay: their effect on nutrient uptake and release. Can. Tech. Rep. Fish. Aquat. Sci. 2431 :1-16.
León, I., G. Méndez & B. Rubio. 2004. Fases geoquímicas del Fe y grado de piritización en sedimentos de la Ría de Pontevedra (NO de España): Implicaciones del cultivo del mejillón en bateas. Ciencias Marinas 30(4): 585–602.
Lujan, M. 2003a. Estratégia para la gestión y desarrollo sustentable de la bahía de Samanco – Región Ancash, Perú . II Seminario Virtual de Ciencias del Mar. OANNES.
Lujan, M. 2003b. El Impacto ambiental de la maricultura de moluscos sobre el ecosistema . II Seminario Virtual de Ciencias del Mar. OANNES.
Pilditch C., J. Grant, & K. Bryan. 2001. Seston supply to sea scallops (Placopecten magellanicus) in suspended culture. Can. J. Fish. Aquat. Sci. 58(2): 241-253.
Rosenthal, H. 2002. Interactions between coastal resource users: aquaculture, shipping and coastal urban development and their influence on changes in biodiversity. pp: 52-62. M. Eleftheriou & A. Eleftheriou (eds). Proceedings of the ASEM Workshop AQUACHALLENGE, Beijing, April 27-30, 2002. ACP-EU Fish. Res. Rep. (14): 185 pp.
Shumway, S., C. Davis, R. Downey, R. Karney, J. Kraeuter, J. Parsons, R. Rheault & G. Wikfors. 2003. Shellfish aquaculture — In praise of sustainable economies and environments. World Aquaculture 34(4).
Smaal A., M. Van Stralen, & Egbertha Schuiling. 2001. The interaction between shellfish culture and ecosystem processes. Can. J. Fish. Aquat. Sci. 58(5): 991-1002.
Stenton-Dozey J., T. Probyn & A. Busby. 2001. Impact of mussel (Mytilus galloprovincialis) raft-culture on benthic macrofauna, in situ oxygen uptake, and nutrient fluxes in Saldanha Bay, South Africa. Can. J. Fish. Aquat. Sci. 58(5): 1021-1031.
Uribe, E. & J. Blanco. 2001. Capacidad de los sistemas acuáticos para el sostenimiento de los cultivos de pectínidos: El caso de Argopecten purpuratus en la Bahía Tongoy, Chile. A. N. Maeda-Martínez (ed.). Los Moluscos Pectínidos de Iberoamérica: Ciencia y Acuicultura 12: 233-248.
Vita, A., J. Marín, J. Madrid, B. Jiménez-Brinquis, A. César & L. Marín-Guirao. 2002. Impacto ambiental de la acuicultura en el bentos marino: experimentos de exclusión – inclusión. Bol. Inst. Esp. Oceanogr. 18 (1-4): 75-86.