Valparaíso, Chile.- La iniciativa, a cargo de la Fundación Cocinamar e IF Valparaíso 3ie, contó con diversos actores sociales que están trabajando para promover oportunidades de la innovación en el mar y sus recursos. En la ocasión, los pescadores de Caleta San Pedro de Los Vilos presentaron la primera cojinoba del Norte cultivada en estanque en tierra que fue degustada por más de cien asistentes.
Este jueves 24 de mayo, en el IF Valparaíso 3ie, se reunieron representantes de la pesca artesanal, de la academia y de la gastronomía, en una cita que tuvo como principal objetivo, juntar diferentes actores a dialogar sobre diversas acciones que se están realizando hoy en día, en pro de una pesca responsable, de la innovación y de proponer nuevas opciones de recursos y productos marinos para llevar a nuestras mesas.
Es por esto, que la charla Multidisciplinario Mar, contó con la participación de pescadores artesanales, cocineros y otros profesionales ligados al mar, en un formato de conversatorio que permitió compartir las ideas de diversos expositores, manteniendo un nivel de interés y atención alto mediante presentaciones muy concisas, ante la presencia de más de cien asistentes.
Los encargados de abrir la noche, fueron los buzos mariscadores y representantes del Comité de Manejo de la Bahía de Corral, Sergio Agüero y Oscar Bahamondes, que abordaron el Plan de Manejo de Navajuela y Huepo en la bahía ubicada en la Región de Los Ríos, trabajando a pequeña escala y procesando estos recursos pesqueros para potenciar la venta directa con valor agregado.
Para continuar, el vicepresidente de la Asociación Gremial de pescadores de la Caleta San Pedro, ubicada en Los Vilos, Pedro Codoceo, acompañado de Carlos Zúñiga, representante de la misma caleta, contó la historia del proyecto de las primeras cojinobas del norte cultivadas en estanque en tierra por pescadores. Instancia que se lleva a cabo con investigadores de la Universidad Católica del Norte.
Según destacó el dirigente, “esta conversión de los pescadores artesanales a ser acuicultores a pequeña escala, es un logro importantísimo porque nosotros nacimos con un norte que es la pesca, que es la extracción. En los Vilos específicamente, la mayoría son extractores, son todos bentónicos, todos buzos”.
Debido a la escasa pesca en la zona, esto se ha convertido en una actividad complementaria. “Estamos comprometidos con hacer de nuestra actividad algo sustentable, por lo tanto, es importantísimo agregar algunas innovaciones para dejar descansar la biomasa, y en un tiempo más, lograr tener repobladas nuestras áreas de manejo, que es el sustento que tenemos para el futuro y el compromiso que tenemos con las nuevas generaciones”, explicó.
Por otra parte, y de manera de integrar la visión de diversos actores, también participó en este dialogo, el biólogo marino, buzo e investigador de la UCN, Cristian Sepúlveda, quien se refirió al proyecto de acuicultura en Áreas de Manejo de Coquimbo, poniendo especial énfasis en el cambio cultural que este tipo de acciones conlleva.
“Queremos generar cambios culturales en la pesca artesanal. El hecho que cazadores, recolectores, puedan integrar a su construcción de ingresos, una nueva actividad que es la acuicultura a pequeña escala, donde se puedan programar en producción y que esa venta ojalá quede en mercados locales. No estamos pensando en exportación, estamos pensando en desarrollo económico local”, explicó el biólogo.
Además de lo anterior, durante el encuentro, se conoció la experiencia de pesca sustentable de la langosta del Archipiélago de Juan Fernández, en manos del presidente del Sindicato de Trabajadores Independientes y Pescadores Artesanales del mismo lugar, Daniel González, que explicó el trabajo desarrollado para contar con una trazabilidad del recurso pesquero que extraen 100 pescadores en el archipiélago, siguiendo las tradiciones centenarias y que ya cuenta con una certificación de sustentabilidad Marine Stewardship Council (MSC). Esta experiencia la presentarán en junio en la Conferencia Our Ocean en Nueva York, Estados Unidos. González destacó el trabajo de Cocinamar y de esta instancia de conversación, un poco inédita y sumamente relevante.
Para finalizar este encuentro, el sociólogo, Felipe Rivera, se refirió al libro “Memorias, Oficios y Saberes de Chañaral de Aceituno, Región de Atacama”, que acaba de ser publicado en abril de este año y recoge la historia y el patrimonio cultural asociado a esta caleta.
Y para conocer cómo se relaciona la pesca responsable con la cocina, el último expositor de este encuentro, fue el chef y dueño del restaurant “La Caperucita y El Lobo”, Leonardo de la Iglesia, quién mostró su interés en este tipo de encuentros, en generar lazos, contactos y trabajo colaborativo entre cocineros, restaurantes y pequeños cultivadores, pescadores y actores del mundo de la pesca.
“Para nosotros la gastronomía ha sido una verdadera herramienta para poder contar nuestras historias, y en eso el apoyo de los cocineros es clave. Cada vez que nosotros invitamos a cocineros a sumarse a este plan, a jugar con nosotros, a probar recursos nuevos para trabajar por una pesca responsable, la respuesta es súper positiva”, comentó la vicepresidenta de la Fundación Cocinamar, Meyling Tang.
La actividad concluyó con una degustación de productos pesqueros, a cargo de la chef Paula Báez, del restaurante Ají Color y miembro de Les Toques Blanches. En la ocasión, se realizó una cata de la primera cojinoba del Norte cultivada por pescadores y preparaciones con conservas de choros ahumados de Mehuín, choros zapatos de Chaihuín, pejerrey de Caleta Mataquito La Pesca, huepo y navajuela de la Bahía de Corral y Quínoa de Petorca.
Además, se realizó una degustación experimental de productos del proyecto “Desarrollo e innovación de nuevos productos pesqueros en la Región de Los Ríos”.