Escocia.- La industria salmonera escocesa podría perder su mercado de exportación de £200 millones en EEUU si persiste en matar las focas, según un funcionario de pesca de EEUU.
Un alto funcionario de pesca de EEUU dijo al medio Sunday Herald que los países que quieran mantener sus exportaciones de pescado y mariscos a EEUU deben demostrar que sus productos “no están asociados con una pesquería en la cual intencionalmente se mata o hiere a mamíferos marinos”.
La advertencia proviene después que las estadísticas oficiales revelaron que las piscigranjas en Escocia viene matando de siete a ocho focas por mes durante el presente año, a pesar de la promesa de la industria de reducir la matanza a cero.
Sunday Herald informó que seis empresas de acuicultura han matado 23 focas bajo licencias del Gobierno Escocés en los primeros tres meses del 2016. Diez focas fueron sacrificadas por Scottish Sea Farms en Shetland, Orkney, Ross-shire y Argyll.
Marine Harvest sacrificó a seis focas en Skye, Ross-shire y Argyll, y otras cuatro fueron sacrificadas por Loch Duart en el Estrecho de Harris. Tres empresas mataron una foca cada una: Scottish Salmon Company, Wester Ross Fisheries y Balta Island Seafare.
Las focas fueron sacrificadas para evitar que se coman los peces. Ellos también usaron los disparos para los rederos de salmón salvaje, pero sus derechos de pesca se han visto reducidas por las nuevas regulaciones gubernamentales de conservación.
Las últimas estadísticas del Gobierno de Escocia muestran que entre enero y marzo de este año solo una foca fue sacrificada por una empresa no acuícola.
El último fin de semana Sunday Herald lanzó una campaña para detener el sacrificio de las focas.
Una nueva norma legislativa aprobada el mes pasado por la US National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) prohibirá la importación de cualquier pescado que no cumpla con los estándares de EEUU.
“Esta norma requiere que las naciones pesqueras demuestren que ellos prohíben la mortalidad intencional o las lesiones serias de los mamíferos marinos en el curso de las operaciones pesqueras comerciales” dijo John Henderschedt, director de NOAA Fisheries Office of International Affairs and Seafood Inspection.
Los países deben tener “procedimientos que realmente certifiquen que las exportaciones de productos pesqueros a los Estados Unidos no están asociados con un pesquería que intencionalmente mata o lesiona seriamente a mamíferos marinos” agregó el funcionario. “La norma establece un período de excepción de cinco años para permitir que las naciones pesqueras desarrollen programas comparables en efectividad a los programas de EEUU”.